Jesús Marchamalo: recopilador de libros y escritores
EDUARDO SUÁREZ FERNÁNDEZ-MIRANDA.
El libro, como la cuchara, pertenece a esa clase de objetos que son inventados de una vez para siempre -en tiempos muy antiguos o quizás no tanto-. Capaces de innumerables variaciones, pero dentro de un mismo gesto: extraer una pequeña cantidad de líquido, para la cuchara; leer un texto, incluso largo, sosteniéndolo con las manos, hojeándolo y desplazando con facilidad la atención en su interior. Roberto Calasso.
Jesús Marchamalo García es un escritor y periodista nacido en Madrid en 1960. Su carrera como periodista la ha desarrollado, principalmente, en Radio Nacional y Televisión Española. En su faceta de escritor nos ha acercado, a través de sus libros, a otros escritores por los que siente devoción: “Siempre me ha gustado conocer la vida de los escritores. Sus hábitos, sus manías, sus avatares familiares, sus problemas y cómo los resolvieron. O complicaron. Creo que, más allá de la curiosidad, que ya sería motivo suficiente, saber cómo vivieron los grandes creadores ayuda a entender mejor su obra. A explicarla, justificarla, razonarla…”.
Como colaborador del diario ABC, realizó una serie de artículos donde, a lo largo de más de un año, visitó las bibliotecas de algunos de los escritores que más admiraba, entre los que se encontraban Javier Marías, Mario Vargas Llosa, Jesús Ferrero, Soledad Puértolas Bernardo Atxaga o Fernando Sabater. Al autor le llamaba la atención cómo esas bibliotecas, a pesar de su disparidad, “parecen tener una continuidad, encajan misteriosamente unas en otras y construyen entre todas una más amplia, extensa y colorista, inmensa, de títulos y autores”.
Siguiendo con esta temática, Jesús Marchamalo ha publicado en Alianza Editorial dos libros que nos acercan a esas bibliotecas de escritores llenas de curiosidades y datos de interés. Con un estilo ágil y ameno, el escritor y periodista madrileño nos acerca a los libros de Julio Cortázar, donde se traza “un original retrato del escritor a través del rastro que dejó sus lecturas”. El libro titulado Cortázar y los libros, es un recorrido por alguno de los cuatro mil quinientos libros que Aurora Bernárdez, viuda del escritor argentino, donó a la Fundación Juan March en 1993. Eran aquellos, libros que quedaron en su casa de la Rue Martel, de París. Son libros en los que Marchamalo nos muestra las dedicatorias, los subrayados del autor de Rayuela, sus comentarios, sus notas. Una obra para conocer la intimidad literaria de Cortázar.
También en Alianza editorial encontramos el volumen Tocar los libros. En esta ocasión Marchamalo habla de la relación que tenemos con los libros, la forma de ordenarlos en las bibliotecas que los albergan, cómo los vamos acumulando, ordenando. Y del vínculo tan especial que se establece con los libros que vamos incorporando a nuestra vida. Como dice el autor: “Hay que reconocer a los libros una sorprendente capacidad colonizadora. Ocupan una estantería tras otra, y cuando logran desbordarlas, su germen anida en otro lugar inexplicablemente alejado, recóndito, repentinamente sobre una mesa y en pocos días prolifera con sorprendente viveza”.
Tocar los libros está lleno de anécdotas, como aquella que recordaba Juan Carlos Onetti, en la que una niña de doce o trece años se presentó un día en su casa ofreciéndose a ordenarle la biblioteca “tras recitarle el abecedario de corrido, lo que ambos consideraron mérito suficiente. Después de una tarde trajinando con los libros, le mostró una de las que había ordenado, y Onetti contempló atónito el resultado: la letra J reunía a Joyce, Cocteau, Le Carré, Swift Borges, Rulfo, Onetti, Juan Ramón y Cortázar. También sus propios libros, porque la niña los había ordenado por orden alfabético, sí, pero de nombre de pila”.
La escritura de Jesús Marchamalo nos acerca a los libros y a sus autores a través de la anécdota, del hecho curioso y divertido, lo que constituye, a su modo, un homenaje a los libros, ese “único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo”, como recordaba Cortázar.