‘El cordero carnívoro’, la novela de Agustín Gómez Arco
FRANCISCO JOSÉ GARCÍA CARBONELL.
Esta obra, desde luego, no se puede encasillar como han hecho algunos en una novela gay, aunque el amor incestuoso entre dos hermanos sea el pilar principal sobre la que gira esta. Al propio autor seguro le molestaría esta catalogación. Es más, en esta acción amorosa tendríamos que juntar los vaivenes de otros personajes ,también importantes, como son los progenitores, destacando sobre todo a la madre, y señalar el círculo vicioso que juntan a estos dos con un pasado añorado, en el cual la esperanza no habia sucumbido aún ante el estallido de una paz impuesta, esta misma que va a acosar a Carlos-papa hasta la propia muerte de este.
Clara, la sirvienta, es el nexo que une a todos los personajes, la voz discrepante que difiere del resto, y por eso mismo, debido a esa diferencia que marca, que consigue dar humanidad al resto. La madre, en cambio, es un personaje que vive de espaldas a esa unión familiar. Su mundo es enfermizo al igual que el rosal amarillo, este mismo que se funde con la enfermedad, y es por eso que busca en los monstruos el ideal de lo roto. Lo monstruoso se aposta al igual que la piel del cordero yacente en el vestíbulo, el cordero carnivoro, como aquello amansable a la par que destructivo, aquello que da pavulo para poder cumplir con sus caprichos enfermos.
Los hermanos se funden el un abrazo incestuoso, un camino libidinoso que aunque parezca extraño, y no lo es tanto, se exhibe abiertamente en una sociedad, aquella de la España nacional católica que señala al sexo en todas sus formas, en todas sus orientaciones, conjugando, de un modo banal (se puede ver en el confesor) el espíritu castrante del deber ser con el ser de los hombres.
A todo ha dado forma el fascismo, incluso a los propios represaliados de la guerra civil. Pues, y aunque el autor de un modo problemático de a entender que para nada esta obra suya es una biografía, es de notar como dirige la lectura con gran estilo a través de un caminio que de algún modo ya ha sido recorrido.