La casa de Bernarda Alba, una lucha poética entre la norma y la vida
Hada Torrijos Suelves.
Alfredo Sanzol recupera la siempre estela viva de la Bernarda Alba lorquiana, tan conocida, a la par que aclamada, por los espectadores de varias décadas, y la sube a las tablas de la sala grande del María Guerrero para dejar atónito al patio de butacas con su propuesta.
Tocan las ocho las campanas de una iglesia, mientras la larga cola va entrando al María Guerrero. Podría ser casual, pero no lo es en este caso. La función va a comenzar y el equipo de Sanzol también tenía esto pensado, colocando unos altavoces en la parte superior del teatro apuntando al exterior para que el público ya empiece a ser partícipe de su particular Bernarda Alba. Es día de luto para esta familia y ya se ha roto la cuarta pared: todos los asistentes son parte del gentío que acude a la misa del ya fallecido marido de Bernarda.
Con este inicio, se abre camino en escena el duro reinado de una madre sin escrúpulos, cuyo único objetivo es acallar el qué dirán y ser protectora absoluta de sus hijas, tratando de privarles a toda costa de sus deseos, tanto sexuales como emocionales. Solo vale el mundo de la apariencia ante el otro, con un luto absurdo, que a muchas de ellas las hace permanecer muertas en vida encerradas en su casa, viviendo una pesadilla de las que por la noche se irán despertando entre lágrimas, sudores y hastíos. Sin embargo, Sanzol propone dar un poco de tregua a Bernarda en esta propuesta, quien podría encuadrarse en el “hace lo que puede con lo que tiene” bajo el yugo de un patriarcado que todavía hoy nos persigue.
Sin lugar a dudas, uno de los mayores aciertos de este montaje es el reparto, puesto que cada una de las actrices transita a la perfección la profundidad de sus personajes, transmitiendo con tanta verdad, que cada parlamento resuena y cala hondo, y cada expresión corporal nos habla de lo que están viviendo por dentro. Hay un equilibrio perfecto entre las quince actrices, eso sí, Sanzol ha construido un tándem perfecto con Ana Wagener, quien interpreta a una Bernarda con atisbos claros de humanización, y con Ane Gabarain, que hace un trabajo espectacular sobre las tablas dando vida a La Poncia, quien termina por ser confesora de todas ellas de una manera transparente. Patricia López Arnaiz como Angustias logra transitar los conflictos internos de la hermana mayor y resolverlos en escena con elegancia. También destaca el trabajo de búsqueda de la verdad interpretativa Belén Landaluce como Magdalena, todo lo que dice y expresa es tan real como actual.
Los movimientos en escena y las expresiones corporales de las que el patio de butacas es partícipe corren a cargo de Amaya Galeote, dándole un protagonismo a los sentimientos internos de cada una que pugnan por exteriorizarse, en una pieza donde los secretos y la apariencia son parte de la esencia poética lorquiana. Todas tienen un pequeño apart donde expresan sus oscuridades en escena con unas coreografías dignas del mundo sensible de Platón.
En cuanto a la escenografía, esta revisión de Sanzol, sorprende también por la estructura casi arquitectónica, donde todo el reparto conecta con el público dentro de la simulación de una casa que da la sensación de profundidad en escena. Al más puro estilo punto de fuga, todas las hermanas vivirán desencuentros, secretos y confesiones, enfados y desaires y también tocarán los halos de la muerte tan de cerca, que la propia Bernarda Alba, en cierta manera, parece humana. Quizá Blanca Añón, encargada de la construcción de este encierro sobre el escenario del María Guerrero, quiera liberar a esta familia de tanto lastre emocional, utilizando el color blanco para dar una sensación de espacio neutro. Aunque también con esta propuesta de escenografía, se termina creando una atmósfera de frialdad, donde cada una de ellas tendrá que luchar contra sí mismas y sus emociones, así como contra lo que sucede fuera de sus cuerpos. Pedro Yagüe, con una exquisita propuesta lumínica, complementa sin duda este ambiente tan lorquiano como actual.
Todo el equipo, bajo las directrices de Sanzol, logra contemporizar a los personajes de La casa de Bernarda Alba de Lorca y acercar sus problemas a nuestra actualidad. En palabras del director «La casa de Bernarda Alba es una radiografía que hace Lorca del sistema patriarcal que tiene unas estructuras que seguimos sufriendo ahora, como demuestran los datos. Contar Bernarda Alba en estos momentos, además de suponer una reivindicación de la belleza poética y dramatúrgica del texto, es también una denuncia de unas estructuras patriarcales que nos siguen haciendo víctimas a todos».
¿Y si Bernarda Alba no era tan mala? ¿Y si solo estaba jugando a ser lo que podía con lo que tenía? Sanzol da una vuelta de tuerca al texto de Lorca y posiciona su propuesta probablemente entre uno de los montajes mejor resueltos del panorama teatral actual.
ACTUALMENTE EN GIRA:
12-13 ABR 2024 | Gran Teatro | Córdoba
19-20 ABR 2024 | Teatro Romea | Murcia
26-27 ABR 2024 | Teatro Gayarre | Pamplona
3-4 MAY 2024 | Teatro Principal | Palma de Mallorca
Texto Federico García Lorca
Dirección Alfredo Sanzol
Reparto
Ester Bellver (María Josefa), Eva Carrera (Amelia), Ana Cerdeiriña (Mujer 2), Ane Gabarain (La Poncia), Claudia Galán (Adela), Belén Landaluce (Magdalena), Patricia López Arnaiz (Angustias), Chupi Llorente (Mujer 1), Lola Manzano (Mujer 3), Inma Nieto (Criada), Celia Parrilla (Mujer 4), Sara Robisco (Martirio), Isabel Rodes (Prudencia/Mendiga), Ana Wagener (Bernarda) y Paula Womez (Muchacha)
Voces actores Elías González, Javier Lago, Jaime López, Daniel Llull, Carlos Serrano y Jaime Soler
Escenografía Blanca Añón
Iluminación Pedro Yagüe
Vestuario Vanessa Actif
Música Fernando Velázquez
Sonido Sandra Vicente y Pilar Calvo
Movimiento Amaya Galeote
Caracterización Chema Noci
Ayudantes de dirección Beatriz Jaén y Laura Ortega
Ayudante de escenografía Cristina Hermida
Ayudante de iluminación Eduardo Berja
Ayudante de vestuario Sandra Espinosa
Ayudante de movimiento José Luis Sendarrubias
Realización de escenografía Espacio Odeón, Gerriets, VNG led y Moquetas Roldán Telón de encaje: Sfumato
Fotografía y tráiler Bárbara Sánchez Palomero
Diseño de cartel Equipo SOPA
Producción Centro Dramático Nacional
Espectáculo presenciado el 28 de marzo.