Una condesa triste, un Borbón solitario
ESPAÑA EN SORDINA
UNA CONDESA TRISTE, UN BORBÓN SOLITARIO
Si se va desde Ávila a Arenas de San Pedro por la sierra de Gredos gótica se divisa en la niebla el castillo de Mombeltrán. Se levanta solitario en el monte con sus cuatro torres redondas y misteriosas.
En Arenas de San Pedro uno encuentra el Castillo de la Triste Condesa, adonde se retiró doña Juana de Pimentel, la viuda de don Álvaro de Luna. Uno que pagó cara su ansia de poder absoluto. Solo se puede visitar en grupo, ahora todo lo hacemos en grupo masivamente, no nos dejan movernos solos.
Desde el castillo una calle bordea el río hasta un puente medieval, con piedras en medio como nobles dormidos. En mitad de la calle hay un museo fascinante de la herrería y casas rojizas llenas de sabor.
En lo alto del pueblo se visita (esta vez por libre, menos mal) el palacio de Luis de Borbón. Este hermano de Fernando VI se retiró a este pueblo en la sierra y recibió a artistas y poetas. El castillo es neoclásico y frío, lo hizo Ventura Rodríguez. Ventura Rodríguez es un asesino de edificios, asesinó el gótico entusiasta de la catedral de Pamplona. Pero con el desgarro del tiempo y la decadencia cobró un encanto melancólico. Además está lleno de obras de arte imaginativas y elusivas. Y ayuda el jardín, es difícil encerrar del todo a las plantas.
En la historia de España abundan los momentos en que poderosos se retiran a una soledad inspiradora, lejos de los tejemanejes del poder. Además, la melancolía es un medio de conocimiento, decía Rilke. Nos hace replantearlo todo, y encontrar el fondo indestructible, nos abre la mirada.
ANTONIO COSTA GÓMEZ FOTO: CONSUELO DE ARCO