‘Las sirenas de Titán’, de Kurt Vonnegut
SERGIO VARGAS.
Hay libros que se pierden en el olvido y quedan descatalogados. Que vuelvan a renacer es obra de las editoriales, en este caso el gesto viene de parte de la editorial Blackie Books , que resucita una obra de culto “Las sirenas de Titán” del excéntrico e inquebrantable Kurt Vonnegut(1922-2007).
Sus libros se caracterizan por contener humor, imaginación a raudales, ser austeros, bondadosos y muy actuales. Además cuenta con una legión de fanáticos por el planeta que le apodan cariñosamente “tío Kurt”.
Su especialidad es la ciencia ficción o más bien podríamos llamarla “auto ficción”, porque sus novelas cuentan muchas verdades como por ejemplo en su mejor obra “Matadero cinco”, fabricada en torno a un bombardeo en la segunda guerra mundial de la ciudad alemana de Dresde, donde él fue testigo directo estando prisionero de guerra.
La novela que reseño, cuenta con el estilo intenso de “Tio Kurt”, es decir hay un equilibrio entre ironía y sentimentalismo. Pero sobre todo hay mucha compasión en la obra del escritor americano y eso es lo que le eleva a las alturas con respecto a sus competidores.
Publicada en el periodo de esplendor de la ciencia ficción ,data de 1959, época donde ya despuntaba un Philip K Dick que se preguntaba por el sentido de la vida, Vonnegut le sigue la pista pero llevándolo a su campo de una manera original y entretenida. Cómo cuando los protagonistas de sus novelas se caracterizan por sus delirios, gente con doble cara: a la vez seductores y malvados como es el caso de Malachi Constant en torno a cual gira esta novela.
Las reflexiones filosóficas irán de la mano del protagonista pero sin laberintos donde perdernos como hacían colegas suyos de la época, que te liaban con una idea durante párrafos interminables, el tío Kurt se lo monta de una forma más entendible y sin trampas de guión.
Con una prosa suelta y una ironía a prueba de bombas, el escritor va disparando a todo lo que se mueva llámese religión o guerra, pero sin darnos clases como hacen en los mítines políticos de hoy en día y eso al final de cuentas es lo que hace grande a un escritor, que tal vez fue perjudicado por el éxito de su maravillosa “Matadero cinco”.