Mónica López como Carmen Díez de Rivera en el Teatro Español: “Carmen nada de nadie”

Horacio Otheguy Riveira.

Bella, enigmática, rebelde hija del cuñadísimo de Franco, pero fuera del matrimonio, un hecho generador de un conflicto que marcó a fuego irremediablemente lento y absolutamente destructivo la vida de la primera mujer de la vida política española, fallecida a los 57 años de cáncer: Carmen Díez de Rivera (Madrid, 1942-1999).

Musa de la Transición, según Francisco Umbral, política activa junto a Adolfo Suárez, generó expectativas muy grandes en la naciente democracia. La mayoría no pudo cumplirlas, víctima de sucesos de juventud que la desarraigaron, sumergiéndola en una agónica experiencia sentimental.

De esto y mucho más en la obra teatral que se estrena el 17 de enero 2024 en la Sala Margarita Xirgu del Teatro Español: Carmen, nada de nadie, de Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García y dirigida por Fernando Soto.

 

Oriol Tarrasón, Mónica López, Víctor Massan y Ana Fernández conforman el elenco. @Sergio Parra

 

Desde el 10 de septiembre 2024, con Beatriz Argüello en el papel principal.

 

La obra indaga en la biografía de una mujer valiente, de orígenes aristocráticos, que supo construir y dirigir su propia vida, por encima de sus circunstancias personales y sociales, lo que le acarreó soledad e incomprensión.

En el escenario, Carmen Díez de Rivera va desgranando los momentos álgidos de una intensa y desafiante carrera política, fundamentalmente el periodo que trabajó en el Gobierno de Suárez, mientras recuerda los episodios íntimos que marcaron su desdicha y su carácter. Entre ellos figura el de su condición de hija: su padre fue Ramón Serrano Suñer, cuñado y ministro de Franco en los primeros gobiernos del dictador. Serrano tuvo una relación extramatrimonial con la madre de Díez de Rivera, Sonsoles de Icaza y de León. Cuando Carmen se disponía a casarse con su novio le comunicaron que este era hijo de Serrano Suñer, y por tanto, su hermano.

Por la memoria del personaje de Díez de Rivera —y ante el espectador— pasarán especialmente tres de los personajes más importantes de la historia española del siglo XX, el propio Suárez, el rey Juan Carlos y el dirigente del Partido Comunista Santiago Carrillo. La vinculación de Díez de Rivera con ellos durante el periodo de la Transición que desembocó en la legalización del PCE en 1977, constituye el centro de Carmen, nada de nadie.

 

A esta posición de relevancia política había llegado Díez de Rivera tras formarse en la universidad en Filosofía y Letras y Ciencias Políticas, especializándose en Relaciones Internacionales. Después de estudiar en Oxford y en la universidad parisina de La Sorbona, trabajó en Radio Televisión Española con Adolfo Suárez, durante el tiempo que este dirigió el ente público.

Una vez que abandonó la jefatura de gabinete del presidente del Gobierno, fue elegida eurodiputada a finales de los 80, primero representando al Centro Democrático y Social, el partido fundado por Suárez, y a continuación, tras marcharse de este partido, en el PSOE. Murió de cáncer en 1999 a los 57 años.

La obra, cuyo título está tomado de la letra de la canción de Cecilia Nada de nada, permite “hablar de nuestra historia reciente sin los complejos que a menudo parece que nos limitan. Quizá siguen existiendo heridas por cerrar. O puede que nos falte la voluntad por reconocer. En todo caso, la Transición es una etapa fundamental de nuestra historia y eso era un aliciente para mí. Hay incógnitas y certezas sobre ese periodo, pero sobre todo hubo en aquellos años personas que creyeron en la construcción de una sociedad decente, más justa”, explica Fernando Soto director del montaje, quien además de una larga carrera como actor (por ejemplo, El ciclista utópico), hemos aplaudido en CULTURAMAS puestas en escena de gran relieve como El minuto del payaso, Bailar en la oscuridad...).

La puesta en escena del espectáculo recrea el contexto histórico de la vida del personaje, con momentos recogidos en imágenes, audios, canciones y sintonías que confieren a la escena un carácter en cierto modo cinematográfico. Pero sobre todo, plasma un carácter femenino luchador, a menudo solitario, contra todo y contra todos.

TEATRO ESPAÑOL. MARGARITA XIRGU. SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2024

 

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