Diarios de niños judíos por allá, en 1.940

JESÚS MILLÁN MUÑOZ.

Tengo una lista de niños y niñas y de diarios de niños y niñas judíos que la mayoría quedaron masacrados por aquellos terroríficos años de la década de 1940.

He ido escribiendo y redactando modestos artículos de opinión, personales o literarios, con los nombres que ustedes quieran, de algunos de esos escritos, -pero es para mí muy dramático y angustioso, sobre todas esas historias de niños y niñas, no todos judíos, sino también de otras religiones, que les tocó vivir los acontecimientos de 1940 y siguientes-, pero que simbolizan y materializan, la situación de la infancia en el mundo, en el siglo veinte. Lleno de guerras y revoluciones y contrarrevoluciones y genocidios, y campos de concentración de muchos colores e ideologías, y, en muchas partes del mundo…

Se habla y se escribe, por parte de los historiadores en el siglo veinte, de miles de campos de concentración en todo el mundo, bajo distintas banderas ideológicas, en distintas partes del planeta, y, en distintas décadas del siglo veinte… ¡Y, eso, sin olvidar guerras, revoluciones, genocidios, hambrunas, etc.!

¡Por eso, la necesidad, que incluso el Vaticano, en algunas declaraciones ha defendido, lo que se denominaría una Autoridad Política Mundial, porque creemos que esa realidad y organización sociopolítica, podría evitar muchos de los males que sufrimos en estos terrenos…! ¡Pero nos enfrentamos a otro problema, quién pone el cascabel al dragón, si existen una veintena de grandes ideologías y filosofías y religiones y culturas que no se ponen de acuerdo para vivir entre ellas, en paz y en tolerancia…!

Todo esto me lo ha recordado, al leer un artículo de Iván Gastañaga, publicado en El Español, el día 20 de octubre de 2023, titulado Por qué odiáis a los judíos.

Debo indicar que no soy judío, quede claro, debo decir, que para mí, son lo mismo y tienen el mismo valor los niños judíos, palestinos, budistas, hinduistas, cristianos, confucianos, taoistas, del Amazonas o de Laponia, debo decir, que todos los niños y niñas se merecen el sumo respeto y la suma dignidad, tanto o más que los adultos. Debo decir y debo recordar, que ese respeto no debe ser solo de las Autoridades Políticas y de todas las Ideologías y de todos los poderes, sino de todas las personas, individuales de carne y hueso –porque no olvidemos, que las personas que consumen barbaridades sexuales que se hacen con los niños, las hacen otros adultos, las comercializan adultos, y las consumen adultos…, quizás su vecino del vigésimo piso-.

Debo confesar, que tengo una lista de una treintena de diarios de niños y niñas de aquella época, no tan lejana en el tiempo. Que sin comerlo, ni beberlo, tuvieron que sufrir enormes sufrimientos, enormes sufrimientos antes de la muerte. De esos ojos con una sonrisa, que se les troceó la existencia. Puede que los niños más pequeños y las niñas más pequeñas no fueran conscientes de lo que les ocurría y lo que padecerían. Pero los adolescentes y preadolescentes, sí. Qué dramas pasarían por sus cabezas –y, me refiero a todos, todos los acontecimientos de antes y después de 1940, y, de todos, en todos los lugares de Eurasia y no solo de Europa, y, también de África, y también en cualquier lugar donde se diseñaron, se pensaron, se realizaron y se produjeron-. No pondré nombres, porque, lamentablemente, no hay límites de papel a tanta crueldad y a tanta barbaridad y a tanta ignominia –no hay adjetivos inventados por la humanidad a los hechos que la humanidad o parte de ella hace y crea y otra sufre…-.

¿Qué nos ocurre al ser humano…? ¿Qué tenemos dentro del alma, dentro de la carne, dentro de los huesos, dentro de la mente, qué tenemos, que siempre estamos repitiendo la misma historia con diferentes banderas y diferentes versiones y diferentes escenarios…? ¿Siempre la historia de Adán y Eva y la serpiente, siempre la historia de Abel y Caín, siempre repitiendo el mismo guión, siempre…? ¿Siempre en estructuras sociopolíticas, a nivel de Estados, a nivel de multitud de entes sociales y culturales y políticos y económicos y afectivos y…?

Con razón, se dice, que hasta ahora, toda persona que ha venido a este mundo, al menos desde hace cuatro mil años, ha nacido en un conflicto armado, o antes de un conflicto armado o después de un conflicto armado. Dicho, más sencillamente, ha nacido en una guerra, antes de una guerra o después de una guerra… ¡Y, todos han padecido una guerra, ellos mismos o muy cerca de ellos mismos…!

Siempre recuerdo que Aristóteles, pienso que muchos planteamientos de Sócrates, Platón y Aristóteles, son y en parte son, debido a sus experiencias de las guerras de la Grecia de su tiempo, de las guerras médicas o persas, de la guerra del Peloponeso –las guerras mundiales de su época, de su tiempo, y de su geografía…-.

¿Qué podemos hacer…? Diría, primero, se cree un Plan Manhattan Mundial, para que cientos de investigadores, estudien y busquen las maneras de que las filosofías e ideologías y culturas y religiones, sufran un Proceso de Ilustración y de Autocrítica, a y en todos los niveles –algo semejante, como Europa lo ha sufrido durante dos siglos-.

Segundo, que se busquen formas y maneras, para que una Autoridad Política Mundial, sea una realidad, se vaya creando Organizaciones y Entidades Sociopolíticas que tengan Autoridad Mundial, a y, en todos los aspectos de la realidad…

Tercero, que cada persona, sea consciente, que es necesaria una Ética Mínima Mundial, para poder vivir y sobrevivir como especie, que existe y exista una moral mínima universal… Y, que se fijen las diez o doce o siete normas mínimas: no matarás, no robarás, no secuestrarás, no violarás, no adulterarás, no… ¡Y, que sean de obligatorio cumplimiento en todas las geografías físicas y culturales y metafísicas del mundo…!

Cuarto, que seamos conscientes, que si no encontramos una solución a una Paz Mundial estable y duradera, a y en todos los lugares del mundo, siendo ya la Tierra una realidad planetaria, con el aumento demográfico que tenemos y la tecnología y ciencia que disponemos, estamos abocados a la propia extinción y autoexintinción humana. Y, ese será el final de la humanidad en este planeta. ¿Es eso y esto lo que quieren ustedes…?

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