La tensión entre dos mundos
Escrito por Jorge Mur
»The tension between two worlds«
Especializada en arquitectura y paisaje, Lesley MacGregor no intenta retratar el mundo tal y como es. Sus fotografías son lienzos depurados, caracterizados por el minimalismo y la atención a la geometría, dos herramientas que le permiten eliminar elementos no esenciales para realzar detalles y contrastes. Además, en su trabajo prevalece una gran libertad artística y sus sujetos, ya sean edificios modernos o vastos paisajes abiertos, reflejan nuestras experiencias y se despegan de la realidad.
¿Cómo empezaste en la fotografía? ¿Qué evento o combinación de circunstancias te llevaron a dedicarte a la fotografía?
Llegué a la fotografía en la madurez, cuando tuve algo de tiempo adicional para una actividad creativa. Inicialmente me atrajo la fotografía de larga exposición por su minimalismo y tranquilidad. Comencé una tutoría con Joel Tjintjelaar, quien me mostró el campo de la fotografía de arquitectura y el camino hacia la fotografía artística.
Me encanta el arte expresionista abstracto y la arquitectura moderna desde que era niña. Además, desde siempre me han interesado los patrones, las conexiones y las ideas. Y me fascina la memoria, la percepción y el elusivo mundo de nuestras mentes. La fotografía reúne todos esos intereses. Es creativo, analítico y reflexivo. Estas tensiones me atraen.
¿Cuáles son tus principales líneas de trabajo como fotógrafa? ¿Cuál es el elemento más importante en la concepción de tu fotografía?
Desde una perspectiva temática, me interesa la arquitectura moderna y la fotografía minimalista de paisajes. Los hermosos edificios modernos en entornos urbanos siempre me llaman la atención, al igual que la naturaleza salvaje y abierta.
Pero lo cierto es que estoy menos preocupada por el sujeto literal que está siendo fotografiado y más interesada en cómo puedo usarlo como metáfora para explorar la diferencia entre nuestra vida interior y exterior y cómo narramos nuestras vidas a través de la lente de nuestras experiencias. Mi objetivo es crear fotografías que parezcan pensamientos, ligeramente desconectadas del mundo real.
Para mí, la fotografía es una forma de reflexionar, un lugar tranquilo donde destilo el mundo en marcos esenciales que me permiten explorar mis percepciones del mundo. Cuando trabajo con una fotografía, mejoro aún más este proceso eliminando elementos no esenciales y realzando detalles, contrastes y contornos fundamentales que concuerdan con mi propia perspectiva, tal como lo hacemos en nuestros recuerdos. Esto le aporta a mi trabajo un impulso hacia la abstracción y un interés por el detalle.
¿Qué aspectos de la arquitectura te interesa preservar o plasmar en tus fotografías?
Busco sencillez, líneas limpias y formas geométricas. También busco espacios abiertos que den sensación de libertad y silencio. Cuando encuentro algo interesante, incluso antes de sacar mi cámara, borro mentalmente los edificios cercanos que me distraen y atenúan los colores, y trato de simplificar y condensar lo que tengo frente a mí en algo más elemental.
También busco un sentimiento de conexión. Investigo los edificios de una ciudad antes de ir, pero nunca sé con cuáles me conectaré hasta que los veo en persona. Cuando esto sucede, es como si todo lo demás desapareciera –el ruido, la gente, el entorno– de forma que lo único que queda es el deseo de comprender la esencia del edificio y los aspectos particulares que me hablan. Este proceso comienza cuando estoy fotografiando pero continúa más profundamente cuando estoy editando.
En relación con tu proceso fotográfico: elegir las escenas, tomar las fotografías y editarlas después. ¿Qué etapa disfrutas más?
Tanto la toma de las fotografías como el proceso de edición son importantes para mí. Disfruto encontrando un edificio que quiero fotografiar, así como caminando alrededor de él, examinado ángulos y tratando de entender cómo funcionan en conjunto y cómo cambian a medida que cambia mi perspectiva. Siempre es un proceso de descubrimiento, de encontrar elementos que se puedan potenciar, como los ángulos exagerados y el contraste entre la luz y la oscuridad.
La edición es una gran parte de mi trabajo y paso mucho tiempo en el cuarto oscuro digital. Es donde, a través de la reflexión, transformo lo que la cámara ha captado en mi propia interpretación del mundo. Este es un proceso reflexivo que implica remodelar la luz y la sombra, usar el contraste para reducir las distracciones a susurros y equilibrar elementos clave en su entorno.
Mi objetivo es crear fotografías que tengan una sensación de irrealidad, que se encuentren en la línea entre lo abstracto y lo representativo, que sean oníricas y atemporales, que sean tanto un pensamiento o un sentimiento como una realidad física.
¿En qué crees que se diferencia la fotografía de otras formas artísticas?
Creo que cada forma de arte tiene su propio ritmo. Aunque en el fondo, todas ellas comparten el deseo de combinar de alguna manera al individuo con el mundo físico más amplio.
La fotografía es interesante porque ofrece muchos enfoques y capas diferentes. Para mí, es como un río que se divide en una red de diferentes afluentes, cada uno de los cuales ofrece nuevas áreas para explorar. A pesar de todas las fotografías que hay en el mundo, todavía hay nuevas formas de ver las cosas, todavía hay cosas nuevas que decir. La diversidad y las posibilidades significan que nunca será aburrido.
¿Cuáles son tus principales fuentes de inspiración?
No sorprende que mis inspiraciones sean muy similares a mis temas: arquitectura moderna y espacios salvajes y vacíos. Lo que para mí los conecta es una sensación de luz y sombra, línea y movimiento. Me encantan las fotografías que cambian cuando las miras, donde tu mente convierte formas en edificios o sombras en montañas.
Los paisajes salvajes y vacíos me parecen pinturas expresionistas abstractas, donde la tierra y el clima crean pinceladas audaces que reflejan nuestras emociones más profundas. Me gustan las áreas límite donde las cosas cambian: donde la luz se encuentra con las sombras, donde una tormenta barre el cielo, donde las olas se encuentran con la playa cuando sube la marea, lo que la niebla oscurece y revela. Hay en ellos una metáfora de los momentos en los que tenemos ideas, tomamos decisiones, cambiamos de rumbo. Me atraen especialmente los paisajes que se pueden descomponer en formas elementales: líneas simples, formas abstractas y espacio negativo.
Estos elementos de línea, forma y espacio también son el centro de mi interés por la arquitectura. Hay una belleza sencilla en la arquitectura moderna que proviene de su geometría esencial. Estas formas resuenan en mí como aspectos casi fundamentales del carácter de un edificio. Creo que puedes encontrar lo mismo en cada uno de nosotros, lo que hace que tomar fotografías de edificios sea algo parecido a un retrato.
¿Qué lugar imaginario (del cine, la literatura o la pintura) te gustaría visitar para fotografiarlo?
Si pudiera, caería en el mundo de un cuadro de Rothko. Sus pinturas capturan el movimiento de la emoción de manera hermosa y me encantaría explorar una versión 3D de eso con mi cámara. Hay tantas capas en sus pinturas que puedo imaginar que cada superficie es un estudio complejo de color y forma rodeado de emociones representadas en diferentes saturaciones, tonos y densidades. Explorar eso fotográficamente sería increíble… Aunque me encantaría regresar a mi propio mundo más tranquilo después de una visita.
Además de la fotografía, ¿qué otras actividades te interesan?
Me encanta viajar. Obviamente viajo un poco por motivos fotográficos, pero también me encanta viajar sin cámara. Los nuevos lugares ofrecen experiencias enriquecedoras que revolucionan los patrones de pensamiento rutinarios. Es fascinante conocer gente nueva, ver el mundo con nuevos ojos y descubrir diferentes perspectivas y formas en que las personas viven sus vidas.
También soy una gran lectora. Me encantan las novelas en las que puedes sumergirte en la vida de personajes que se vuelven cada vez más reales para ti. También aprecio la flexibilidad de la forma. Una novela permite al autor jugar con grandes ideas y tejer temas interesantes. Siempre me generan pensamientos interesantes y nuevas conexiones.
Finalmente, disfruto estando al aire libre. Canadá es un país maravilloso porque tenemos mucha naturaleza y espacios hermosos. Ya sea haciendo senderismo en verano o esquiando en invierno, siempre hay una manera de estar al aire libre y sentirse en mayor conexión con el mundo natural. Estar al aire libre y activa siempre me rejuvenece.
Lesley MacGregor: Website | Instagram
Written by Jorge Mur
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»The tension between two worlds«
Focused on architecture and landscape, Lesley MacGregor does not try to portray the world as it is. Her photographs are refined canvases, characterized by minimalism and attention to geometry, two tools that allow her to eliminate non-essential elements to enhance details and contrasts. Furthermore, great artistic freedom prevails in her work and her subjects, whether modern buildings or vast open landscapes, reflect our experiences and are detached from reality.
How did you get your start in photography? What event or combination of circumstances led you to dedicate yourself to photography?
I came to photography later in life when I had some additional time for a creative pursuit. I was initially attracted to long exposure photography because of its minimalism and restfulness. I started a mentorship with Joel Tjintjelaar, which opened the arena of architectural photography and the path to fine art photography.
I have loved abstract expressionist art and modern architecture since I was a child. I have also always been interested in patterns, connections, and ideas. And I’m fascinated by memory, perception, and the elusive world of our minds. Photography draws all those interests together. It is creative and analytical and reflective. These tensions appeal to me.
What are your main lines of work as a photographer? What is the most important element in the conception of your photography?
From a subject perspective, I am interested in modern architecture and minimal landscape photography. Beautiful modern buildings in urban settings always speak to me, as does wild open wilderness.
But the truth is I am less concerned about the literal subject being photographed and more interested in how I can use it as a metaphor to explore the difference between our interior and exterior lives and how we narrate our lives through the lens of our experiences. My goal is to create photographs that feel like thoughts, slightly untethered from the real world.
Photography, for me, is a way to reflect, a quiet place where I distill the world down to essential frames that let me explore my perceptions of the world. As I work with a photograph, I further enhance this process by removing nonessential elements and enhancing details, contrasts, and essential contours that accord with my own perspective – just as we do in our memories. This gives my work both an impulse to abstraction and an interest in detail.
What aspects of architecture are you interested in preserving or capturing in your photographs?
I am looking for simplicity, clean lines and geometric shapes. I am also looking for open space that gives a sense of freedom and silence. When I find something interesting, even before I take out my camera, I am mentally erasing nearby buildings that are distracting, subduing colours, and trying to simplify and distill what’s in front of me to something more elemental.
I am also looking for a feeling of connection. I research buildings in a city before I go, but I never know which ones I will connect with until I see them in person. When this happens, it’s as though everything else falls away – the noise, the people, the surroundings – and all that’s left is a desire to understand the essence of the building and the particular aspects that speak to me. This process starts when I am photographing but continues more deeply when I’m editing.
About your photographic process: choosing the scenes, taking photos, and editing them afterwards. What stage do you enjoy the most?
Both the taking of the photographs and the editing process are important to me. I enjoy finding a building I want to photograph and then spending time walking around it, looking at angles and trying to understand how it works together and changes as my perspective shifts. It is always a process of discovery, finding elements that can be enhanced, like exaggerated angles and contrast between light and dark.
Editing is a big part of my work and I spend a great deal of time in the digital dark room. It is where, through reflection, I transform what the camera has captured into my own interpretation of the world. This is a reflective process that involves reshaping light and shadow, using contrast to reduce distractions to whispers, and balancing key elements in their environment.
My goal is to create photographs that have a sense of unreality – that sit on the line between abstract and representative, to be dreamy and timeless, to be a thought or a feeling as much as a physical reality.
How do you think photography is different from other art forms?
I think every art form has its own rhythm. But at the core of all of them share a desire to blend the unique individual with the larger physical world in some way.
Photography is interesting as it offers so many different approaches and layers. To me, it’s like a river that divides into a network of different tributaries, each one offering new areas to explore. Despite all the photographs in the world, there are still new ways to see things, still new things to say. The diversity and the possibilities mean it will never be boring.
What are your main sources of inspiration?
It’s no surprise that my inspirations are very similar to my subjects: modern architecture and wild, empty spaces. What connects these for me is a sense of light and shadow, line and motion. I love photographs that change as you look at them – where your mind resolves shapes into buildings, or shadows into mountains.
Wild, empty landscapes feel like abstract expressionist paintings to me, where the land and the weather make bold brush strokes that reflect our deepest emotions. I like the boundary areas where things change – where light meets shadow, where a rainstorm sweeps across the sky, where the waves meet the beach as the tide comes in, what the fog obscures and reveals. There is a metaphor in these for the moments when we have ideas, make decisions, change course. I am particularly drawn to landscapes that can be broken down into elemental shapes – simple lines, abstracted shapes, and negative space.
These elements of line, shape and space are also at the core my interest in architecture. There is a simple beauty in modern architecture that comes from its essential geometry. These forms resonate with me as almost fundamental aspects of the character of a building. I think you can find the same thing in each of us, which makes taking photographs of buildings somewhat akin to portraiture.
What imaginary place (from cinema, literature, or painting) would you like to visit to photograph it?
If I could, I would fall into the world of a Rothko painting. His paintings capture the movement of emotion so beautifully and I would love to explore a 3D version of that with my camera. There are so many layers in his paintings that I can imagine every surface being a complex study of colour and shape surrounded by suspended emotions rendered in different saturations, hues and densities. Exploring that photographically would be incredible… although I would be glad to get home to my own quieter world after a visit.
Besides photography, what other activities are you interested in?
I love travelling. I obviously do some travelling for photography but I also love travelling without a camera. New places offer enriching experiences that shake up routine thought patterns. Meeting new people, seeing the world through new eyes, and discovering different perspectives and ways that people live their lives is fascinating.
I’m also a big reader. I love novels where you can immerse yourself in the lives of characters that become more and more real to you. I also appreciate the flexibility of the form. A novel lets the author play with big ideas and weave in interesting themes. They always spark interesting thoughts and new connections for me.
Finally, I enjoy being outdoors. Canada is wonderful because we have so much beautiful wilderness and space. Whether it’s hiking in the summer or skiing in the winter, there’s always a way to be outside and feel more connected to the natural world. Being outside and active always rejuvenates me.
Lesley MacGregor: Website | Instagram