Al habla con Manuel Ríos San Martín, autor de ‘El olor del miedo’
HÉCTOR PEÑA MANTEROLA.
Manuel Ríos San Martín (1965) es licenciado en Ciencias de la Información y ha trabajado como productor ejecutivo, director o guionista en distintas series de televisión, como Colegio mayor, Médico de familia, Compañeros, Raphael o Sin identidad. Actualmente es director argumental de Operación Barrio Inglés (TVE).
Ha dirigido un largometraje, No te fallaré, y ha colaborado en la escritura de los guiones de Amigos… y Maradona, la mano de Dios.
Ha coordinado y coescrito el libro El guion para series de televisión, publicado por el Instituto de RTVE. También es autor de las novelas Círculos, La huella del mal y Donde haya tinieblas; las dos últimas se están adaptando a la televisión.
En El olor del miedo, Manuel nos plantea un vertiginoso thriller en el parque zoológico de Valencia, donde la muerte de un animal será solo el detonante de una interesantísima trama con tintes reflexivos.
- Buenos días, Manuel. Entrevistar a autores con una trayectoria tan dilatada siempre es un honor. Con El olor del miedo continúas un camino, el de la literatura, comenzado en 2017 con Círculos. Pero antes ya llevabas mucho recorrido en el mundo del cine. ¿En qué momento el pequeño Manuel decidió que lo que quería era contar historias?
Tengo una imagen recurrente de cuando tenía tres o cuatro años. Estaba enfermo de varicela, tumbado con mi abuela al lado. Ella me contaba cuentos y yo me olvidaba del picor. Ahí descubrí el poder de la ficción. Con los años te das cuenta que además se pueden aprender otras cosas, que los libros guardan mucho aprendizaje.
Otro momento importante fue cuando empecé Derecho. Dedicaba la mayor parte del tiempo a grabar cortos o dibujar (dibujaba cómics). Me di cuenta de que lo que quería era contar historias, por eso estudié Ciencias de la Información.
- Antes de meternos de lleno en la obra, me gustaría indagar en las influencias que tanto el cine como la literatura afectan al modo en que cuentas una historia. ¿Qué nos puedes contar de ello?
Hago todo lo posible por no tener influencias. Al leer o ver series intento no fijarme en cómo un autor solucionó una situación. Seguro que tengo alguna, pero me es muy difícil saber cuáles. No veo claro que para escribir haya que leer a autores del mismo género. Por ejemplo, desde que escribo novela negra leo mucha más novela negra (Dolores Redondo, Gellida), pero procuro no utilizar ningún recurso que utilicen ellos.
- Ahora sí. He tenido el privilegio de ser un lector temprano de El olor del miedo. En lo que llevamos de año he leído mucho thriller y novela negra y, sin embargo, destaco tu obra sobre las demás (incluso sobre las buenas de verdad, alguna me ha gustado mucho) por un factor: los personajes. Dedicas capítulos y escenas a su creación, algo que mucho thriller actual desestima con el objetivo de no reducir el ritmo narrativo. No solo no lo reduces, sino que la profundidad hace que los momentos importantes cobren mayor fuerza. En primer lugar, darte la enhorabuena; a continuación, hablar sobre mi favorito, JP. ¿Cómo surgió el personaje? ¿Te inspiraste en alguien real para crearlo?
Como he sido director de series he tenido que enfrentarme a actores que no entendían a sus personajes o se quejaban de que eran planos. Esto me ha llevado a intentar trabajarlos bien, sus motivaciones…
A su vez, intento que la temática de la novela afecte al personaje. Tenemos a JP, un inspector mayor, hosco, viejo rockero, que contrasta con la historia que estoy contando (el «asesinato» de un «bicho»…). Para contrarrestarle tenemos la relación con su nieta, que le despierta un lado tierno que ni su mujer sabía que existía. Claro que, sin entrar en spoilers, necesita una fragilidad: en realidad sí le importa mucho hacer justicia, aunque él lo niegue.
- Otro factor diferencial es el pistoletazo de salida. Una de las características de este género suele ser la presencia de un asesinato en los compases iniciales de la novela. En El olor del miedo no solo no lo hay (ya que según el Código Penal matar a un animal no se considera asesinato), sino que la obra en sí adquiere un tinte reflexivo/filosófico al utilizar este detonante como removedor de consciencia, planteando todo tipo de cuestiones de índole moral. ¿Cómo surgió o llegó a ti la idea de escribir esta obra y, si existe un motivo, por qué ahora?
Se juntaron dos ideas. En primer lugar, quería buscar un detonante distinto. Todos hemos recurrido alguna vez al «chica joven hallada en un sitio emblemático». Intentar separarme de ello me parecía interesante.
Por otro lado, el tema de los animales me ha interesado mucho desde niño. Actualmente se aborda en las redes sociales desde una perspectiva muy emocional. Quería hablar sobre ello con la excusa de una investigación.
- ¿Cuánto del Manuel guionista hay en el Manuel novelista? ¿Su forma de abordar una historia es similar o en qué difiere?
Antes mencioné la forma de abordar un personaje. También, esta novela está muy estructurada. He escrito montones de pósits secuenciando escenas. Eso es algo que en guion se suele hacer y que no hice en otras novelas. En La huella del mal sí que hubo un esquema con pósits, pero al escribir cambió bastante.
- En caso de que en un futuro la novela se adaptase al cine o a la televisión, ¿qué actores te gustaría ver poniendo cara al elenco protagonista?
Al empezar un proyecto decido si es serie o novela. Que la segunda se convierta en la primera es una opción, pero es un proceso muy largo. Por ejemplo, en 2019 publiqué La huella del mal, y los derechos se han vendido aunque eso no signifique nada. Han pasado cuatro años.
Y sobre actores… Creo que José Coronado haciendo de duro sería un buen JP. Para Elena, Scarlett Johansson.
- Aunque el foco mediático se sitúe (por obvias razones) sobre El olor del miedo, ¿qué puedes decir a nuestros lectores de las anteriores novelas para que, de no conocerlas, les pique la curiosidad?
Aunque no las escribí en orden, creo que las novelas actúan como una trilogía conceptual. El olor del miedo debería ser la primera. Habla sobre el maltrato animal, sobre hacerles daño. Después La huella del mal, que parte de que la violencia de los hombres prehistóricos queda en nosotros; y, por último, Donde haya tinieblas, que incluye el concepto del mal y del pecado.
- Una de las más clásicas y a la vez de mis favoritas. ¿Puedes describirnos tu proceso creativo y si este ha evolucionado con los años?
En este caso me pasé muchas semanas charlando con la persona con la que suelo escribir los guiones, Victoria Dal Vera. De todas esas conversaciones surgió el cómo contar una historia muy potente, no un libro de divulgación. A partir de ahí la estructuré mucho y, después, vinieron siete meses de escritura muy intensos. En paralelo a las conversaciones seguí un recorrido similar al de JP y Violeta como proceso de investigación y documentación (estuve donde estuvieron ellos…).
- Y en relación con la anterior. ¿Tienes alguna de esas famosas manías de escritor? Como escribir en un lugar concreto, a una hora determinada, con ropa de colorines…
Nada. Escribo en el despacho de mi casa, donde tengo dos pantallas, aunque creo que puedo hacerlo en cualquier sitio. Tengo alta capacidad de concentración. No lo he hecho en lugares públicos porque no tengo necesidad.
- ¿Un autor al que admires por motivos ajenos a su obra?
Blue Jeans, por lo amable e infatigable que es tanto con sus lectores como en la vida cotidiana.
- Si no me fallan los números, llevas un ritmo de una novela cada dos años. ¿Veremos algo nuevo de Manuel Ríos en 2025 (o antes)?
Antes no. Espero que para esa fecha sí, pero no lo fuerzo. Las novelas se me ocurren durante la etapa de promoción de la obra anterior. Ahora mismo no tengo claro qué me apetece escribir.
- Agradecerte el tiempo que nos has dedicado, Manuel, y terminar de la mejor forma posible: cediéndote el micrófono. ¿Un último alegato a favor de tu obra para convencer a los lectores indecisos?
Lo que más me gusta es hacer una trama policiaca con muchos giros, vertiginosa, personajes bien construidos; y, cuando tengo al lector, hablar de temas que me interesan, como es el caso de los animales. Mis novelas funcionan muy bien en clubs de lectura.