‘Hijas de la peste’, de Aisling Gilmore

HÉCTOR PEÑA MANTEROLA.

Antes de mudarme aproveché para rebajar la lista de pendientes. En ella se encontraba la novela Hijas de la peste, de la escritora Aisling Gilmore, publicada por Valhalla Ediciones.

La obra gira alrededor de un concepto que, con los tiempos que corren, a más de uno (y de una) se les habrá pasado por la cabeza: un mundo gobernado exclusivamente por mujeres, donde, al parecer, no existen los hombres. Se recuerda a unas bestias dañinas del remoto pasado… Y sobre una serie de creencias religiosas se erige una sociedad monárquica e igualitaria.

Claro que, para sostener esta idea, las ramificaciones afectan todos los eslabones de la sociedad. Sin ir más lejos, la reproducción, cuya consecuencia directa es una maternidad compartida. El ingenio con que la autora aborda estas cuestiones es uno de los pilares de la novela: leer por descubrir cómo una sociedad ficticia (aunque plausible) subsiste. He de mencionar que a las ciudadanas no les falta de nada. Siguen un proceso vital ordenado hasta formar una familia, trabajan, los índices de criminalidad son prácticamente nulos…

… hasta que se suceden lo que en un primer lugar son catalogados como sucesos aislados. Células rebeldes. Nunca llueve a gusto de todas.

Es a partir de este momento que la historia deja atrás todos estos primeros capítulos de exposición rayanos con el costumbrismo distópico para pisar el acelerador del ritmo narrativo y dispararnos contra una trama arriesgada, donde los secretos (esos tentáculos de húmedo pasado), las intrigas cortesanas y los propios pilares de la sociedad se ponen en jaque. Se trata de correr por sobrevivir, pero, a su vez, de mirar atrás, de no olvidarse de quien espera ni de dónde lo hace.

La novela tiene algunas escenas muy graciosas. No me detendré aquí porque no quiero desvelar nada al respecto, pero, digamos que en una sociedad que no conoce nada sobre el género masculino (a nivel de su propia especie, claro), se pueden dar situaciones embarazosas. Embarazosas y cómicas.

Decir que es la primera de una biología. Que esto no retrase la lectura, ya que no dentro de mucho conoceremos el desenlace de esta historia.

La obra puede adquirirse a través de los canales de venta habituales (librerías, Amazon, grandes supercicies…).

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