UNA CALLE, UN LIBRO

Escaleras de Lapa en Río de Janeiro, “Para vivir un gran amor” de Vinicius de Morais

Cuando se sentía angustiado, Vinicius de Morais subía por las escaleras de Lapa, el barrio bohemio de Río de Janeiro, para visitar a su amigo Manuel Bandeira (el autor de  “Estrella de la noche”), que vivía en un callejón en lo alto, al lado del convento de Santa Teresa. “Y yo iba y escalaba/ la gran espiral erguida/ y el poeta me aguardaba/ donde todo me cuidaba/ de la angustia del vacío/que abajo me consumía”.

El poema está en “Para vivir un gran amor”, un libro de poemas y crónicas que escribió entre París y Montevideo. Pero lo más gracioso es el texto que da título al libro. Lo escribió con ironía y con lirismo: “Es muy necesario tener un crédito de rosas en la floristería- mucho más, mucho más que en la modista-para contentar al gran amor; después un guisadisto con torreznos suma algún punto a favor”. Lo carnal no se opone a lo espiritual, ya lo decía Cunqueiro, y lo visible al hacerse intenso se vuelve invisible, decía Rilke.

Y no distraer la pasión: “Para vivir un gran amor, os digo, es necesario tener cuidado con el viejo amigo, que porque está solo siempre quiere ir contigo para engañar al gran amor”.  Mientras subía aquellas escaleras como una iniciación a otros niveles seguramente pensaba que Manuel Bandeira no lo apartaría de su gran vivencia.

Pero sobre todo hay que encontrar a esa mujer justa, mujer hecha especialmente para uno, de la que hablaba Sandor Marai (que en la novela desolada de Marai no existía). Dice Vinicus: “Pero todo esto no sirve de nada si en esta selva oscura y desvariada no se sabe encontrar a la amada… para vivir un gran amor”.  Y así el hombre que admiró tanta a aquella muchacha de Ipanema une lo sensual a la sublimidad de Dante.

ANTONIO COSTA GÓMEZ       FOTO: CONSUELO DE ARCO