Juan Ramón Masoliver

Juan Ramón Masoliver

(Edición y cultura en la Barcelona de posguerra)

Míriam Gázquez

Fórcola Editorial

Madrid 2023     444 páginas

 

 

MASOLIVER: EL INTELECTUAL DENOSTADO

 

Por Íñigo Linaje

 

Justo es y, más que necesario,  imprescindible, rescatar del olvido a figuras clave de nuestra historia literaria. Y es que la memoria, con frecuencia, tiende a olvidar ciertos nombres que, bien por su (supuesta) irrelevancia histórica, bien por no haber alcanzado cierta popularidad en vida quedan relegados al ostracismo.

Cuando se cumplen veinticinco años de la muerte de Juan Ramón Masoliver (1910-1997), la profesora y ensayista Míriam Gázquez (Barcelona, 1983) acaba de editar una obra en la que pone de actualidad a una figura cardinal de la cultura catalana de posguerra. Y es que Masoliver, además de editor y traductor, fue el fundador, entre otros, del Premio Nadal y el Premio de la Crítica, dos galardones cuyo prestigio literario sigue vigente. Y no solo eso: el escritor fue también un periodista vinculado a La Vanguardia y a Heraldo de Aragón y corresponsal de esos diarios en Italia y Oriente Medio, amén de redactor –y aquí viene una de las razones de su olvido- del Estatuto de la Falange.

El ensayo de Miriam Gázquez, titulado simplemente Juan Ramón Masoliver, viene a llenar el vacío de un periodo de nuestra historia literaria poco explorado: la cultura barcelonesa de posguerra. En este sentido, para la elaboración de la obra, fue capital el acceso que tuvo la autora a los archivos personales del escritor, que le facilitó la viuda de este, Emilia de la Vega. Miriam Gázquez contactó con ella en 2009 y tuvo el privilegio de visitar la inmensa biblioteca de Masoliver en varias ocasiones. Antes de la muerte de su mujer, en 2014, consiguió incluso que la Biblioteca de Cataluña se hiciera cargo del legado del editor, destinado como estaba al olvido.

Audaz, extraño, charlatán, ingobernable. Lector compulsivo, periodista, personaje vilipendiado por su postura ideológica, Juan Ramón Masoliver fundó en 1939 la editorial Yunque, que a lo largo de cuatro años albergó bajo su sello distintas colecciones. La más importante, sin duda, y la de mayor relevancia histórica, fue “Poesía en la mano”, un proyecto que combinaba la traducción de poetas extranjeros con la exquisitez de su diseño. Fue entonces cuando, desencantado de las vanguardias, Masoliver decidió marcharse a Italia y cubrir la corresponsalía de La Vanguardia en Roma. Allí conocerá a Ezra Pound y será testigo del ascenso del fascismo. Ambas circunstancias definieron el ideario político e intelectual del catalán, un ideario que aspiraba a crear -en los años cuarenta del siglo pasado- una especie de “aristocracia cultural” en la sociedad.

A partir de ese momento, el proyecto vital de Juan Ramón Masoliver será instaurar en la Barcelona de la época una ideología basada en la propaganda y en sus publicaciones literarias. Así, en años sucesivos, impulsará la creación de la mítica revista Destino y el Premio Nadal (en homenaje a un joven camarada fallecido en plena juventud), que dejaría para la historia nombres insignes de la narrativa española como Carmen Laforet, Miguel Delibes y Rafael Sánchez Ferlosio.

Al final de su vida, en una carta dirigida a su amigo Ramón Serrano Sellver, Masoliver mostrará su desencanto con el régimen franquista y se declarará “anarco-monárquico”. He ahí las contradicciones de este personaje fascinante, admirador confeso de Ezra Pound (conservaría como oro en paño la primera carta que este le escribió) y fundador de un sistema cultural cuya principal arma fue la poesía. Todo ese mundo lo explica de forma prolija Miriam Gázquez en este ensayo biográfico, con profusión de datos, fechas y detalles. Todo tras el prólogo revelador que firma Jordi Gracia. Como colofón, los versos de Pound que están escritos, a modo de epitafio, sobre la tumba del editor: “Vive en mí como eterno ser del viento / y no como las cosas transitorias viven”.

 

 

 

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