Crónica del Ohlalà! Festival 2023
Por Jordi Campeny.
Cuando llega la primavera, y hasta bien entrado el verano, la ciudad de Barcelona ofrece múltiples festivales de cine para satisfacer los paladares más variopintos. El cine de autor más exigente y premiado en certámenes internacionales, películas de raigambre literaria, el indie estadounidense, los documentales más importantes del momento o la cinematografía de distintos países o continentes son algunas de las ofertas que propone la capital catalana para saciar los apetitos cinéfilos de autóctonos y visitantes. Entre ellos, destacan el D’A, el Americana Film Fest, el Barcelona Film Festival, el DOCS o el Festival de cine francófono de Barcelona, el Ohlalà! Festival.
Este mes de marzo, y durante ocho días, el Instituto Francés de Barcelona y los cines Girona han acogido la quinta edición del certamen, con récord de asistencia y un marcado acento feminista –curiosamente, el festival culminó el día 8–. Entre las más variadas propuestas, el Ohlalà! proyectó, además, un ciclo del director canadiense Xavier Dolan, que nos permitió disfrutar de nuevo en pantalla grande de títulos tan emblemáticos de su arrebatada filmografía como Tom à la ferme, Laurence Anyways o su obra cumbre, Mommy.
Esta quinta edición del Festival contó con la presencia de Thierry Frémaux, delegado general del Festival de Cannes y director del Institut Lumière de Lyon, quien ofreció una masterclass con profesionales del sector en el que se compartieron conocimientos y experiencias. Frémaux, figura clave en la industria del cine actual, explicó cómo ha vivido, a lo largo de dos décadas, las mutaciones del cine en el siglo XXI y su impacto en el Festival de Cannes. También en esta edición pudimos ver, por primera vez en pantalla grande –ha ido directamente a plataformas– la gran vencedora de los premios César de este año, el modélico e interesantísimo thriller de tintes chabrolianos La noche del 12, de Dóminik Moll.
La gran fiesta del cine francófono cerró su primer lustro de vida coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, y lo hizo con un palmarés muy oportuno para la ocasión. El Premio del Jurado Joven y el Premio del Público fueron para Annie Colère, de Blandine Lenoir, presentada en el Festival de Locarno. Una oda a la solidaridad femenina que muestra la lucha que se llevó a cabo en Francia durante los años setenta para conquistar el derecho al aborto. El Premio del Jurado de este 2023 fue para La Mif, de Frédéric Baillif, de próximo estreno en salas. La película, de cierto aroma neorrealista, muestra el día a día de un grupo de chicas adolescentes en un centro de acogida; la relación entre ellas junto a los trabajadores sociales. Una cinta movida por las mejores intenciones, con puntuales destellos de brillantez y verdad, que acaba naufragando por acumulación y cierta manipulación emocional.
De entre las propuestas disfrutadas en el certamen, sobresale la octava película de la gran Mia Hansen-Love, Una bonita mañana; historia de una joven viuda, Sandra, quien se reencuentra con un viejo amigo casado con el que vivirá un inesperado y pasional amor. A su vez, Sandra cuida de su hija y de su padre, un profesor que padece una enfermedad neurodegenerativa. Hansen-Love escribió el papel de Sandra para Léa Seydoux, quien realiza una de las interpretaciones más matizadas y conmovedoras de su carrera, puede que la mejor desde La vida de Adèle. En esta ocasión, el film pivota en temáticas que exigen cierta gravedad y un tono sombrío pero, a pesar de ello, la directora consigue, una vez más, una película tierna y luminosa, libre de artificios, hermosa y melancólica. Y es que, de repente, una buena mañana de verano en tu ciudad, tu mundo puede desvanecerse. O puede, también, dar un giro radical hacia un futuro lleno de esperanza.