Viento herido
Casares, Carlos
Viento herido
Impedimenta
Un libro de relatos magistral, desinhibido, intenso, dotado de un crudo lirismo. El deslumbrante debut de uno de los autores claves de la literatura gallega del último siglo.
Cuando se publicó en 1967, Viento herido causó un auténtico terremoto en el panorama de la literatura gallega, a la que hizo entrar en la modernidad. Estamos ante relatos brevísimos, descarnados, gobernados por la brutalidad, el fatalismo, el infortunio y la violencia. Un grupo de niños tortura a otro en un despiadado juego de guerra. Un anciano observa cómo pasan los días mientras espera la muerte. Tabernas donde se vengan fantasmas del pasado. La nostalgia de un amor perdido. La huella del tiempo posada en objetos familiares. La tristeza de un domingo por la tarde. Ritos de paso entre la infancia y la edad adulta. Alternando el monólogo interior con la narración en tercera persona, Casares retrata personajes desesperados, siempre faltos de una voz que los saque de la monotonía, ciegos, enfermos y víctimas de amores imposibles. Con ecos de Kafka, Faulkner, Pratolini, Pavese, Duras y del realismo mágico de Rulfo, estamos ante un hito de la literatura del XX.
Carlos Casares nació en Xinzo de Limia (Orense), en 1941. Estudió Filología Románica en Santiago de Compostela, donde desarrolló una intensa labor política.
En 1967 publicó su primer libro, Vento ferido (Viento herido), que sacudió los cimientos de la literatura gallega de la época. Personaje incómodo políticamente para el régimen franquista, en 1976 recibió el Premio de la Crítica española por su novela Xoguetes para un tempo prohibido. En 1985 se convirtió en el director de la Editorial Galaxia, buque insignia del galleguismo. Tres años después quedó finalista del Premio Nacional de Narrativa. Mantuvo una íntima amistad con Álvaro Cunqueiro, con Ramón Piñeiro y con Gonzalo Torrente Ballester. Fue presidente del PEN Club Galicia y académico de la Real Academia Galega. Falleció en 2002 de un infarto, en Vigo.