«1793»: una novela gótica noir, donde el terror campea por la miseria y el sadismo
Horacio Otheguy Riveira.
Dividida en varias partes, tiene una peculiaridad que la hace especialmente subyugante: en un largo comienzo dos personajes atípicos (un manco, víctima de guerra, y un abogado muy inteligente, gravemente enfermo) convertidos en detectives para investigar un crimen espeluznante. Los lectores nos enteraremos antes que ellos de lo que realmente sucedió. O en parte, porque a su vez se desarrollan historias cruzadas, producto de horrores entre extremadamente pobres, a merced de la “Justicia” segla o la Iglesia, y la tragedia de ricos desbordados por pasiones enfermizas…
La ebriedad en callejones y tabernas, la prostitución, las deshonras de posguerras intransitables, la miseria extrema y también no pocas valentías para afrontar el día a día, casi siempre durante las noches más oscuras entre lodazales, cadáveres despedazados y los placeres tortuosos de gente rica que aparenta filantropía. En este ambiente propio de serie negra por el destaque virulento de los horrores sociales y económicos frente a crímenes horrendos, se yergue una novela en la que habitan cuerpos novelísticos complejos y dispares flotando en un río narrativo que domina una gran trama con personajes que van orillándola hasta revelar en el último tramo aspectos inesperados.
Entre tanto material interesante, lo gótico se expone con crudeza, ya que expansiona sus aspectos más tenebrosos llegando a situaciones terroríficas en la piel de muy jóvenes (17 años…) en manos de guardias feroces (al servicio de la Iglesia o del Estado), maduros misteriosos, nobles y plebeyos, estafadores ingenuos y farsantes de amplia experiencia en torno a situaciones de una crueldad inconcebible.
«Mickel Cardell flota en el agua fría. Con la mano libre —la derecha— intenta agarrar por el cuello de la guerrera a Johan Hjelm, que está a su lado, inmóvil y con espuma roja en los labios, pero la sangre y el agua salobre hacen que la tela se le resbale de los dedos. Cuando una ola se lo arrebata finalmente, Cardell siente ganas de gritar, pero de sus labios solo brota un gemido. Hjelm se hunde sin remedio. Cardell hunde la cabeza en el agua y por unos instantes sigue el viaje del cuerpo hacia las profundidades. Temblando de frío y conmoción, cree divisar algo más allá abajo, en los límites de la percepción: los cadáveres mutilados de miles de marineros caen lentamente hacia las puertas del infierno. El Ángel de la Muerte, con una calavera a modo de corona, repliega las alas para acogerlos. En medio del remolino que forma la corriente, sus mandíbulas se abren y cierran en una carcajada burlona».
Si bien, tras algunos capítulos especialmente abrumadores, algunos necesitamos parar la lectura, tomar distancia, pensar, analizar e incluso olvidar las bárbara imágenes, en general el estilo de Niklas Natt Och Dag (Estocolmo, 1979), es pausado, distante de todo sensacionalismo, deja, con gran sobriedad, tal vez por ello especialmente impactante, que la barbarie de la nobleza sueca de entonces exhiba su dosis de sadismo. Parte de lo que cuenta tiene base histórica que él mismo pudo haber conocido en el historial de su aristocrática familia.
Mientras el mal corre por las sucias calles de la gran ciudad de Estocolmo, un flaco que todos dan por premuerto y un inválido con igual coraje y menor inteligencia, siguen de cerca las huellas posibles para desenmascarar el horrendo crimen del que se conoce no más empezar, pero va adquiriendo diversas gamas de luces y sombras.
Se publicó en Suecia en 2017 y a partir de 2020 en España, tras convertirse en un éxito internacional. Millones de lectores siguen la continuación en la llamada Trilogía de Estocolmo.
1793 es muy superior a las otras dos que, sin embargo, mantienen cierto interés por el perfil de sus principales personajes.
Genial, hasta ahora tus crónicas me conducían a la que se convertía en mi próxima lectura, pero esta vez ocurrió al revés, justo acababa de terminar el libro cuando me llegó tu crítica y la experiencia no ha podido ser mejor. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Este autor en novela negra creo que es de lo mejor.
Como siempre, muchas gracias y felicidades por tu trabajo.
¡Qué feliz coincidencia! Muchas gracias.