Outer Range (2022), creada por Brian Watkins – Crítica Serie TV
Por Jaime Fa de Lucas.
Un ranchero de Wyoming descubre un agujero de aspecto sobrenatural en su terreno al mismo tiempo que tiene que enfrentarse a su vecino para mantener sus tierras y lidiar con un suceso trágico en el que se ven envueltos sus hijos. Todo esto trastoca por completo la vida de la familia Abbott, que ya de por sí arrastraba algunos problemas del pasado.
En los primeros capítulos, Outer Range pone sobre la mesa ingredientes de calidad: una premisa interesante, una fotografía estupenda, un uso peculiar de la música y unos personajes que mayormente funcionan, además de contar con una localización espectacular que da fuerza a la ambientación, por no hablar de la solidez del reparto ‒destacar a Josh Brolin, Imogen Poots y Lewis Pullman‒ y de la dirección. La serie se ve ligeramente obstaculizada por algunos artificios narrativos evidentes cuyo único objetivo es impactar a la audiencia, pero esto lo compensa manteniendo el suspense sobre el misterio del agujero.
Por desgracia, una vez superado el ecuador ‒alrededor de los episodios 5 y 6‒, la serie empieza a desmoronarse, oscureciendo su mitología sin motivos aparentes y dejando al espectador cada vez más frustrado por la falta de explicaciones satisfactorias. La sensación es que Brian Watkins pierde el control de la historia y empieza a generar caos para intentar ocultarlo. Outer Range se enfanga de tal manera que uno acaba perdiendo el interés, sobre todo porque las motivaciones de los personajes dejan de estar claras. Ni siquiera los giros y los efectos del final ‒muchos de ellos arbitrarios, salvo para colarnos una segunda temporada‒ consiguen que remonte el vuelo.