Nueva temporada en Madrid de «El médico. El musical»
Por Horacio Otheguy Riveira
Buenos recuerdos desde 2018 cuando irrumpió una empresa con raíces en el Sur de España, al margen de los musicales habituales. Allí creció El médico. El musical con mucha fuerza, estreno mundial en el Nuevo Apolo de Madrid donde cumplió larga temporada y fue aplaudido incluso por el autor de la novela, un nonagenario gran escritor como Noah Gordon que dio todas las bendiciones al proyecto cuando más se necesitaba, es decir, en los primeros compases en papel y pantalla informática, balbuceos de un recorrido muy ambicioso por parte de un gran equipo en la dramaturgia, la música, las canciones…. pero sin raigambre internacional, aunque con antecedentes muy nobles en Jerez de la Frontera, Cádiz, donde ya existía una Academia de música, mucha pasión y suficiente dinero por parte de gente confiada en dar el salto a lo universal de su arte.
Fallecido en noviembre 2021, con 95 años cumplidos, Noah Gordon llegó a emocionarse al ver en video el espectáculo de su libro que ya había tenido millones de lectores y espectadores cinematográficos. Sus herederos siguen aprobando el proceso creativo, la gira nacional, y posiblemente internacional de esta renovada producción ahora en Madrid en el Espacio Delicias, una carpa instalada por el banco Ibercaja junto a productores muy implicados.
Best-seller mundial desde su primera publicación en 1986, desarrolla la epopeya de un huérfano a lo largo de muchos años de soledad y peligros. Pero su camino tiene la fabulosa oportunidad de conocer la amistad y el amor entre culturas diferentes, nadando a contracorriente en busca de conocimiento. Un héroe cristiano que forja su destino entre persas tiránicos, musulmanes sabios y judíos solidarios. Y la esperanza crece, sin duda, en ese cruce sin prejuicios, en una sociedad mestiza donde lo que verdaderamente importa es la solidaridad entre la gente.
El médico es la primera novela de una trilogía que se puede leer por separado o en un solo volumen. La saga de la familia Cole vendió más de dos millones de ejemplares en España.
El eje de la novela sigue siendo el mismo de otros libros de Gordon, un aliento de fraternidad mundial entre las tres religiones con el protagonismo de un judaísmo pletórico de generosidad, tal y como fue en gran parte de los conflictos desarrollados entre páginas que dejan traslucir no solo los avances de la medicina, sino los diversos caminos de las tres religiones donde seres humanos cargados de prejuicios, liman diferencias y se unen. Aquí y ahora lo hacen entre canciones con una banda sonora formidable, con el despliegue sinfónico de las grandes producciones y la intimidad de muchos temas interpretados como un místico susurro que auspicia la esperanza de paz duradera, siempre en compañía de las estrellas que guían a los caminantes del desierto…
Tiempos difíciles por donde sólo puede triunfar la unión de los contrarios con un mensaje común: curar a los enfermos, fortalecer a los desgraciados, amar al amor en torno a un dios que ignore el rencor y la autosuficiencia. He aquí un musical encantador que alienta lo esencial de la obra original.
Guido Balzaretti es ahora Rob Cole, un joven profesional que logra enternecer en el primer proceso del personaje y en el romántico enlace con la que será madre de sus hijos, y también consigue conmover en las diversas situaciones de valiente crecimiento en un personaje que se enfrenta a muchas situaciones límite, como cuando es el primer cristiano que realiza una operación de cataratas en la Edad Media o abre un cadáver, algo prohibido por todas las religiones, comienzo del proceso de autopsias que permitieron valiosos descubrimientos y, por tanto, salvar innumerables vidas.
Actor, cantante, compositor, adaptador Guido Balzaretti es un artista multifacético que convive en escena con un gran equipo protagonizado, entre otros, por la joven Cristina Picos y los veteranos Josean Moreno en el áspero, primitivo y a la vez maravilloso primer impulsor del niño (interpretado por Beatriz de Teresa), y el siempre magistral Alberto Vázquez (foto) en Avicena, gran maestro judío en la única escuela de medicina del mundo, con sede en Persia.
El actual espacio escénico no tiene las condiciones habituales de un teatro, ya que bajo una carpa se ha instalado una estructura de una sala a la italiana con recursos limitados. A su favor hay que contar con una orquesta en directo a un lado del escenario, nueve músicos muy profesionales que dan vida a la muy variada partitura creada por Iván Macías.
La dirección artística está a cargo del actor-cantante-director Ignasi Vidal (El cabaret de los hombres perdidos, Dignidad, Dribbling…), quiene tiene a su favor la gran creación de Lorenzo Caprile en el diseño de vestuario, pero sin duda ha de lidiar con un escenario con pocos recursos, elementos escenográficos no siempre adecuados, y sobre todo el grave defecto de la instalación: muy incómoda en sus butacas con amplias zonas de baja visibilidad, además de que no se ha insonorizado y en momentos de atmósfera intimista irrumpe el sonido de trenes por los cercanos raíles.
Así y todo, El médico. El musical, con vientos a favor y en contra se erige como el espectáculo literario-musical más importante de las creaciones nacionales de los últimos años, recibiendo numerosos espectadores allá por donde pasa.