Carlos Latre, un golfillo bonachón protegido por las artes circenses
Por Horacio Otheguy Riveira
La trama de Golfus de Roma está encabezada por un esclavo mentiroso, perezoso y de lo más astuto que, al descubrir que el hijo virgen de su amo está enamorado de una inocente joven a punto de ser vendida a un bravo militar romano, le ofrece su ayuda para conquistarla si a cambio le concede la libertad. Una serie de enredos entre bailes y canciones se abrirán camino rumbo al encantador final feliz, propio de toda comedia, por muy alocada que se precie. Pero en esta versión el pícaro esclavo está ideado dentro de una estructura circense desde el comienzo, con un excelente payaso (que tendrá otros momentos igualmente felices) que deambula con sillas plegables entre los espectadores… sillas con las que se las ingeniará para dar comienzo al espectáculo que abrirá Carlos Latre con una de las más pegadizas canciones: Algo gracioso, algo cómico, algo inocente, algo indecente…
El actor-cantante, director artístico de teatros y gestor cultural Daniel Anglés la dirige con una estructura circense de su invención con un claro espíritu de ingenuidad lima la procacidad de su ambiente prostibulario, la libido de algunos personajes y la zorrería de su golfo protagonista, aquí un esclavo más juguetón que otra cosa. Es un montaje más parecido a una revista musical, con desfile de cuadros muy bien interpretados y cantados en los que Carlos Latre, que canta estupendamente, tiene más de figura mediática que de auténtico protagonista, ya que, al tratarse de una función muy coral, todos los que le rodean brillan con fuerza.
Junto a números de circo muy conseguidos (formidable el número de los payasos musicales) destaca la dirección musical de Xavier Mestres y la escenificación del director Daniel Anglés al convertir a los músicos en actores, bailarines, cantantes y hasta payasos, todos a cargo de un rosario de perfiles siempre a la altura de los profesionales que se ocupan de los principales personajes.
Ana San Martín y Eloi Gómez encarnan a la virginal pareja en busca de amor intenso. Aquí en una de los cuadros musicales más brillantes.
Música y letras: Stephen Sondheim
Dirección: Daniel Anglès
Reparto: Carlos Latre, Diego Molero, Eva Diago, Eloi Gómez, Frank Capdet, Meritxell Duró, Ana San, Martín, Iñigo Etayo, OriolO, Mireia Morera, Pol Roselló, Carles Vallès, Gara Roda, Berenguer Aina, Mercedes Olmeda, Eduard Marcet, Alex Iglesias. Curro Ávila, Laura Masferrer, Pablo Rodríguez, Pablo Zarco, Xavier Mestres
Covers: Àngels Cervelló y Ernest Fuster
Libreto: Burt Shevelove y Larry Gelbart
Adaptación al castellano: Daniel Anglès y Marc Gómez
Arreglos musicales: Sergi Cuenca
Codirección: Roger Julià
Coreografía: Óscar Reyes
Dirección musical: Xavier Mestres
Escenografía y Vestuario: Montse Amenós
Iluminación: Xavier Costas
Sonido: Jordi Ballbé
Caracterización: Núria Llunell
Dirección de producción: Maite Pijuan
Jefa de producción y producción ejecutiva: Marina Vilardell
Producción ejecutiva: Mireia Farrarons
Ayudante de dirección y coreografía: Gara Roda
Ayudante de escenografía y vestuario: Carlota Ricart
Asesoramiento magia: Mag Lari
TEATRO LA LATINA. HASTA EL 19 DE ENERO 2022
La compañía celebra 100 representaciones el próximo 22 de diciembre
Tras la función, tendrá lugar un concierto en memoria del compositor Stephen Sondheim fallecido en noviembre
Producida por el FITCM y Focus, ha recibido el aplauso de más de 55.000 espectadores desde su estreno
NOTA AL MARGEN
Lo más fiel a la obra original es la película de 1966, con un grado de picaresca muy superior a esta versión española. Allí, un reparto de comediantes muy hechos en el teatro, el cabaret y el cine cómico dan mucho brillo al juego sexual, ambivalente y viciosillo sin perder por ello un toque de farsa ingenua en la que queda muy bien todo el reparto, en especial la colaboración extraordinaria de Buster Keaton, detrás de protagonistas modélicos como Zero Mostel y Phil Silvers. El director, Richard Lester, fogueado en comedias, nunca había dirigido un musical y este resultó formidable, entre otros motivos porque rompía con la estructura clásica de los musicales, moldeaba una farsa sobre base de las burlonas comedias latinas que se tronchaban sobre las tragedias griegas y consolidaba un repertorio de canciones muy pegadizas. Tras los aciertos del musical teatral, que seguramente tendrá exitosa gira, bien viene volver a ver o hacerlo por vez primera, esta película en forma muy distinta, pero con una musicalidad igualmente inolvidable.
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Estreno en Madrid de Golfus de Roma
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