Recordando a Breccia: Un creador imprescindible y de culto
Los nombres que encontramos en el “Olimpo” de los narradores gráficos de cómic son escaso. Entre ellos hay uno que brilla de manera impresionante y casi cegadora. Estamos hablando del uruguayo/argentino Alberto Breccia. Un pintor que hacía en cada una de sus viñetas algo que estaba más cerca de una obra pictórica que de un dibujo de cómic al uso.
Su capacidad narrativa resulta asombrosa. A lo largo de sus obras es posible comprobar su capacidad para experimentar. Ello es fruto del objetivo de su trabajo: narrar gráficamente los sentimientos. Por esta razón, no es un autor sencillo ni amable con aquel que se acerque a sus obras. Además, su ingente producción y sus diferentes estilos obligan al lector a realizar un esfuerzo interpretativo que no es frecuente en este sector.
Actualmente encontramos sus obras en varias editoriales, especialmente hay dos destacables por su distribución: Astiberri y ECC, aunque también podemos mencionar a EOLAS Ediciones (con la publicación de un ensayo) o a 001 Ediciones (Perramus). De todas ellas la que mayor esfuerzo está realizando en revitalizar la obra del maestro es ECC que, el próximo mes, publicará una edición de Nadie dentro de su Biblioteca Alberto Breccia.
Se suele considerar que Breccia comienza a desarrollar su personal narración visual con Mort Cinder. Un trabajo junto al excelente guionista Héctor G. Oestherheld que vio la luz en las páginas de la revista Misterix en 1962. Esta obra, publicada por Astiberri, sorprende por es uso frecuente de planos cortos y tiene una narración tan fluida que resulta verdaderamente adictiva. En esta obra llama la atención el uno del protagonismo de los personajes y la expresividad de las imágenes.
Precisamente esa búsqueda de expresionismo le conduce en obras como Buscavidas (ECC) a narrar usando grandes bloques de color negro. Algo que también es paradigmático en la obra “La máscara de la Muerte Roja” incluida en El corazón delator y otros relatos extraordinarios de E.A. Poe. El color negro que, según él, era el permitía transmitir un mayor impacto emocional. Estas obras contrastan con Sueños pesados (ECC) en la que la narración recuerda a la desconcertante Perramus (001 Ediciones). Si Buscavidas es más social, y se ocupa de describir la realidad de aquellos momentos, entonces necesita transmitir más impacto emocional. En cambio, Sueños pesados es más onírico y necesita de cierta nebulosidad en la acuarela.
En un reciente artículo en la revista Replicante, he comentado que su estilo se aleja completamente de lo comercial y de lo cómodo. Tanto es así que son trabajos de consumo lento, llegando, incluso, a mostrar cierto gusto por una narración de carácter feísta, incompleto y, en ocasiones, establece cierta dificultad para establecer los límites de los personajes de la obra. En este sentido me vienen a la cabeza dos obras especialmente interesantes ¿Drácula, Dracul, Vlad? ¡Bah…! (ECC) y en El corazón delator y otros relatos extraordinarios de E. A. Poe donde juega constantemente con el volumen y utiliza una composición globular que, en ocasiones, resulta desconcertante.
No puedo terminar sin mencionar a Perramus, una obra desconcertante que me recuerda en ciertos aspectos a la manera metafísica de narrar de Andreas. Esta obra recopilada por 001 Ediciones parece un trabajo de aventuras, centrado en el contexto cultural argentino, pero cada página transita hacia aspectos internos, filosóficos y antropológicos. De ahí su carácter de obra universal e internacional. En ella, sus silencios son tan elocuentes y evocadores, asentados siempre en las obras de Breccia, que merecen un análisis particular y en detalle.
En definitiva, la obra del maestro Breccia está de gran actualidad en España. No dejes pasar la oportunidad de profundizar y asombrarse entre su trabajo.
Por Juan R. Coca.