Hombres que se atreven a marcarse un «Full Monty» musical para salir de una maldita crisis

Por Horacio Otheguy Riveira

Un gran éxito del cine inglés sucedió en 1997, cuando se contó la historia de trabajadores en paro en 1967. El tema va a más, con o sin pandemia de por medio, así que la historia no puede tener más actualidad. Mientras la película se sigue viendo, el musical no para de rodar internacionalmente desde el año 2000 en que se estrenó en Estados Unidos. No es un musical estándar, de hecho se asemeja bastante a una opereta en un contexto de comedia costumbrista, sin canciones que uno se lleve a la boca ni recuerde especialmente, salvo la del final. Lo que importa en realidad es la exaltación de que toda depresión laboral lleva al arrastre la autoestima, y por tanto las relaciones sentimentales de cualquier tipo… y con todo ello, un alicaído, tragicómico estado de cintura para abajo.

De allí la gran simpatía que despiertan estos hombres corrientes de pueblo deprimido que consiguen despertar anímicamente y forjar lo que parecía demencial, absolutamente imposible, salir al frente con un show de stripper exclusivo para mujeres. Un show a contracorriente porque no cumplen con ninguna de las reglas de los tipos cachas con cuerpo de modelos, pero empezando desde lo nimio de su vida cotidiana se van haciendo fuertes y llegan a montar su espectáculo desde el esfuerzo, la amistad, y sobre todo la audacia de prometer un Full Monty, esto es, un Paquete Completo, y para conseguirlo hay que aprender a bailar y desnudarse ante lo que serán muchas mujeres, y los actores bailan y cantan en un espectáculo donde también deben superar la falta de garra de sus penes y de los penes de todos los hombres que pasan por situación parecida…

Lo importante es cómo cobran vida sus cuerpos, esas figuras que nadie miraría por la calle pero están cargadas de entusiasmo por salir adelante. Cada actor-cantante de esta Compañía compone su personaje desde la humildad del teatro, este extraño lugar donde todo es posible sobre la marcha, en el continuo esfuerzo de cada función que nunca se repite exactamente igual.

La producción se basa en el excelente elenco y sortea adecuadamente lo más flojo del texto, por otra parte escrito por un gran profesional como Terrence McNally (Ragtime, Frankie y Johnny en el claro de luna, Anastasia), con diálogos y situaciones que en el segundo acto se tornan muy poco interesantes en cuanto el humor da paso a fugaces melodramas familiares. La puesta en escena y la interpretación deja avanzar esta debilidad que, naturalmente, desaparece en cuanto los chicos se aferran con su gran objetivo y se comprometen a tope y no paran hasta arrasar en un vibrante final que el público ovaciona.

Entre sus mayores aciertos, además del brillante reparto, la traducción y adaptación de Zenón Recalde que consigue crear un clima de comedia de costumbres con el que es posible empatizar, evitando la común vulgaridad de castellanizarlo todo sin respeto por las reglas de la comedia original. En todo momento el lenguaje mantiene el punto justo de lo ligero sin caer en la chabacanería que se brindaría con facilidad. Es un mérito grande que encauza este show en busca de los placeres perdidos con la simpatía y la ternura propias del ambiente y la historia que se cuenta.

 

Torpes, tímidos, temerosos… se sienten reconfortados con el ánimo de una pianista llena de ilusión, capaz de lograr que los obstáculos se conviertan en ventanas abiertas. Personaje a cargo de una estrella de los musicales con entusiasta vis cómica: Marta Malone.

Jorge González, actor-cantante, aquí stripper profesional por el que las mujeres se derriten de gusto. ¿Cómo podrán competir con semejante adonis? ¡Pues a por ello!

Un reparto de gran eficacia en el que se consolida la amistad de la ficción con una gran armonía de voces e interpretaciones, con escenas de lucimiento para cada uno. Especialmente el trabajo de Piñaki Gómez, gran personalidad del teatro andaluz que aquí compone a un cubano que parece recién llegado de la Isla con su legendaria carga de histrionismo.

Las mujeres les apoyan cuando ya casi están a punto de conseguirlo y algunos están a punto de abandonar.

Jota es Sam Gómez
Daniel es Falco Cabo
Jorge es José Navar
Mario es Gustavo Rodríguez
Potro es Piñaki Gómez
Alex es Carlos Salgado
Gina es Marta Malone
Lucy es Chus Herranz
Vicky es Begoña Álvarez
Teo es Alberto Reinoso
Ana es Marta Arteta
Luka es Jorge González
Edu es Gallo Ryan
Esther es Marian Casademunt
Richy es Chemari Bello
Cover Externo : Marta Valverde
Cover Externo: Laura Muriel
Cover Externo: Luis Maesso

DIRECCIÓN MUSICAL CÉSAR BELDA

Piano: César Belda / Borja Arias

Saxo / Clarinete / Flauta: Luis Merino / Víctor Muñoz

Trompeta: Agustín Martínez / Luis del Burgo

Batería y Percusión: Javier Carralero / Roberto Fdez.

 

Libreto: Terrence Mcnally

Música y letras: David Yazbek

Adaptación: Zenón Recalde

Dirección: Yllana (David Ottone)

Producción: Theatre Properties y Planeta Fama Producciones
Productor Ejecutivo: Tomás Padilla
Productor: Álvaro Mouriz
Dirección Actoral, Coreografía y Vestuario: Silvia Villaú
Escenografía e Iluminación: Tomás Padilla
Dirección Musical: César Belda

Producción: Planeta Fama Producciones y American Broadway Entertainment y Theatre Properties
Espectáculo supervisado y con las licencias oficiales de Broadway , de MTI (Music Theatre International (Europe) Limited.

TEATRO RIALTO. GRAN VÍA DE MADRID.

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