Mágica agonía de los cómicos de la legua en su «Viaje a ninguna parte»
Por Horacio Otheguy Riveira
Un trabajo de creación minucioso con voz propia, desde la puesta en escena detallista y amorosa de Ramón Barea, quien logra plasmar una coralidad en la que él mismo como actor se mantiene firme como el primer actor de la Compañía y uno más, todos juntos agonizando por pueblos de Castilla, actuando allí donde les pongan con su repertorio de comedias o melodramas. En el cuidadísimo montaje destaca la fusión del teatro que ellos representan con el que interpretan ahora, calidades que suman y les permiten ocuparse de varios personajes aportando al material original una adaptación vibrante, novedosa, que hace de la experiencia un acontecimiento que no añora en absoluto el pasado nacido en los ochenta del siglo XX.
La novela se publicó en 1985 y en el 86 el propio Fernán Gómez la dirigió y protagonizó en una película que obtuvo uno de sus mayores éxitos. Mucho más tarde Ignacio del Moral se ocupó de trasladarla al teatro en una Magnífica versión en el Valle Inclán, año 2014, dirigida por Carol López. Todos recuerdos que no empañan en absoluto este nuevo fresco de un tiempo de posguerra española donde los cómicos itinerantes se topan con el cine ambulante que ocupa su sitio, enemigo acérrimo junto al fútbol.
Ellos, que nunca pisaron un escenario de verdad «con camerinos y telón de sube y baja» nos entusiasman con sus escenas rudimentarias pero bien templadas por un reparto que entra y sale de sus personajes siendo cada actor, cada actriz un personaje a su vez. La amarga agonía del cómico de la legua se convierte en una brillante sucesión de acciones teatrales, muchas de ellas con eficaz acompañamiento musical (compuesto e interpretado por un miembro más de la Compañía, que también interviene con acierto en la piel de algunos personajes Adrián García de los Ojos) y aporte de un cancionero popular encajado maravillosamente hasta dar con un final logrado con tal esmero poético que conmueve como si nunca lo hubiéramos visto antes, porque en realidad no lo vimos nunca de esta manera.
La imaginación de los creadores de este Viaje a ninguna parte es capaz de llevarnos a lugares mágicos donde solo el teatro puede llegar con la misteriosa cercanía de nuestra butaca y el fantástico encanto de componer personajes para cada uno de nosotros, espectadores entregados que, cualesquiera sea nuestra edad, también fuimos emocionados habitantes de pueblos donde ver llegar a los artistas ya era fiesta completa.
… está hecha la novela en que se basa la obra por un cómico, hijo de cómicos, criado entre cómicos, y sabe de qué habla, cómo habla, por qué habla. Tiene memoria. Tiene vida. Estas cosas solo se entienden si se viven, por eso lo mejor es que se vengan con nosotros, invitamos al espectador a este viaje. Un viaje en el que, aunque nosotros sigamos, ustedes se pueden apear cuando les plazca. Es solo teatro, aunque… tiene veneno, el teatro tiene veneno. ¡Vamos, que sale el autobús! (Ramón Barea)
Autor: Fernando Fernán Gómez.
Adaptación teatral: Ignacio del Moral.
Dirección: Ramón Barea.
Intérpretes: Patxo Telleria, Mikel Losada, Ramón Barea, Itziar Lazkano, Irene Bau, Aiora Sedano, Diego Pérez, Adrián García de los Ojos.
Espacio escénico: Jose Ibarrola.
Música: Adrián García de los Ojos.
Vestuario: Betitxe Saitua.
Iluminación: David Alkorta.
Atrezzo: María Casanueva.
Ayudante de dirección: Galder Sacanell.
Ayudante vestuario: Karmele Corona.
Ayudante de producción: Nagore Navarro.
Distribución: Portal 71
Coproducción: Teatro Arriaga Antzokia (Bilbao) / Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa (Madrid).