Cuarta Pared repone las dos primeras obras maestras de su última trilogía
Por Horacio Otheguy Riveira
Del 8 de septiembre al 17 de octubre, gran ocasión de volver a ver, y mucho más de ver por vez primera, la Trilogía Negra I y II de la producción de Cuarta Pared. Revivir un acontecimiento semejante adquiere un valor de extraordinaria riqueza artística. Sin duda se trata de dos funciones excepcionales en todos los aspectos.
Tras ganar en 2020 el Premio Nacional de Teatro, la Sala Cuarta Pared abre la temporada 2021-2022 con una programación especial de su propia compañía.
· Las dos primeras entregas de la Trilogía Negra se presentan por primera vez juntas en cartel, mientras se anuncia que la tercera y última obra comenzará su fase de gestación próximamente.
· Esta trilogía, que cuenta con un equipo estable de dramaturgia y dirección, remite a la investigación de un crimen en cada propuesta, en las que se utiliza el género thriller para desentrañar las vicisitudes de un mal sistémico que debe erradicarse.
La interpretación de ambas funciones tiene el sello de un estilo técnicamente riguroso que permite una entrega emocionalmente vitalista que pone en constante tensión al público.
NADA QUE PERDER
Del 8 de septiembre al 14 de octubre. Miércoles y jueves de septiembre a las 20h00; miércoles y jueves de octubre a las 20h30. Duración: 100 min. Precio: 14€
Extracto de la crítica publicada en estas páginas con motivo de su estreno:
Una vez más, Cuarta Pared da en la diana con los recursos de su propia escuela, sus técnicas de investigación escénica y una sobresaliente aptitud para trabajar con rigor lo que aparentemente es un caos en manos de una dramaturgia desarrollada por cuatro autores, uno de ellos ejerciendo a su vez el papel de director. Es tan rica la compenetración de todos que se permiten abordar la gran dificultad de un texto distribuido en ocho escenas de alta tensión. Ocho escenas que se representan cuestionándose a sí mismas, siempre con uno de los actores comentando, censurando, ayudando o aniquilando a los otros dos, o a uno de ellos, gente que navega por la desesperación o la hipocresía.
Nada que perder: una acción desenfrenada y policiaca, un espectáculo de serie negra, tres actores impresionantes y un público necesariamente entregado a la locura de sus interpretaciones en una función que no debe contarse en detalle para disfrutar a tope, y volver a la vida de cada uno bien cargado de inquietudes.
[Crítica completa: Preguntas, paradojas y crímenes en la España de hoy]
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INSTRUCCIONES PARA CAMINAR SOBRE EL ALAMBRE
Del 10 de septiembre al 17 de octubre de 2021 (excepto sábado 18 de septiembre). Viernes y sábados de septiembre a las 20h00; viernes y sábados de octubre a las 20h30; domingos a las 19h00. Duración: 100 min. Precio: 14€
Extracto de la crítica publicada en estas páginas con motivo de su estreno:
Cinco personajes «descendientes de millones de fracasos…», entre los cuales una joven se convierte en eje, cuya resolución se reserva para el final, tras una serie de círculos que se rompen y reconstruyen hasta dar con una revelación sorprendente.
Lo han escrito tres autores para cinco intérpretes ya fogueados maravillosamente con las líneas de trabajo de la Compañía, y una protagonista alucinada que Marina Herranz compone con un brío asombroso: la energía de una actriz que encuentra en su personaje toda clase de matices entre la euforia y el desfallecimiento, subiendo, descendiendo, maravillada por sus sueños, desolada por sus frustraciones, y pronto otra vez la posibilidad de volver a empezar y conseguirlo, aunque vengan degollando, aunque todo le grite que tendría que parar y reconducirse, pero no puede parar; el sistema es un monstruo insaciable, un vampiro del que quizás esté enamorada, todo es tan endeble en su propia familia, su padre demasiado exigente, su madre atormentada, su hermano egocéntrico compulsivo, sus jefes ambiciosos y también ellos bajo mínimos…
Si ya en Nada que perder daba muestras de un talento inusual para su juventud, Marina Herranz consagra ahora unas capacidades que dejan al espectador tan compungido como esperanzado, pues permite que conectemos con la dimensión trágica de su personaje como si fuéramos nosotros mismos, compartiendo el abismo que está sociedad nos propone al empujarnos a una carrera insensata por la supervivencia a cualquier precio.
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