“De esta viva realidad”, de Norberto García Hernanz

Por Isabel Alamar.

   De esta viva realidad (Los Libros del Mississippi, 2021), de Norberto García Hernanz nos ofrece un baño poético de realidad nunca mejor dicho. Se trata de poemas con un lenguaje coloquial, espontáneo, no exento de humor, que nos introducen de lleno en temas cotidianos, pero contemplados desde una óptica profunda, de gran calado, como son: el paso del tiempo, el espacio que habitamos, nuestro presente de pandemia, etc.

El poeta utiliza siempre un lenguaje certero, directo, que fluye sin problemas, proporcionando una lectura amena de versos ágiles. Su poesía se caracteriza por cierta mezcla de soltura y desenfado. Desde mi punto de vista, la escritura de Norberto posee un halo vitalista, muy agradable, con el que nos identificaremos con facilidad y penetraremos sin problemas en su mundo poético-cotidiano que también es el nuestro.

Estos versos de Norberto, sin duda, son perfectos para sobrellevar cualquier carga con más calma, energía y optimismo. El poema “Inconcreción” es una buena muestra de ello, puesto que tiempo y humor van parejos:

Hay mañanas suicidas
que al menor descuido
se arrojan sobre sí mismas.

(…)

Ahora insiste en existir eternamente,
la muy pesada.

Por otra parte, el característico tópico del Carpe Diem también campará a sus anchas, con desparpajo, por este libro de versos, donde espacio y tiempo serán también dos conceptos fundamentales. De la importancia que le concede el yo poemático al espacio y al tiempo rescato, la siguiente estrofa lo refleja a la perfección: “Y es que es este el escenario / de los soles reclinados del invierno / y ahora toca celebrarlo / y no después, nunca después”.

En  De esta viva realidad  seremos partícipes de una mirada abierta a la naturaleza unida a reflexiones sobre la existencia que nos ayudarán a conectarnos con el aquí y el ahora, otros elementos que propiciarán esta ligazón será el empleo que hace el poeta de deícticos (aquí, allí…) o de demostrativos (estos, esos…). Hago hincapié en el último verso de la estrofa que transcribo, a continuación, por su empleo magistral de la aliteración que nos transmite una sensación clara de silencio, tranquilidad, sosiego, sensaciones ideales para crear y recrear un escenario idóneo para el autoconocimiento:

Heme aquí incólume
y al sol mesetario entregado
junto a la sierra diáfana y azul,
regalándole a la tarde
mi silueta silenciosa y solitaria.

En esta búsqueda de la calma, que el poeta realiza con total humildad, podemos leer versos de aceptación y agradecimiento, paso importante para hallar la felicidad: “Apología del abandono, / como habilidad de darnos a la tormenta / sabiendo que ella, amable y lúgubre a la vez, / se encargará de todo.

   De esta viva realidad pertenece a nuestro tiempo, un poemario bien construido y bien anclado a la realidad, y plagado de actos cotidianos como tomarnos un café, cepillarnos los dientes,… que harán sumamente actual todo lo que el poeta nos dice y nos servirán para conectar a todas luces con nuestro presente. Y de este modo reflexionar abiertamente e intensamente sobre nuestras vidas. Paz, fe, esperanza serán otros conceptos fundamentales sobre los que Norberto indagará también.

Como siempre esta editorial, Los Libros del Mississippi, y su editor, Antonio Benicio Huerga, nos sorprende gratamente con un contenido que guarda y recoge el sabor de nuestros días, incluida la pandemia mediante expresiones frescas, deícticos, pronombres demostrativos, palabras como “hoy”, “ahora”… que nos invitan a alcanzar un grado alto de conciencia. Y sobre todo nos empujan a reírnos, como estos versos que parecen extraídos de una mezcla curiosa entre El Quijote y la canción “Livin’ la vida loca” de Ricky Martin. Versos pletóricos, que derrochan ingenio, capaces de arrancarnos una sonrisa, y con los que doy por finalizada esta reseña:

Por una vez mis sueños nocturnos
son más sensatos
que la propia realidad confinada…

(…)

No es extraño, por tanto, que al despertarme
lo haga inusualmente,
como aquel que regresa del país de los cuerdos
a la Tierra loca.