Los trabajos especiales conviene recordarlos
Hoy queremos recordar una novela gráfica publicada hace unos cuantos años que llama la atención desde la humildad de la vida personal y espiritual del autor.
Estamos hablando de Advaita, una obra publicada en el año 2015 por Diábolo ediciones y firmada por Iván Sende. La obra nos muestra la vida personal del autor y la búsqueda de su espiritualidad oriental.
La narración trasluce perfectamente los entresijos espirituales de la posmodernidad New Age en la que nos encontramos. De hecho, el autor muestra, sin matices, las contradicciones que ofrece el mundo de la espiritualidad. Al fin y al cabo, este mundo es un contexto social que también está afectado por las motivaciones personales y los condicionantes económicos.
Como resulta evidente, el autor nos muestra una espiritualidad hindú en positivo, no se centra en los mecanismos de comercialización y la superficialidad existente. Así mismo, nos expone también sus reflexiones para encajar en este mundo nuestro. No obstante, el texto no es espiritual, es un texto sobre la cotidianidad. El autor explica algunos elementos de las corrientes espirituales, pero sin caer en excesos. Se centra en explicar la vida, los intereses personales, las relaciones,…
El texto juega, si se me permite decirlo así, con la pretensión de universalidad, pero circunscribiendo la narración a una vida concreta y particular. Eso hace que el texto pierda algo de fuerza y que uno no termine de adentrarse en sus páginas. En este sentido, el lector termina siendo, de manera constante, un observador externo. Posiblemente, esta es la mayor debilidad de la obra.
La narración visual es sencilla, dulce incluso, reconfortante en algún momento. Humildemente pienso que es lo mejor que tiene la obra y creo que hubiera sido una gran idea que el autor introdujese más páginas sin texto.
Por Juan R. Coca