La importancia de los cómics para la comunicación relacionada con la salud en la pandemia actual

Ciléin Kearns y Nethmi Kearns investigadores del Medical Research Institute de Nueva Zelanda publicaron el año pasado un interesante trabajo en la Journal of Visual Communication in Medicine. En este trabajo, los autores son conscientes de la importancia de que la ciudadanía obtenga información solvente, evitando las llamadas fake news. Partiendo de esta idea reflexionan sobre las virtudes de los cómics para transmitir información veraz y contrastada a la población.

Además, los investigadores también indican que los cómics tienen una cualidad especialmente interesante en términos didácticos. Esta expresión artística se basa en lo que se denomina codificación dual y que no es otra cosa que la información es captada textualmente y visualmente. De hecho, como los cómics tienen la capacidad de mostrar elementos irreales y jugar con ellos sin dificultad, logran narrar incorporando conceptos abstractos y difíciles de explicar.

Ahora bien, los autores previenen de la posibilidad de incrementar los fenómenos racistas que, según ellos, se han incrementado durante la pandemia. Recordemos que las personas más expuestas al virus han sido las que ocupan estratos sociales más desfavorecidos y, en regiones como los Estados Unidos de América, muchas de ellas pertenecen a etnias no europeas. Por esta razón, en el artículo se apuesta por una ilustración sencilla, en la que los rasgos étnicos no sean tan patentes.

Por último, los investigadores son conscientes que el lenguaje usado habitualmente por la comunidad científica se aleja mucho de las personas. Incluso podría llegar a dificultar su comprensión al incorporar datos y expresiones poco accesibles. La mediación de los cómics podría, entonces, servir como puente y solucionar estas dificultades.

Actualmente existen varios ejemplos de cómics en este contexto de la COVID-19, uno de ellos ha sido realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Singapur. El cómic se llama The COVID-19 Chronicles y son un buen número de páginas (concretamente 111) donde se exponen diferentes situaciones relacionadas con la pandemia. El cómic está guionizado por el Dr. Dale Fisher e ilustrado por Andrew Tan.

Hasta aquí la argumentación del artículo que resulta interesante por la posibilidad sociales y educativas que estos textos ofrecen. Pero convendría añadir que todo lo que ofrecen los cómics siempre necesita de un elemento artístico. Dicho de otro modo, cualquier posibilidad que tengan los cómics (educativa, de salud pública, de intervención social, etc.) siempre tiene que estar en diálogo con una narración textual trabajada y bien estructurada, así como una narración visual con esas mismas características.

Decimos esto puesto que, en numerosas ocasiones, nos hemos encontrado supuestos cómics realizados ad hoc pero sin que tengan ninguna calidad y simplemente se convierten en una especie de transmisión de ideas sin mediación experta. De ahí que sea fundamental que los expertos en este mundo (guionistas, dibujantes, críticos y/o editores) tengan voz para que, de hacerse un tipo de productos de este carácter, no sean productos “para olvidar”.

Bibliografía: Ciléin Kearns & Nethmi Kearns (2020) The role of comics in public health communication during the COVID-19 pandemic, Journal of Visual Communication in Medicine, 43:3, 139-149, DOI: 10.1080/17453054.2020.1761248

Por Juan R. Coca.