“El libro transparente de las cosas que existen y de las que no existen”, de Rafael Courtoisie
Por Isabel Alamar.
El libro transparente de las cosas que existen y de las que no existen pertenece a la cuidada colección “Libretos del Mississippi” de la novedosa editorial, dirigida por Antonio Benicio Huerga Fierro, Los Libros del Mississippi. Y lo cierto es que estos libros son verdaderas joyas tanto por su formato, muy cuidado, como por su contenido, siempre de alta calidad. Además, debemos recordar que esta colección la inauguró uno de nuestros mejores poetas vivos, Luis Alberto de Cuenca, con sus Haikus incompletos, lo cual es, sin duda, un estupendo comienzo.
Lo primero que podemos decir de la última entrega de Rafael Courtoisie es que se trata de un libro misceláneo y heterogéneo, ya que en él podremos degustar diferentes tipos de poesía: prosa poética, microhistorias, poesía narrativa, diario poético, poesía breve, haikus, aforismos, reflexiones no exentas de crítica social… Desde luego no nos aburriremos ante tanta libertad formal y tampoco lo haremos ante su contenido (lenguaje, poesía, autoconocimiento, amor, desamor, destierro…).
A este respecto, el lenguaje será el tema estrella. De hecho, el título ya nos introduce en la idea de que si no las nombramos o al menos las sugerimos las cosas no existen. Nombrar, definir…, por tanto, será primordial, se convertirá en una necesidad vital para el poeta para poder comprender mejor el mundo: “Todas las cosas / tienen nombre. / Las que no existen / Callan./ (…) … Todo / cuanto se nombra / sangra. (…) Cada palabra es un mundo”.
Este homenaje a las palabras lo percibiremos en más de un poema. Hemos de decir que todo el poemario está redactado desde la humildad, desde la transparencia, desde la sencillez, desde la sinceridad y desde el ingenio y el humor más potentes. Así, concluye en la pág. 13: “Y miedo de morir como el otoño”, qué / bonita frase. Las palabras están hechas / de nada más que nada y son eternas”.
Como bien nos adelanta este poema, las palabras son nada y son, a la vez, todo (y es que le encantan las antítesis y las paradojas a este autor). Las palabras conforman para Courtoisie todo un mundo, todo un universo sobre todo de autoconocimiento que nos ayuda a desvelar las verdades más íntimas, ocultas y profundas. Él mismo lo resume en una frase perfecta que hallaremos en la pág 72: “No tengo país, mi sitio son las palabras que digo”. Otro ejemplo lo encontramos en la pág. 17: “Para ver el eclipse / cierra los ojos. / Sólo dentro de ti / brilla la noche”.
Esta idea del todo y de la nada que trasciende, y se convierte en una verdad eterna y absoluta podremos apreciarla también en más de un verso. Véase si no: “El viento, sobre todo el viento, esa voz que no es de nadie y es de todos”.
Otro de los grandes rasgos o características que hallaremos en este poemario es el ingenio, empezaremos a encontrarlo ya en la I parte, a modo de fogonazos, con versos como el siguiente: “Una botella vacía, bien mirada, es un poema zen”, pero lo volveremos a ver esta vez, con mayor contundencia y claridad, sobre todo en la II parte, llamada “Aforismos del desterrado”, aforismos de los que, a continuación, ofrezco una somera muestra para abrir boca:
“La mirada comienza antes de abrir los ojos”.
“Sin amor uno siempre está lejos, uno es paria en todas partes”.
“La felicidad también duele.
Y a veces resulta insoportable”.
“Lleva muchas palabras aprender a callar.
Y la vida entera para cantar en silencio”.
El libro transparente de las cosas que existen y de las que no existen es un libro que nos hará meditar, al mismo tiempo que gozaremos estéticamente de cada palabra, la mayoría de las veces: tajantes, certeras, cargadas siempre de significado, incluso, a veces, con doble o triple significado. Y es que Courtoisie nos demuestra constantemente su maestría para decir hasta lo que no está dicho, escrito o ni siquiera imaginado e incluso para escribir el silencio. No en vano, este poeta, nacido en Uruguay en 1958, ha cosechado en España premios tan relevantes como el Loewe, Blas de Otero, Casa de América, Gil de Biedma y en su país otros como el Premio de la Crítica, Premio Nacional o el Premio de la Feria del Libro.
Todo un hallazgo de poemario. Por lo que a mí respecta no me queda nada más que decir. Excepto que no dudéis ni un momento en comprarlo y leerlo. Y que lo leáis con calma para no perderos sus múltiples significados. El poemario ya hará el resto como, por ejemplo, conquistaros.
Courtoisie es un gran escritor. No siempre coinciden los reconocimientos con la calidad literaria y la profundidad de pensamiento, pero es evidente que este no es el caso. “Lleva muchas palabras aprender a callar”… solo por esta frase ya merecería la pena tener el libro. Pero estoy seguro que todo él merecerá la pena. Magnífica reseña.
Muy atento. Gracias, por el comentario.