Rubaiyat

El poeta persa Omar Khayyam

Omar Khayyam nace en Naishapur de Korassam hacia el año 1040 y muere a la edad de 83 años en 1123. Fue un poeta, matemático y astrónomo persa. De acuerdo a las crónicas, su nombre real era Ghiya ed din Abu Fat Omar Ibn Ibrahim al Khayyam. En su juventud estudió astronomía y matemáticas, pero con el tiempo prefirió la poesía, que le permitió desarrollar una actitud filosófica y preguntarse  ¿qué es la vida?, ¿por qué vivimos? Khayyam creyó –sin duda-  en la transformación del ser humano.

Consideraba a Avicena –el filósofo-médico más influyente de su tiempo en occidente- su preceptor. Los relatos biográficos que se refieren a Omar Khayyam lo reseñan como un hombre incomparable en conocimiento, llegándolo a llamar Rey de los Sabios, y posible sucesor de su Maestro Avicena.

La obra poética Rubaiyat, es universalmente conocida, su título significa “cuartetos”. Consta de cuatro versos de igual medida, rimados el primero, el segundo y el cuarto, quedando libre el tercero. Son de una belleza inigualable y cargados de un lenguaje alegórico sufí, pues en los poemas se encuentran alusiones constantes a beber vino, la taberna o la embriaguez, que no deben de tomarse literalmente, sino como alusiones de un estado iluminado. En palabras del escritor Idries Shah (1924-1996) la poesía de Omar Khayyam es profundamente esotérica.

 

Leamos algunos cuartetos:

 

 

¡Despierten, despierten amigos!

que ya la aurora se arrojó al océano de la noche

ahuyentando a los astros y el Cazador de sombras

prendió en un haz de luz la torre del silencio.

  

Los primeros reflejos del sol se asoman por Oriente

y en la taberna se escucha este gritar:

“Levántense  alegres bebedores

y llenen vuestras copas,

pues ya se agita el dulce vino de la existencia.”

  

Levántate y olvida este efímero mundo.

Alégrate y aprovecha cada instante de gozo.

Pues si Natura, mujer al fin, fuese constante,

¿de haber querido, no sería ya mi turno?

 

Al mundo ¿a qué venimos?

Después, ¿por qué nos vamos?

¿Qué quiere esta existencia que nos ha sido dada?

Las almas arden y se convierten en cenizas,

Más yo no logro ver la hoguera.

 

¿Por qué temer la muerte?

Yo prefiero esta meta que eludir lo que no se puede,

a la que se me impuso al nacer.

¿Qué es la vida? Algo que me fue dado sin pedirlo

Y que pienso devolver desdeñoso.

 

Una copia de lujo que revivía la tradición medieval de los libros enjoyados de diseño opulento, se hundió en el Titanic. Tenía en su portada tres pavo reales con colas llenas de joyas y motivos florales, -característicos de las obras persas del siglo XV- contenía más de mil piedras preciosas entre  rubíes, turquesas y esmeraldas. Piezas de cuero, con incrustaciones de plata, marfil y ébano.  Dicha obra, se hundió cuando el barco  durante la madrugada del 15 de abril de 1912  se impactó contra el iceberg.

 

Por Danie Sans

 

 

Danie Sans

Periodista y escritor. Amante del arte y los enigmas históricos.

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