Un día más en la muerte de Estados Unidos

Un día más en la muerte de Estados Unidos

Gary Younge

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia

Editorial Libros del K.O.

Madrid 2020     360 páginas

 

Por Iñigo Linaje

 

El 25 de mayo de 2020 tuvo lugar, en la ciudad norteamericana de Minneapolis, uno de los crímenes más obscenos y de mayor impacto social y mediático de estos últimos tiempos. Un policía redujo a un hombre llamado George Floyd por realizar una compra -supuestamente- con dinero falso. Durante nueve largos minutos el agente permaneció presionando con su rodilla el cuello de la víctima hasta asfixiarlo. George Floyd era negro y tenía 47 años. El asesinato provocó una ola de protestas antirracistas que se extendieron por todo el mundo. Aunque la mayoría de ellas fueron pacíficas, hubo saqueos, incendios provocados, enfrentamientos con la policía. El resultado: treinta muertos.

Hay formas de violencia absolutamente injustificables, pero no es extraño que, en ocasiones, la violencia genere violencia. En Estados Unidos, cada día mueren siete adolescentes por heridas de arma de fuego. De hecho, éstas son la principal causa de muerte dentro de la comunidad negra en menores de doce años. Sin embargo, estos sucesos luctuosos rara vez llegan a las páginas de un periódico o a las pantallas de televisión. Muchos de ellos pasan desapercibidos y ni siquiera despiertan la compasión de los ciudadanos. Estamos ante dramas insuperables, ante auténticas tragedias para las familias que las padecen: personas que quedan marcadas -a fuego- por ese recuerdo de por vida.

El periodista británico Gary Young, que es columnista del rotativo The Guardian, se trasladó a Estados Unidos en 2003 con su familia y, desde allí, ha ido escribiendo artículos y reportajes sobre distintos aspectos de la realidad norteamericana. Hace siete años, decidió hacer un experimento periodístico: escogió al azar una fecha -el 23 de noviembre de 2013- y se propuso indagar en diez crímenes acaecidos en aquella jornada. A lo largo de dieciocho meses, hurgó en la sombra de esos decesos: entrevistó a familiares, consultó informes policiales, habló con amigos de las víctimas. Su deseo, más que investigar las causas de las muertes, era explorar el itinerario vital de los protagonistas. Para ello, en cada texto, ensaya un retrato psicológico de cada uno: cuáles eran sus aficiones, qué anotaciones hacían en las redes sociales, qué aspecto físico tenían.

El resultado de sus pesquisas y la rigurosidad con la que reconstruye los hechos dieron lugar a un libro extraordinario que se publicó hace cuatro años y que ahora ha traducido María Rodríguez Tapia para Libros del K.O. Las diez crónicas que componen Un día más en la muerte de Estados Unidos arrancan con la historia de Jaiden Dixon, de 9 años, y concluyen con el caso de Gustin Hinnant, de 18. En medio discurren ocho relatos más, de diverso y variopinto pelaje, todos ellos sobrecogedores. Impresiona, sobre el resto, el de la muerte accidental de un niño a manos de su amigo, con una escopeta de caza. O el del joven tiroteado en un ajuste de cuentas. Tratando de encontrar sentido a estas historias o buscando un atisbo que las justifique, Gary Young ensaya respuestas y deja sus reflexiones en la página: “El tráfico de drogas se convierte en una de las pocas salidas posibles cuando escasea el trabajo”, advierte.

Pero no solo la falta de trabajo o la educación recibida en la escuela y en el entorno familiar dificultan la integración social de algunas personas, sino que problemas como la delincuencia o el tráfico de drogas están a la orden del día en la vida cotidiana. Ante esta manifiesta desorientación juvenil, cada vez son más los movimientos sociales que tratan de movilizar a esa juventud errática y desnortada. El libro expone los casos contrarios del profesor Mario Black -comprometido desde su cargo en un centro público- y el de Danny Thornton, el asesino de Jaiden Dixon. Young analiza la personalidad de este último en el primer texto: un hombre incapaz -dice- de enfrentarse a la vida adulta y a sus responsabilidades como padre. Un hombre al que la madre de la víctima alojó en su casa cuando atravesaba momentos difíciles.

Relato terrible de honda humanidad, Un día más en la muerte de Estados Unidos nos ofrece un testimonio doloroso que, al igual que los crímenes que suceden en otros lugares del mundo, no deberían caer en el olvido. Leyendo estas crónicas de prensa, compuestas con habilidad y excelente rigor, uno diría que Gary Young ha logrado sacudir la conciencia de una sociedad insensible y superficial. Este libro hondo y descarnado, minucioso y muy preciso en sus indagaciones, golpea al lector y le hace ver cosas que no quisiera ver nunca. Por ejemplo, el adiós prematuro de un hijo.

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