Los controladores por movimiento llegan a la alta definición
Por David Tejera Expósito
Esta misma semana se pone a la venta PlayStation Move para PlayStation 3 y quedan menos de dos meses para que salga a la venta en España, Kinect para Xbox 360; las nuevas apuestas de las grandes consolas de sobremesa para la nueva temporada. Ante todo, me gustaría dejar claro que no he probado ninguno de los dos productos y que cualquier opinión que vierta aquí será resultado de las noticias e impresiones que he leído y escuchado en otros medios. Pero vayamos al grano: ¿qué pueden ofrecernos tanto Move como Kinect?
La apuesta de Sony me parece la más sincera de las dos. Sincera y rastrera porque mira que se han hartado a burlarse de la competencia en su publicidad y en sus declaraciones. PlayStation Move no es original. Es la misma idea que pudimos ver hace cuatro años con la Wii de Nintendo pero depurada y en un hardware con una capacidad de procesamiento infinitamente mayor. Sony lo sabe, pero tampoco busca sorprender a nadie con su tecnología, simplemente llevarse su trozo del pastel: ese nuevo público que sucumbió a las bondades de la Wii y que ahora es posible que esté buscando algo más. Consta de dos controladores —uno de ellos particularmente feo, en mi opinión— y la nueva PlayStation Eye, que será necesaria para que funcione la detección de movimiento y, supongo, aportará algo de novedad al asunto con juegos de realidad aumentada compatibles. Aunque si echamos la vista atrás hacia el Eye Toy quizá la cosa no sea tan sorprendente. Todo ello a un precio de 59,99€ PS Move más la cámara y 29,99 € el mando adicional de la mano izquierda. Un total de noventa euros para una experiencia de un jugador a los que hay que sumarle setenta más si queremos que otro jugador con otros dos controladores se una a la fiesta.
La apuesta de Microsoft es mucho más arriesgada y para nada sincera. Las noticias sobre el nuevo periférico de la compañía llevan ya un par de años rondando los medios especializados. Conocido anteriormente como Natal, Kinect se presentó como una tecnología revolucionaria con la que podríamos jugar a los juegos sin un pad, convirtiéndolos en algo completamente inmersivo e interactivo. Además dispondría de reconocimiento de voz para controlar el interfaz de la consola y escaneo de objetos mediante la cámara que incorpora para implementarlos en pantalla. A primera vista, la verdad es que tenía buena pinta. Pero en el E3 de este año, Kinect salió a la luz y las impresiones no han sido nada positivas. La respuesta a nuestros movimientos en pantalla no es la esperada, el aparato muestra dificultades para controlarse si estamos sentados, no se ha presentado ningún juego interesante que haga que su compra valga realmente la pena, etcétera… Si a todo esto le sumamos que a medida que llega el día de su lanzamiento se le van restando especificaciones, la cosa no pinta nada bien. Cuando se ponga a la venta en Europa el próximo mes de noviembre, Kinect no está capacitado para comprender el acento de un hablante de español de España, aunque sí a uno de español latino, y no será hasta la próxima primavera cuando salga una actualización para solucionar este problema. El escaneo de objetos tampoco estará disponible en su lanzamiento, otra especificación más tirada por la borda que, sumada a todo lo anterior, me hace plantearme para qué va a servir el cacharrito este. Todo ello a un módico precio estimado de unos 149,99 € ¿Una ganga?
¿Qué podemos esperar de todo esto los jugadores entonces? Sony ha conseguido llamar mi atención. Después de haber probado algún que otro FPS con el control de Wii, puedo decir que es una experiencia que gana muchos enteros y que es muy parecido a jugar con teclado y ratón; por lo que una vez salga PS Move y Killzone 3 está claro que la cosa se va a poner muy interesante. Pero, ¿merece la pena pagar lo que cuesta el juego más los noventa euros del aparato? No. Hasta que Move no tenga un catálogo decente no va a ser una opción viable para los que estamos interesados en los juegos de verdad y, hasta ahora, el único juego que me ha llamado la atención aparte del susodicho Killzone 3 es el Sorcery, así que está por ver lo que pueden ofrecer. En cambio, Kinect no ha conseguido sorprenderme para nada. No hay ningún juego compatible con el aparato que merezca la pena probar y todas las noticias y las impresiones que han surgido en los medios especializados no son nada positivas, así que algo me dice que el éxito que va a tener va a ser muy limitado, si es que llega a tener alguno. Aun así, quedan todavía un par de semanas para que salga a la venta.
PS Move y Kinect, los controladores por movimiento llegan a la alta definición, pero yo sigo encantado con mis pads y, por ahora, no creo que la cosa vaya a cambiar.
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