‘Nadie puede volar’, de Simonetta Agnello Hornby
Nadie puede volar
Simonetta Agnello Hornby
Traducción de Teresa Clavel
Gatopardo
2019
272 páginas
Como otros autores que han viajado de la ficción pura a formas literarias más o menos autobiográficas, la siciliana Simonetta Agnello Hornby (Palermo, 1945) se dio a conocer como novelista con una obra mayor como La mennulara, para ir poco a poco cogiéndole el gusto a la primera persona del singular y a contar lo que mejor conoce, la historia de su estirpe y la suya propia. Lo hizo en clave gastronómica en Unas gotas de aceite; luego, revelando la cartografía sentimental de la ciudad en la que vive con Mi Londres; o regresando a la villa natal a través de la memoria, en Palermo es mi ciudad. Es así como sus lectores más fieles hemos llegado a tener con ella una suerte de familiaridad cómplice, que se ha ido consolidando libro tras libro.
Ahora, la abogada y escritora regresa con el que acaso sea su libro más personal y delicado. De nuevo Agnello Hornby evoca a su familia, pero esta vez para hablar de cómo creció sabiendo que todos cuantos la conformaban eran “normales, pero diferentes”. De la Sicilia de su infancia al Londres actual, la autora acaba poniendo el foco sobre George, su hijo mayor, afectado de esclerosis múltiple desde los 15 años. La aceptación de la enfermedad, la lucha cotidiana por vivir una vida normal y superar todos los obstáculos son algunos de los asuntos que aborda Nadie puede volar, y hacen de él una lectura universal y al mismo tiempo personalísima, un hermoso canto a la asunción de la diversidad y la superación de cualquier barrera física.
M’Sur