Los sabios de la oscuridad
Los sabios de la oscuridad
Salim Barakat
Karwan
En una pequeña ciudad fronteriza del Kurdistán sirio cubierta por la nieve, en el seno de una familia tradicional, nace de madrugada Bekás, un niño prodigioso que cada hora crece lo equivalente a tres años. Transcurridas tan solo ocho horas, Bekás, convertido ya en un joven que lo sabe todo, sorprende a sus desconcertados padres con el deseo de casarse. ¿Quién más que su prima Sínam, la boba, se ofrecería a alguien cuya historia nadie podría creerse?
De noche, Bekás sale de casa para no regresar más. Al día siguiente aparece en el cementerio, donde se encuentra con su padre, el mulá Benav. En la encendida conversación que mantienen, Bekás aborda el asunto del enigmático cuaderno azul en el que el mulá registraba las cuentas y las hectáreas cultivadas. Antes de marcharse le confiesa al padre su intención de corregir las cifras alteradas en el cuaderno. ¿Podría Bekás querer enmendar el expolio de patrimonio que ha sufrido su pueblo a lo largo de la Historia? El mulá, abatido, se acaba sometiendo al destino que su hijo ha urdido para él. Nueve meses después, la esposa de Bekás dará a luz a un niño que también crecerá y envejecerá en un solo día.
Si bien la sucesión de los acontecimientos sobrenaturales confiere un carácter insólito a la novela, las escenas costumbristas y las numerosas anécdotas dan cuenta de la situación cultural, social y política del Norte kurdo, desde la caída del Imperio otomano, pasando por el mandato francés de Siria, hasta los primeros años de la segunda mitad del siglo veinte.
Campesinos, comerciantes de trigo, contrabandistas, fugitivos, soldados y hasta estorninos, mulas, gallinas, espectros y espantapájaros, todos ellos, sin olvidar el pequeño olivo del patio del mulá, son testigos de las intrigas y los ajustes de cuentas que sacuden el Norte por entero.
En esta deslumbrante ópera prima, valiéndose de una prosa fluida y de un lenguaje elegante, Salim Barakat nos arrastra con su poderoso imaginario a ese territorio huidizo con sus espesuras y colinas y ríos para dejarnos atrapados, como a sus propios personajes, en un juego magistral entre lo real y lo ficticio, lo común y lo extraordinario, lo finito y lo infinito… entre la cordura y la locura.
Poeta y novelista kurdo sirio de voz singular, Salim Barakat es un escritor hecho a sí mismo, según lo describe la crítica. Se le atribuye el haber aportado riqueza imaginativa a la novela árabe y el haber convertido el lenguaje en un elemento indisociable del esqueleto de la narración, hasta el punto de que el lenguaje casi deja de ejercer de intermediario y se convierte en la narración misma. En sus propias palabras, «en el lenguaje extenso el espacio es extenso, y es más puro el aire en los pulmones».
En el ámbito de la poesía se le considera maestro de sí mismo, pues ha hecho que el poema recuperara sus propiedades como medio de libertad expresiva llevándolo hasta más allá de sus límites.
En su obra, Barakat no se limita a adoptar un determinado tipo de escritura ni se ciñe a una corriente literaria concreta. Tenaz escultor de la frase, no teme emprender aventuras peligrosas, y cada libro suyo, tanto de poesía como de narrativa, es una enciclopedia abreviada.
Salim Barakat nació en Mosisana, cerca de la ciudad de Qamishli, en el norte de Siria, en 1951. Se trasladó a Damasco para ingresar en la universidad, donde estudió un año de Filología Árabe antes de mudarse a Beirut en 1972, y desde allí a Chipre en 1982, y más tarde, en 1999, a Suecia, donde reside actualmente.
Hasta la fecha ha publicado veintiún libros de poemas, veintiséis novelas, dos autobiografías y algunas recopilaciones de artículos. Su obra se ha traducido a las lenguas kurda, francesa, sueca, turca, alemana, catalana y española.