“De lo espiritual en el arte”, V. Kandinsky
Te ofrecemos un texto de Vasili Kandinsky, recogido en su obra De lo espiritual en el arte (Paidós):
«La vida espiritual , representada esquemáticamente, es un gran triángulo agudo dividido en secciones desiguales, la menor y más aguda dirigida hacia arriba. Cuanto más hacia abajo, tanto más anchas, grandes, voluminosas y altas resultan las secciones del triángulo.
El triángulo se mueve despacio, apenas perceptiblemente hacia adelante y hacia arriba; donde “hoy” se halla el vértice más alto, “mañana” estará la próxima sección. Es decir, lo que hoy es comprensible para el vértice más alto y resulta un disparate incomprensible al resto del triángulo, mañana será contenido razonable y sentido de la vida de la segunda sección.
A veces, en el extremo del vértice más alto se halla un hombre solo. Su contemplación gozosa es igual a su inconmensurable tristeza interior. Los que están más próximos a él no le comprenden; indignados le llaman farsante o loco. Así se encontró Beethoven en su vida, denostado y solitario en la cumbre. ¿Cuántos años se necesitaron para que una sección más amplia del triángulo alcanzara la posición que él ocupó antaño sólo? Y pese a todos los monumentos, ¿has ascendido verdaderamente tantos a esa cima?
En todas las secciones del triángulo hay artistas. Todo el que ve más allá de los límites de su sección es un profeta para su entorno y ayuda al movimiento del obstinado carro. Si por el contrario no posee esa aguda visión o la utiliza para fines más bajos o renuncia a ella, sus compañeros de sección le comprenderán y le ensalzarán. Cuanto más grande sea la sección y cuanto más bajo su nivel, tanto mayor será la masa que comprenda el discurso del artista. Naturalmente cada sección tiene, consciente o (la mayoría de las veces) inconscientemente, hambre de pan espiritual. Este pan se lo dan sus artistas; mañana la sección siguiente tenderá sus manos hacia él».