El estilo Bordón

Por Dinorah Polakof.

Viviana Bordón es una escritora sagaz, talentosa, y sensible a las preocupaciones de los niños. Ya ha demostrado probada imaginación y “buena letra” en Gastón y las tres llaves de oro, Y Carlota ¿dónde está?, El corsario, El secreto de Alhucema (Cuentos de la Montaña Errante). En la novela Las cartas de Víctor  aborda un tema espinoso: el cáncer infantil.  A la pequeña hermana de Víctor le han diagnosticado una enfermedad que deberá seguir un tratamiento en la Capital. Hasta ahora,  los cuatro miembros que componen la familia habitan en el campo pero luego de enterarse de la drástica noticia, su vida sufrirá  un cambio significativo. Madre e hija se trasladarán a Montevideo para iniciar el tratamiento hospitalario mientras que Víctor y su padre, permanecerán en el campo.  Sin duda, se trata de un elemento disruptivo que modificará las costumbres de cada uno.

En primer lugar, el niño deberá levantarse temprano, ordeñar, dar consejos, y cocinar. Por fortuna, continuará yendo a la escuela. El papá se hará cargo de las tareas pesadas y la mamá acompañará dando contención a su hijita en el difícil trance.

Víctor decide hacer más por su hermana. Su espíritu inquieto le propone crear una mejor manera de comunicación puesto que el celular y la Ceibalita son insuficientes. Su estrategia obtendrá los mejores resultados ya que será el modo epistolar lo que mediará entre él y la otredad. Sin embargo, aunque lo alegra la decisión de mantener a su hermanita al tanto de sus días y pedirle que ella responda de la misma manera, no quedará conforme. Entonces inventa un cuento de piratas que gozará de la atención de todos los involucrados.

Es inaplazable comentar sobre la estructura del libro donde se  ubican tres historias entrelazadas entre sí: la primera, las cartas que expresan la conexión determinante, fraternal, entre Víctor y su hermana; en segundo término, la invención de otra historia (de piratas) a la que  va adicionando capítulos inspirados a favor de la pronta recuperación de la niña; y por último, es la  desgraciada vivencia (enfermedad) de la pequeña protegida.

Pero no vaya a pensar el lector que estamos ante un libro infeliz y en consecuencia,  desestimaría la sugerencia para  un púbico infantil. Todo lo contrario. La autora despliega una serie de situaciones, algunas muy cómicas, que confirman los atributos mencionados en el primer párrafo de la nota. Ejemplo de esto es el lenguaje explorado por el Capitán de la hazaña naviera, la rebeldía de Víctor en cuanto escritor, el optimismo al responder a las preguntas filosóficas sobre la vida y la muerte, los guiños en contra de conquistadores perversos, la valoración a los “cuentacuenteros” que acuden a los hospitales, la referencia inequívoca a los suricatas y su inserción en función del texto.

La lectura de Las cartas de Víctor confirmará la razón por la cual la novela recibió  el 2º Premio Nacional de Literatura 2017, en la Categoría infantil y juvenil, obra inédita. En su versión editada, aquí los datos:

Las cartas de Víctor.  Viviana Bordón. Colección Montaña Errante. Fin de Siglo. 1ª Ed.: Mayo de 2018.  Uruguay

 

Foto Vía| Editorial Fin de Siglo
 

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