Los Quintana atacan de risa con el cabaret de Las chicas del zapping
Por Horacio Otheguy Riveira
Los argentinos hermanos Quintana llevan muchos años trabajando con sus cabarets fuera de serie en Europa e Hispanoamérica. Al principio ellos mismos lo hacían todo, dentro y fuera de escena, pero después de una antología inolvidable titulada Varietón, se lanzaron a formar en la misma disciplina a actores españoles; así tras el exitoso montaje de Noc, un auténtico vodevil vuelven a desembarcar en España con el espectáculo de humor Las chicas del Zapping una gran revista musical en pequeño formato, escrita y dirigida por David Quintana, producida junto a su hermano Fernando.
El fanatismo de unas divertidas empleadas del hogar junto a sus altivas señoras y algunos caballeros tontorrones nos llevan por el mundo de la televisión en una brillante sucesión de sketchs de humor desenfadado y desenfrenado característico de la compañía. Un cóctel de personajes e ingeniosas situaciones con actores que dominan el arte de la comicidad fonomímica.
Son divinas, pizpiretas, alocadas, desoladas, adúlteras, solteronas, damas arrogantes y muchachas en flor, desgarradas amantes abandonadas o damas de alcurnia vengativas; como de todo hay, en el blando sofá una solitaria es asaltada al teléfono por la voz atercipelada de Machín que le canta “en exclusiva”, Mira que eres linda, Que preciosa eres, Verdad que en mi vida No he visto muñeca Más linda que tú, mientras que a su tímida compañera otro telefonazo viene acompañado de almibarada voz masculina con un mensaje muy distinto: Eres fea, tan fea…
Hay de todo en hora y cuarto de frondosa imaginación y una interpretación muy exigente, de impresionante seriedad para abordar este humor que se hace posible con denodado esfuerzo. La seriedad de los bufones, ya se sabe, pero conviene recordarlo una y otra vez, exige muchas horas de ensayos en equipo y en soledad, más aún si estas chicas con tantos atributos, mohínes y veleidades son hombres de pelo en pecho o grácilmente lampiños, delgadísimos o “más hechos” o entrados en carnes saludables. Hombres, hombres, hombres que parodian a las mujeres harto artificiales amasadas en la cocina de la televisión de estas tierras y de Sudamérica. Y en el vendaval de risas, el sello de Los Quintana, maestros de la fonomímica (escuela superior de lo que se da a llamar playback, habitualmente) en textos y canciones de series de televisión y cancionero abundante. También se permiten tomar en solfa a los varones-varoncitos que locas las vuelven.
Si no se pusiera fin, podríamos amanecer extasiados ante el desfile de amores y desamores cantados o hablados con los excesivos mohínes y cursi vilipendio de cualquier atisbo de profundidad artística propio de la televisión, una institución constantemente sobreactuada. Tras la falsificación de las emociones verdaderas, hay aquí un arcoiris de fantásticas y a la vez siempre creíbles parodias.
Interpretan todo el super show, ocupándose con gran talento de las empleadas del hogar protagonistas y de los personajes de la tele, arrancando con un desopilante comienzo del ya legendario Un, Dos, Tres de Chicho Ibáñez Serrador: José Cobrana, Ricardo Mata, Carlos Chacón, Joan Salas, escribe y dirige David Quintana. Con un vestuario muy ingenioso y hábilmente elaborado para permitir cambios rapidísimos, creación deslumbrante del gran Matías Zanotti, que abre su estupenda web con una frase sintomática en su carrera, firmada por Walt Disney: Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.
Producción de Compañía Los Quintana y Nyoman Entertainment