Sexo Futuro de Emily Witt
Sexo Futuro
Emily Witt
Los libros del lince
Ensayo
Por Juliano Ortiz
La palabra tabú designa a una conducta moralmente inaceptable por una sociedad, grupo humano o religión. En ese sentido, las conductas que devienen del sexo son las preferidas en materia de tabúes y por lo tanto, cumplen los requisitos para que, en menor o mayor medida, arrojemos sobre éstas, nuestros más infinitos temores y prejuicios.
Emily Witt, es una investigadora y periodista (lamentablemente, en los últimos tiempos, a estos dos conceptos hay que diferenciarlos) que hace de su condición personal (mujer común y corriente, dentro de la mayoría heterosexual y soltera) la base para tratar de comprender todo el sinnúmero de posibilidades que tiene el ser humano en materia sexual. Aburrida, en ese espacio de la vida en el que las preguntas abruman a las respuestas, Emily se cuestiona su visión ante las nuevas prácticas y métodos que tienen las personas para experimentar en el sexo con otras personas y consigo mismas. La tecnología, la inseguridad, la soledad, los neologismos que invaden el día a día de cada uno de nosotros modifican la tradición de una sociedad acostumbrada a la forma de pareja-heterosexual y la llevan a estadios de resultados que no siempre son conocidos, o si bien se saben, no son profundamente conocidos.
“La amable insipidez de la interfaz de Google daba su bendición a las palabras que pasaban por su filtro. En Google, todas las palabras habían sido creadas iguales, como también eran iguales todas las maneras en las que uno elegía vivir su vida. Google difuminaba la distinción entre lo normal y lo anormal. Las respuestas que recogían sus algoritmos aseguraban a cada persona la presencia de los que pensaban como ella: nadie debe estar solo con sus deseos aberrantes, y ningún deseo es aberrante. La única expectativa sexual que quedaba para conformarse a ella era que el amor nos guiaría hasta la vida que queremos vivir”.
A lo largo de ocho capítulos, la autora comienza su periplo por las citas por internet, continuando por la sorprendente meditación orgásmica, las nuevas formas del porno en internet al alcance de un solo click y que destruyeron el negocio de la revista Playboy por ejemplo, las webcam en vivo en donde una mujer cualquiera puede transformarse en toda una estrella de los canales virtuales, el poliamor como juego y práctica a través del deseo y el peligro en la ciudad de San Francisco, su visita a el Burning Man, el festival en el que las drogas, el sexo y el futurismo se dan la mano y en el que cientos de miles descubren a otras personas con las mismos pretensiones, escribe sobre sus experiencias con los métodos anticonceptivos y los cambiantes comportamientos que se ven en la sociedad en relación a la reproducción, y cierra el libro con un análisis personal de todos estos temas, y lo que ella sintió alrededor de los modelos sexuales que nos vienen impuestos desde la infancia.
Emily afirmaba en una entrevista reciente, a la pregunta sobre el porqué se centró en la ciudad de San Francisco, “San Francisco era exactamente como me lo esperaba. Es un lugar donde la gente es muy abierta sobre su experimentación sexual. Lo inesperado fue cómo la cultura corporativa de las nuevas empresas de Internet como Google y Facebook había entrado a formar parte de lo ‘mainstream’. No creo que la América republicana tenga una vida sexual más plana, pero sí son más reservados y es mucho más difícil para un forastero acceder a ella. Escribí algunos artículos sobre las mujeres que van de fiesta donde se venden juguetes sexuales a los amigos, pero eso es más un fenómeno de ciudad pequeña. Sin embargo, la América republicana votó por Trump, quien no es un modelo de castidad ni sexualidad moralmente correcta que digamos”.
En síntesis, un libro que permite conocer las sensaciones de una mujer ante los nuevos esquemas de la sexualidad, su visión honesta y despojada de la necesidad de experimentar por el solo hecho de hacerlo.
Emily Witt es escritora y vive en Nueva York. Ha colaborado en publicaciones tan prestigiosas como n+1, The New Yorker, The New York Times, GQ y The London Review of Books. Se graduó en la Brown University y realizó estudios de postgrado en Columbia y Cambridge.
Muy buenisimo