Las principales provincias españolas se transforman por una noche en “city of stars”
Por: Carlos Madrid
La película de ‘La La Land’ llegó a los cines hace poco más de un año y automáticamente se incrustó en nuestras vidas gracias a la explotación de mensajes tan nobles como el del verdadero amor o el de la pelea por apoderarnos de nuestro destino. Unas consignas que se ven reforzadas al estar arropadas por la ciudad de Los Ángeles (qué mejor emplazamiento en el mundo para luchar por los sueños) y por una banda sonora ejemplar que sale en defensa del jazz: un estilo musical que parece descuidado a día de hoy y que debería recuperarse dado su potencial. Es por estas características que en tan poco tiempo se ha convertido en todo un clásico que divide al mundo en dos: fans y detractores. Un público que podrá ahora disfrutarla en los escenarios ya que sale de la gran pantalla de la mano de los productores Francesco Ercolani Productions y OnBeat Producciones para convertir a las principales provincias españolas en las “city of stars”, comenzando este mismo viernes en Madrid.
Este proyecto se fraguó en la cabeza de Francesco Ercolani, productor y director artístico, tras el visionado de la película. Y es que para él no se trata sólo un filme, sino también de un testimonio de lo que es y representa Estados Unidos ante el mundo. “En ‘La La Land’ aparece condensada toda la historia de EEUU, desde Mario Lanza, pasando por ‘Mary Poppins’ o ‘Grease’. Toda esa serie de musicales que reivindican lo que ellos son y en lo que sin ninguna duda son los mejores”. “Una clara muestra de ello y a modo anecdótico, es que para la primera escena de la película pararon una de las principales autovías de Los Ángeles durante tres días para grabar esos pocos minutos en una única toma de vídeo”, resume.
Para este espectáculo, Francesco ha elegido la opción de concierto tributo, que se diferencia en forma y fondo del clásico musical. En él, el sonido en directo tendrá un protagonismo especial, aunque no se olvidarán de muchos elementos propios del musical: a parte del concierto en directo, también habrá bailes con su propia coreografía que interaccionan con las canciones. La elección de este formato ha sido puramente práctica, ya que es más accesible tanto para público como para las compañías. En este punto, Francesco sostiene que con este formato “además de ser más sencillo girar por toda España, también se le hace más sencillo acudir al público, ya que las entradas son más asequibles”.
La música corre a cargo de un quinteto de jazz que tiene su propio protagonismo tanto en el escenario como en el completo del musical. Ellos son los que se han encargado de arreglar la música orquestal de la banda sonora a únicamente cinco instrumentos. Unos arreglos que les han supuesto un trabajo muy complejo, ya que, según argumenta el pianista Gonzalo Encinal, “en la película hay canciones que toca una orquesta clásica que puede tener hasta 70 u 80 elementos”. Por ello, aunque hay voces que no suenan, ellos se encargan del grueso de la música haciendo así que las canciones sean lo más similares posibles a las originales. Argumenta que “los que acudan al espectáculo notarán más las similitudes que las diferencias” y que, para el reto que les ha supuesto lo han solucionado “de manera brillante”. Punto que han tenido a su favor ya que se trata de un quinteto que lleva tocando varios años juntos y en el que “la compenetración y la química entre ellos es total”.
Unido al quinteto musical, compartirán espacio en el escenario los dos solistas y un coro de cuatro componentes, es decir, un total de once artistas sobre las tablas. Los protagonistas son los personajes de la película, a los cuales acompañarán en su bailes y cantos el coro. Francesco lo define como una obra en la que “hay una parte coral, una parte solista, bailes y música en directo que lo acompaña todo como un late motiv.” “De hecho, el espectáculo es un círculo que se abre y se cierra igual”, sintetiza.
UNA REIVINDICACIÓN DEL JAZZ
La reivindicación del jazz dentro de la obra es uno de sus temas principales. Es este estilo musical el que mueve al protagonista, hacia donde apunta el único futuro posible en su vida. Es por ello que tanto Francesco como Gonzalo, se consideran unos auténticos amantes de este género. Como el protagonista de la película, consideran que no se le está dando tanta importancia como tiene. Concretamente el productor lo define como “la evolución de la improvisación”. Esta descripción de lo que representa el jazz quizá sea la más acertada, ya que nació en Nueva Orleans a principios del S. XX de la mano de músicos que no hablaban el mismo idioma y que sólo se podían expresar a través de la música. Por ello cree que esta forma de entender este arte “se está perdiendo y que es una auténtica pena”. Por su parte, el pianista de la obra, Gonzalo Encinal, cree que el jazz “no está bien entendido por el público.” “La gente normalmente tiene reparo a acercarse a él porque piensa que es una música muy intelectual, que cierta parte hay, pero luego hay otra parte totalmente primitiva al ser humano”, argumenta. Para él el jazz es “casi una forma de vida: es a lo que me dedico, lo que suelo tocar, lo que enseño…”. Y finaliza con una gran sonrisa: “me encanta”.
Quizá sea prueba que la película, cuya banda sonora contiene mucho jazz, haya tenido tan buena acogida entre el público mayoritario. Por ello, que este género naciera en el siglo pasado no significa que esté anticuado. Tal y como apuntan productor y músico “es súper actual. Está en cada uno de nosotros.”
Además de en Madrid, La La Land El Tributo girará por muchas de las principales provincias españolas. Las fechas confirmadas hasta día de hoy son:
2 de marzo en Murcia
3 de marzo Alicante
7 de abril en Cádiz
21 de abril Alcalá de Henares
22 de abril Ávila
28 de abril Valladolid
4 de mayo Lugo
6 de mayo Santiago
18 de mayo León
La La Land El Tributo. Las entradas se podrán comprar a través de la plataforma Giglon por un precio que ronda los 20 euros, dependiendo de la ciudad.