Secuencias de una vida de Bryan Cranston
Secuencias de una vida
Bryan Cranston
Ediciones B
Autobiografía
Por Juliano Ortiz
¿Qué es lo más importante para un actor?, por supuesto que logre interpretar muy bien su papel, que sea creíble. En una autobiografía ocurre algo muy parecido, como lectores esperamos que el autorretratado sea creíble, que pensemos en que no nos está mintiendo con los detalles de su vida.
El gran actor Bryan Cranston, quien hizo una de las mejores actuaciones que se recuerde en una serie de televisión, se pone la piel de escritor y resulta también muy creíble. Con una prosa sencilla, contando su vida como si estuviéramos sentados en sendos sillones enfrentados y con un café de por medio, logra que cada breve capítulo de lo que él considera como narrable, nos emocione tanto quizás como su “Walter White” de Breaking Bad.
Mucho se escribió de la extraordinaria actuación de Cranston, pero poco se sabía de los entretelones que convirtieron al personaje de la mano de este actor que nación en una familia donde la escasez de dinero era moneda corriente. Con una infancia sufrida por la economía y los avatares de un padre buscavidas, con una madre que luego se convirtió en alcohólica y depresiva ante la separación matrimonial, Bryan muestra su vida que no es muy distinta a lo de millones de niños y adolescentes de la sociedad norteamericana, que no brilla en las marquesinas de los ricos y famosos. Pero Cranston no lloriquea por los rincones, solo presenta una realidad para ponerla como contrapeso a su actualidad, que fue edificada gracias al esfuerzo, y a esa máxima que parece salida de los manuales de autoayuda, pero que cada día vemos, como una sentencia obligatoria, persevera y triunfarás.
Pero claro, este libro no sería codiciado por sus lectores potenciales si no hubiera un parte importante dedicada a la serie que lo hizo famoso, Breaking Bad, la aclamada serie dramática creada por Vince Gilligan que lo convirtió en una celebridad. Y Cranston sabedor de esto comienza su autobiografía con la escena más dura que le tocó vivir durante el rodaje: la muerte de Jane (Krysten Ritter). Grabar aquel dramático episodio con la novia drogadicta de Jesse (Aaron Paul), hizo que mientras miraba a la actriz podía ver el rostro de su propia hija reflejado en ella. “El día que vi morir a Jane – el día que vi el rostro de Taylor-, ese día viajé a un lugar donde nunca había estado (…). En esa escena lo había dado todo, absolutamente todo. Yo era un homicida y capaz de un gran amor a la vez”.
En otros momentos, detalla anécdotas del set de filmación, de su relación personal con sus compañeros de trabajo y de lo que significó para él, representar a un personaje tan ambiguo como fascinante, un hombre común, aburrido, que a sus cincuenta años había dejado pasar la mejor posibilidad de ser rico en su juventud y que ahora ostentaba un trabajo de profesor que no le importaba a nadie. Ese hombre cualquiera tiene ante sí la decisión más inesperada y crucial, convertirse en un empresario de la droga. Poco a poco, Walter White, llevado por la ambición, la locura, la noticia de que sufre un cáncer en estado terminal y otras circunstancias, se ve dentro de una caótica vida de capo narco.
Quizás, para los que consumimos de manera adictiva esa mítica serie, los capítulos del libro referidos a ella puedan resultar breves, pero obviamente no sería la autobiografía de toda la vida de Bryan Cranston, que decidió escribir todo lo que convirtió a un niño abandonado por su padre y con un horizonte poco prometedor en una estrella de televisión.
Bryan Cranston ganó cuatro premios Emmy, entre ellos el de mejor actor protagonista de una serie dramática por su personaje de Walter White en Breaking Bad. Goza del honor que supone ser el primer actor de una serie de televisión por cable y el segundo actor principal en la historia de los premios Emmy que obtuvo tres galardones consecutivos. En 2014 ganó un premio Tony por su interpretación de Lyndon Johnson en All the Way, una obra biográfica. En el cine, fue candidato al Oscar al mejor actor por su papel protagonista en Trumbo. Asimismo, fue nominado para un Golden Globe y tres Emmy por su papel de Hal en Malcolm.