El herbario y la colección de flores de Emily Dickinson
Una de las poetas más importantes de la lengua inglesa fue, además, coleccionista de flores y creó un bello álbum, una elegía al paso del tiempo que sobrevive como un tesoro.
El gusto de Dickinson por las plantas y su naturaleza, extravagante en una época en la que la ciencia era un universo esencialmente masculino, nació cuando ella tenía 9 años, mucho antes de que comenzara a escribir poesía, y se desarrolló durante su adolescencia, cuando comenzó estudios formales de botánica y herbolaria. Por aquel entonces la joven Emily sembraba, coleccionaba y clasificaba flores de la región de Amherst, Massachusetts, para luego aplanarlas e incluirlas en su hermoso álbum.
Uno de los detalles más sugerentes del precioso álbum es que la flor que aparece en primer lugar, en la página inicial, es un jazmín tropical, especie que no solamente no es nativa de Massachusetts (tuvo que ser plantada y cuidada, probablemente, por Dickinson), sino que en aquella época constituía un símbolo de erotismo y exotismo proveniente de lejanas tierras orientales. Algunos expertos han calificado este detalle como una expresión velada de los pocos encuentros con Eros que, se supone, sucedieron durante la vida de esta solitaria mujer. Otra página notable es la que presenta ocho tipos de violetas, flor que fue una presencia frecuente y poderosa en la poesía de Dickinson, y a la cual llamó su “insospechado” esplendor.
Explorar a detalle el herbario de Emily Dickinson implica la posibilidad de tener un breve atisbo a la juventud de la legendaria escritora, y nos habla silenciosamente de todas las maneras en las que un poeta y un jardinero hacen trabajos semejantes. Esta colección refleja también la conmovedora sensibilidad y paciencia de un espíritu que parecería haber sido tocado por la divinidad en un lugar donde la poesía y la ciencia se tocan momentáneamente, pues no se trata de flores conservadas al azar y dispuestas estéticamente sino de composiciones llenas de ritmo, de pequeños poemas visuales que anunciaban lo que habría de venir.
Es una preciosidad y una suerte que lo hayan digitalizado.
Gracias por este maravilloso articulo!
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