"El delirio blanco"
El delirio blanco
Jacek Hugo-Bader
Traducción de Ernesto Rubio y Marta Slyk
Dioptrías
Madrid, 2017
316 páginas
Nos llega recomendadísimo este libro: “Hugo-Bader describe el imperio (Soviético) desde la perspectiva de un perro vagabundo; pesca al vuelo los mecanismos mentales, los comportamientos, los procesos. Y también las ratas por la cola”.
En 1957, dos periodistas soviéticos recibieron el encargo de escribir un Reportaje desde el siglo XXI: debían narrar cómo sería la URSS del futuro, cincuenta años más tarde. La imaginaron como un paraíso libre de enfermedades, del frío y de la oscuridad de la noche, con automóviles voladores surcando el cielo y campos sembrados de hortalizas gigantes.
Medio siglo después, en 2007, el periodista polaco Jacek Hugo-Bader decidió recorrer los restos de la ex Unión Soviética para comprobar qué había sobrevivido de aquel sueño utópico. El delirio blanco es el relato descarnado de este viaje —desde Moscú hasta Vladivostok— en el que Bader descubre un continente oculto lleno de historias asombrosas: los últimos viejos hippies de la URSS, la juventud rusa viciada por el sida y las drogas, la desaparición de los pueblos nómadas de la taiga y hasta una comunidad regentada por la reencarnación de Jesucristo.
En su odisea helada a bordo de un viejo 4×4, Bader conocerá chamanes, mafias motoristas, montañas radiactivas, policías corruptos e incluso a Mikhail Kalashnikov, el esquivo diseñador del mortífero AK-47. El delirio blanco es un retrato insólito de una tierra vastísima e inclemente en la que el frío, el vodka y la locura se han apoderado de todo.
Jacek Hugo-Bader (1957) es polaco, escritor y reportero del principal diario de Polonia, Gazeta Wyborcza. Ha trabajado como profesor, cargando camiones, pesando cerdos y como consejero matrimonial. Actualmente vive en Varsovia.
Durante su odisea helada a bordo de un viejo 4×4, Bader conoce a chamanes, mafias moteras, montañas radiactivas, policías corruptos e incluso al diseñador del mortífero AK-47, Mikhail Kalashnikov. En resumen, “El delirio blanco” es un retrato insólito de una tierra vasta e inclemente, donde el frío, el vodka y la locura se han apoderado de todo.