Entrevista a Fernando Marías: "La literatura existirá mientras alguien quiera narrar y alguien quiera escuchar"
Por Antonio Guerrero.
–Llevamos un tiempo inmersos en “La isla del Padre”, su última novela. ¿Es cierto que es la narración de lo que no le dijo su padre?
No exactamente, más bien la indagación suscitada por lo que no dijo en aquel último momento de lucidez. De ese instante de silencio surgió el libro, en el que trato de saber qué pudo querer decir, y a partir de ahí descubro todas las cosas que no le dije a él en vida. Es terrible comprobar cómo hemos desperdiciado ocasiones cruciales de comunicación a lo largo de los años.
–¿Escribir la novela fue un duro ejercicio, dada la carga emocional?
No fue duro. Fue intenso, emocionante y revelador. Una experiencia grande, extraordinaria. Creo que influyó mucho el hecho de que toda la escritura, en su tramo final, fue llevada a cabo en la casa donde transcurrió la acción, la vieja casa familiar hoy ya en otras manos. Me sentí un testigo de mi propio pasado. Conviví con los espectros de mi pasado, con mi propio espectro de otras épocas. Fue una gran aventura emocional.
–Sé que hay algún nuevo proyecto de carácter cinematográfico. ¿Podría contarnos algo?
Igual que viene pasando desde hace años, siempre hay un proyecto de convertir en película mi novela “Esta noche moriré”, que nunca ha llegado a hacerse. Y, como no podía ser menos, ahora hay de nuevo un proyecto en marcha. Por si acaso se cumple de nuevo la maldición, he decidido convertir la novela en un monólogo teatral que se estrenó el otro día en la Sala Cuarta Pared de Madrid, adaptación de QY Bazo y dirección de Vanessa Montfort. Se trata de un monólogo que interpreto yo, lo cual sin duda es una singularidad llamativa. Verme en el escenario fue una experiencia única que, por supuesto, pienso seguir viviendo. En realidad, creo que Esta noche moriré (que se reedita ahora) es una novela que tiene una extraña vida propia. Fracasa pero resucita. Una y otra vez. Tal vez ese es su milagro.
– Tras su larga trayectoria, ¿qué piensa ahora de la literatura?
Que sigue siendo una herramienta magnífica para conocer el mundo y conocerse, y sirve tanto al escritor como al lector. Eso es lo que ahora me interesa. En estos momentos me interesa mucho más escribir que leer. No sé cuál es la causa. Pero me dejo llevar por el impulso interior. Escribir es para mí un espejo, y más tras “La isla del padre”. Me pregunto si hay forma de volver a la ficción pura y dura, y algo me dice que no.
– A veces pienso que la literatura morirá cuando muera el último lector del libro impreso. ¿Será dentro de poco?
No. Morirán las formas de difusión, de distribución, de lectura, o más bien se transformarán. La literatura existirá mientras alguien quiera narrar y alguien más quiera escuchar esa narración. Mientras eso viva, y eso vivirá siempre, habrá literatura. Lo demás es el detalle.
–Lo audivisual y el libro digital, como mercados consolidados, van a degollar el noble arte de verso y de la prosa.
Pienso que no, me remito a mi respuesta anterior. ¿Por qué degollarlo? Va a terminar con una forma de mercado y de vida, no con la literatura.
– Por otro lado, me cuesta entender el fenómeno literario sin asociarlo al marketing y las estrategias de venta. ¿Resta eso solemnidad a la obra?
Yo creo que el escritor debe centrarse en escribir libros buenos. Lo demás es industria. Importante, porque es lo que nos permite vivir para seguir escribiendo, pero secundario respecto al objetivo esencial. ¿Qué debe hacer un escritor? Escribir.
– Se discute mucho si existe una literatura subway o cuál es la diferencia entre arte de autor y vanguardia. ¿Qué puede decirnos?
Vivimos en una jungla de planteamientos que surgen incesantemente, voces que renuevan (o a veces no tanto). Hay un baremo: la obra, la novela o el poema (o la pintura, o la canción, o la película) emocionan o no. El resto da igual.
– Para finalizar podría esbozar una definición de “La mirada zurda”.
Me parece un espacio de pensamiento serio y comprometido que cuida particularmente el aliento literario de su reflexión. Y su nombre (o su título) es magnífico. Ciertamente inquietante. Parece claro su sentido, pero ¿qué es exactamente una mirada zurda? Muy buena pregunta.
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