Del cine al teatro, un musical holandés sobre la resistencia: "Soldaat van Oranje"
Por Horacio Otheguy Riveira
“Soldaat van Oranje. De musical” es una emocionante peripecia basada en hechos reales, con la que los Países Bajos rinden tributo a quienes dejaron su vida para luchar contra la tiranía nazi. Jóvenes divididos entre los que están a favor del nuevo régimen y los que se sienten obligados a luchar por la justicia y la libertad conforman los dos bandos por los que abre camino un testimonio de fundamental importancia para hacer del teatro un vehículo de memoria histórica que jamás debe darse por superada.
Resulta impactante descubrir que hay que ir a Holanda para ver un drama musical que exponga la capacidad de resistencia a la ocupación nazi. Se han trabajado muchos temas sociales desde que la llamada comedia musical creó un híbrido más cercano a la ópera (Los miserables, El fantasma de la ópera, Evita), pero nadie se atrevió al tema europeo por antonomasia de la segunda guerra mundial. Los Países Bajos padecieron aquella invasión, y sobre un episodio real crearon en 1977 una película que apenas tuvo distribución internacional, pero fue el comienzo de una larga carrera en Hollywood para el director Paul Verhoeven y el actor Rutger Hauer. Aquel “Eric, oficial de la reina” se transformó en este “Soldaat van Oranje”, un espectáculo estrenado en 2010, para el que se creó una sala nueva con disposiciones técnicas insólitas que permiten que gire el patio de butacas, mientras el escenario, que aloja situaciones eminentemente teatrales, también dispone de proyecciones espectaculares y sorpresas de todo tipo. El drama es social, político y romántico, y confirma que una colectividad unida siempre encuentra lazos seguros contra la barbarie.
Cuando los alemanes invadieron los Países Bajos en 1940, el estudiante Erik vive con sus amigos una existencia sin preocupaciones. Felices y arrogantes veinteañeros de pronto sienten un golpe feroz al descubrir que la dicharachera juventud ha de madurar de prisa si no quiere ser devorada por una realidad de terribles consecuencias. La amistad y el amor no bastan para creer en un romanticismo imposible. La segunda guerra mundial dejó de parecer un asunto “de políticos y militares” que no les incumbía en absoluto, y cada uno de ellos debe tomar sus propias decisiones.
Soldaat van Oranje (Soldado de la reina – El musical) está basado en la historia real de una de las mayores resistencias de la historia nacional. El punto de partida es el del estudiante Erik Hazelhoff Roelfzema que se ve obligado a escapar a Inglaterra, desde donde difundirá la situación en los Países Bajos, y participará como piloto involucrado en el bombardeo de Alemania. Era ayudante de la reina Guillermina, exiliada en Londres bajo la ocupación. Eric se compromete en cuerpo y alma y vive toda clase de situaciones difíciles al volver a su país e irrumpir en los enfrentamientos de los propios jóvenes. Finalmente, su trabajo de resistencia durante la guerra resulta tan exitoso que recibe la orden militar de Guillermo, el más alto honor real.
“Eric, oficial de la reina” fue el título de la película de Paul Verhoeven realizada en 1977 con Rutger Hauer en el papel principal, y ahora se ve como una forma innovadora en el novísimo Theater Hangaar en Valkenburg, Katwijk.
Dirigida por Theu Boermans y con un guión de Edwin de Vries, los actores representan la función alrededor de un soporte giratorio bajo una puesta en escena que no escatima recursos para brindar un espectáculo completo en multivisión, con música de Tom Harriman y letra de Pamela Phillips Öland y Frans van Deursen se rinde homenaje a una lucha por la libertad de una comunidad como símbolo de una patria universal en la que no hay distinción de razas, religiones ni etnias cuando se trata de unir las fuerzas ante un enemigo común dispuesto a destruirnos.
Este 2017 es el séptimo año consecutivo de un éxito fuera de lo común que sigue representándose con éxito, atrayendo público de toda Europa, a pesar de la dificultad del idioma. Es la fuerza del argumento y la claridad de su exposición lo que atrae como antiguamente sucedía con el teatro en cualquier idioma haciendo giras internacionales, así como los espectáculos operísticos en su idioma original. No existían los sobretítulos de hoy, bastaba conocer el argumento para dejarse llevar por la riqueza de los aportes escénicos y la calidad de las voces de los intérpretes. (Soldaat can Oranje).
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