La autopsia de Jane Doe (2016), de André Øvredal
Por Jaime Fa de Lucas.
La autopsia de Jane Doe se llevó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Sitges 2016. Se trata de una película de terror que relata el transcurso de una noche de un padre y un hijo que tienen una morgue y se dedican a hacer autopsias. Esa noche llega el cadáver de una misteriosa desconocida –de ahí el nombre “Jane Doe”, utilizado para gente sin identificar– que pondrá patas arriba todos sus conocimientos forenses y creencias sobre la vida y la muerte. No cabe duda de que es una película bastante original en su planteamiento y con una atmósfera muy lograda, pero que, desgraciadamente, una vez traspasado el ecuador, va perdiendo poco a poco su fuerza.
El inicio de la película sorprende, en primer lugar, por la originalidad de la propuesta. No recuerdo ninguna película que se limite espacialmente a una morgue y que además se centre casi exclusivamente en una autopsia. Esto ya de por sí muestra un mínimo de originalidad. En segundo lugar, la atmósfera está muy conseguida, permite que el espectador entre gradualmente en la película y capte el tono a la perfección. En general, hay muy poco que reprochar a la primera parte de la película. Al buen hacer en la construcción atmosférica hay que sumar el buen desarrollo narrativo, con una introducción del lugar y los personajes que fluye sin problemas, unas actuaciones y unos diálogos que funcionan y una fotografía bastante satisfactoria.
El problema de La autopsia de Jane Doe surge en la segunda mitad del metraje. La historia pierde el norte por completo y empieza a ser un correcalles de sustos y efectismos que resultan bastante decepcionantes, y más tras las expectativas generadas por la brillantez de la primera parte. Si a esto le añadimos una serie de sucesos que lo único que buscan es el efecto dramático, sin importar la verosimilitud de lo relatado –dentro de ciertos límites que la propia ficción determina–, pues queda un film algo flojo en su conjunto y que antes de llegar a su final ya ha perdido todo el empuje inicial, precipitándose por completo a los abismos de lo convencional.
Desafortunadamente, La autopsia de Jane Doe es ese tipo de película que destaca por tener una idea muy original y un buen comienzo, pero cuyo desarrollo posterior no está a la altura. Una verdadera lástima. Este tipo de películas son las que más duele ver caer según avanzan los minutos. Aunque el film no funcione en su segunda mitad, hay que reconocer que el director ha hecho un buen trabajo inicial y que quizás, puliendo algunos detalles y dejando de lado ciertos convencionalismos y efectismos, su trabajo venidero puede ser de más calidad.