Walt Whitman es uno de los poetas más famosos de finales del siglo XIX de Estados Unidos. Su obra Leaves of Grass es un clásico indiscutible de la literatura universal, y su “Song to Myself” es un tratado sobre el cultivo de uno mismo. En parte visionario, en parte neurótico y adelantado, Whitman desafiaba todas las clasificaciones en su momento, y más de 1 siglo después sigue dando de qué hablar. Hace unas semanas fue descubierta una columna que Whitman habría escrito alrededor de 1858 y firmado bajo el pseudónimo de “Mose Velsor”. Con el nombre de “Manly Health and Training”, durante 13 ediciones y casi 50 mil palabras, Whitman se coloca no sólo como el padre de la poesía moderna, sino también como el abuelo de la literatura de fitness y superación personal.

El descubrimiento fue posible gracias a Zachary Turpin de la Universidad de Houston, quien trabajaba sobre los pseudónimos de Whitman y descubrió la serie de artículos en microfilmes del diario New York Tribune. A su parecer, la serie puede leerse como “un ensayo sobre la belleza masculina, una diatriba chauvinista, unas memorias deportivas, un manifiesto eugenésico, una descripción de la vida cotidiana de Nueva York, una historia anecdótica sobre la longevidad, o un tratado pseudocientífico”, a la vez que advierte que el concepto de poeta benevolente puede ponerse en entredicho, pues el lector encontrará “a un especialmente contradictorio Whitman; sus argumentos principales oscilan de lo visionario a lo reaccionario, de lo obvio a lo sin sentido, de lo igualitario a lo racista, de lo pacifista a la sed de sangre —y viceversa”.

Los artículos pueden leerse en el Walt Whitman Quarterly Review, donde podemos encontrar consejos como estos:

–Conserven su energía masculina, su salud y su fuerza, de todo daño y violación. Esta es la tarea más sagrada con la que se encontrarán jamás. A ti, empleado, escribano, sedentario, hombre de fortuna, zángano, doy el mismo consejo. ¡Arriba! ¡El mundo (al que acaso veas hoy con ojos pálidos y enfermos) está lleno de vida y belleza para ti, si acudes a él de manera adecuada! ¡Afuera temprano!

–[El canotaje] …es un ejercicio masculino y noble; pone a trabajar todo el cuerpo. Para muchos, las excursiones de caza, con lebrel y rifle, serán saludables. Lo mismo con la pesca. El lanzamiento es un juego noble, calculador, si se le hiciera popular, para contribuir al reposo de producir una raza de hombres nobles.

–…no hay duda, por como son las cosas, de que entre los hombres jóvenes de la moderna vida civilizada, en las ciudades, una virilidad masculina parece estar casi perdida —parece haber dado lugar a una persecución mórbida, casi enferma, de mujeres, especialmente las de rangos más bajos entre ellas, por la pura repetición del placer sensual.

–Un hombre que se agote a sí mismo continuamente entre mujeres no es adecuado para ser, y no puede ser, padre de muchos vigorosos niños viriles. Serán enclenques y escrofulosos —una tortura para ellos mismos y para quienes estén a su cargo.

En una nota que puede leerse como nutricional y fascista (sin dejar de ser una ni otra) da algunos consejos sobre alimentación:

[A] nuestro parecer, si nueve décimas partes de las varias preparaciones y combinaciones culinarias, vegetales, pastas, sopas, estofados, confitados, mermeladas, etc., fueran barridos de la alimentación habitual del pueblo, y una sencilla dieta la sustituyera —seremos directos al respecto, y lo diremos en palabras llanas, casi en exclusiva una dieta de carne— el resultado sería grande, grandemente en favor de una raza superior de cuerpo noble y sangre pura a la que nos dirigimos, en estos artículos nuestros.

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