Sonorama, un festival con denominación de origen
Por Diego Puicercús.
El jueves comienza en Aranda de Duero una nueva edición de Sonorama, probablemente el mejor festival de rock independiente nacional que se celebra a lo largo de todo el verano (del 12 al 14 de agosto). Tras once años de recorrido, y dadas las circunstancias actuales, el simple hecho de sacar adelante un evento de este tipo sin otro reclamo que la buena música parece un milagro. Aparentemente no hay nada distinto al resto (bueno sí, una cata de vinos de la tierra). Sin embargo, han sabido sacarle el máximo partido a un cartel con algún artista ya consagrado pero, sobre todo, repleto de otros desconocidos para el gran público aunque de una calidad contrastada.
En la primera jornada, para empezar a caldear el ambiente, podremos ver, entre otros, a Loquillo, Shuarma, Soul Tellers o Arizona Baby. La entrada ese día es libre por lo que cualquiera que ande cerca y tenga curiosidad por ver cómo funcionan este tipo de festivales tiene una ocasión inmejorable para hacerlo. El plato fuerte llegará viernes y sábado con la presencia de Brett Anderson, Los Planetas, The Sound y The Raveonettes, como cabezas de cartel, y segundos espadas del nivel de Lory Meyers, Tachenko, Maga, Los Coronas, Delorean, Sidonie, Los Punsetes, Napoleón Solo o Airbag.
Ante tal despliegue de grupos el problema será seleccionar bien qué es lo que uno puede perderse (ya se sabe, pueden coincidir dos conciertos en distintos escenarios, hay que cenar, ir al baño, tomarse una caña…) y qué es de obligado cumplimiento.
Dado que ante los grandes nombres no creo que haya dudas, mi apuesta entre los tapados es la siguiente:
Supersubmarina: Si tuviese que jugarme un café por una banda novel, lo haría sin dudarlo por estos chavales de Baeza. Tras publicar en 2009 un par de EP´s, al más puro estilo británico, este año ha sido el de su debut definitivo en formato grande con Electroviral. El álbum, que ha puesto de acuerdo tanto al público como a amplios sectores de la prensa, es un claro ejemplo, partiendo del indie, de cómo conquistar oídos menos acostumbrados a este tipo de sonidos. Muchos dicen que serán los nuevos Vetusta Morla. A diferencia de estos, tienen el apoyo de una multinacional que logrará que les escuche más gente pero que también, si vienen mal dadas, les dejará en la estacada y tendrán que empezar de nuevo.
Fernando Alfaro y Joaquín Pascual: Aunque no van a subirse juntos al escenario (o quizá sí) resulta imposible referirse a ellos por separado, y más cuando comparten cartel. Ambos llegan a Aranda para presentar sus respectivos discos de debut. Hasta ahora, ya sea juntos en Surfin’ Bichos o cada uno por su lado con Chucho y Mercromina, sus nombres nunca habían aparecido en una portada. Con propuestas musicales bien diferenciadas, su presencia asegura una buena dosis de intensidad emocional a pesar de que la hora (la mañana del sábado) no sea la más propicia para un concierto de rock. Su historia les precede y seguro que no defraudarán.
L.A.: Lluis Albert Segura lleva más de 15 años en el negocio (Los Valendas, The Nash, Glycerine…) pero, hasta la publicación el pasado año de Heavenly hell, era casi un desconocido más allá de la escena mallorquina. Su cuarto disco como LA le llevó cerca de tres años de trabajo y, visto el resultado final, ha sido un tiempo bien empleado. Temas potentes y pegadizos en la frontera entre pop y rock, con un cierto aire grunge, componen un álbum luminoso sin desperdicio, que está entre lo mejor que he escuchado en los últimos tiempos. Además, por si faltara algo, los músicos que le acompañan también están curtidos en mil batallas por lo que su directo es sencillamente impresionante.
Standstill: He de confesar que soy de los que pensaba que, con Viva la guerra, esta agrupación artística barcelonesa había alcanzado su cénit creativo. Tras escuchar su último disco, acepto que me equivoqué. Editado con un gusto y una presentación impecable, Adelante Bonaparte supone un paso más en su evolución, que les ha llevado desde el hardcore de sus inicios a terrenos que lindan con el rock progresivo una década después. Se trata de una obra conceptual en tres actos (cada uno de ellos en un CD independiente) en la que, a pesar de que suena toda clase de instrumentos y predominan los ritmos calmados y el sonido acústico, están tan perfectamente ensamblados que una nota de más haría saltar en pedazos toda su magia. Tengo curiosidad por ver cómo trasladan todo eso a un gran escenario.
Love of Lesbian: Apostar por la banda de Santi Balmes es hacerlo sobre seguro y no desvelo nada nuevo si digo que probablemente es el mejor grupo independiente del país. Ha creado algunas de las mejores canciones de la pasada década y sus tres últimos discos son una muestra clara de cómo se puede hacer pop con mayúsculas sin caer en la vulgaridad. Con 1999, su último trabajo, su nombre ha empezado a aparecer en grandes medios y ser más conocido por el público gracias al apoyo de una multinacional, aunque creo que su momento está aún por llegar. Sus conciertos son una auténtica fiesta. Seguro que, dado que el formato del festival reduce los repertorios, nos quedamos con ganas de más.
*Fotos de las web oficiales de Sonorama y de los grupos.