El museo de las colecciones reales: Un museo histórico y didáctico
Por Cristina Scibè
El Museo de las Colecciones Reales, que abrirá sus puertas en el segundo semestre del 2017, será el principal instrumento de difusión del conjunto cultural del Patrimonio Nacional, y albergará la riqueza encargada por las diversas dinastías españolas.
En diciembre de 2015 finalizaron las obras del moderno edificio, culminando satisfactoriamente el proceso de creación de una instalación museológica de vanguardia que ha durado 18 años. La construcción del Museo de Colecciones Reales fue decidida mediante Acuerdo de la Comisión de Asuntos Culturales del Gobierno en reunión del 23 de noviembre de 1998. El encargo del proyecto fue objeto de un concurso internacional de ideas con intervención de jurado, recayendo la decisión el 12 de noviembre de 2002 sobre la propuesta del estudio de arquitectos Emilio Tuñón Álvarez – Luis Moreno García-Mansilla.
El edificio, ubicado junto al Palacio Real y la Catedral de la Almudena, cuenta con 40.000 m2 distribuidos en un total de 14 plantas (7 en la fachada del Campo del Moro y 14 en la fachada Este, junto a la Catedral) que albergan salas de exposiciones con alturas que varían desde los 6 a los 8 metros.
Será un escaparate de 700 obras (entre pinturas, armas, tapices, carrozas y documentos) elegidas de entre las 154.000 que Patrimonio Nacional tiene distribuidas en sus 19 palacios.
Alfredo Pérez de Armiñán, presidente de Patrimonio Nacional desde octubre de 2015, puntualiza el caracter eminentemente histórico y didáctico del museo, afirmando: “Este museo no tiene un contenido eminentemente artístico, sino histórico. Eso le da personalidad respecto a los otros museos españoles porque tiene que mostrar y explicar la historia de España desde el punto de vista institucional a través de la continuidad de la Monarquía. Al igual que hace el museo de Versalles en Francia”.
Mientras que uno de sus arquitectos, Emilio Tuñón Álvarez, sostiene que su museo-cornisa “explica el pasado —el origen hispano-musulmán de Madrid—, con los restos arqueológicos que alberga en dos de sus salas. También propone un futuro de unión de espacios urbanos, densificados, consolidados y, sin embargo, abiertos a la ciudad”. De echo, paralelamente a los trámites del concurso se realizaron prospecciones arqueológicas en el espacio que ocuparía el Museo, descubriendo de esta forma parte de la muralla árabe de Madrid.
Las piezas de las Colecciones Reales reunidas en el Museo ofreceran un recorrido a través de la historia de la monarquía hispana. La planta primera de la exposición permanente estará dedicada a la Casa de Austria, con un breve preámbulo reservado para los reinos medievales y la Casa de Tratámara, mientras que en la segunda planta se desarrollarán las colecciones de los distintos monarcas de la Casa de Borbón. La tercera y última planta de visita pública, situada a nivel del Campo del Moro, permitirá el enriquecimiento de la experiencia de la visita pública con el acceso a los jardines desde el Museo, se dedicará a las exposiciones temporales (que contaran con la colaboración de otros museos y, de manera especial, del Prado) y al despliegue de grandes conjuntos singulares de las Colecciones Reales atesoradas por Patrimonio Nacional, además de un espacio exclusivo dedicado a la exposición de carruajes.
El Museo también dedicará una atención especial al fomento de la difusión y conocimiento de los Reales Sitios (Palacios, Monasterios y Conventos Reales) adscritos a la Institución..