El formidable Cabaret de Pía Tedesco abre un importante mes Brecht en Madrid
Por Horacio Otheguy Riveira
La mirada dulce y pícara de Pía Tedesco, su voz con bellísimos y complejos registros, su talento de actriz atrevida y lírica, inaugura un extraño mes Brecht en Madrid, pues el 21 de enero llega Éxodo inspirada en el poema La cruzada de los niños —Teatro Cuarta Pared— y el 28 llega su Vida de Galileo —Teatro Valle Inclán—: regresa el genial maestro del teatro social del siglo XX en busca permanente de que la diversión, la reflexión y la crítica social formen piña, alcancen la gloria de los hombres y mujeres que no se conforman con la resignación nuestra de cada día.
Al calor de arreglos musicales ricos en matices, atravesando diversos géneros, la música de Kurt Weill escenifica a la perfección la voluntad del escritor y director Bertolt Brecht con cuyas canciones Pía Tedesco da una lección magistral de compleja sencillez: dos palabras aparentemente contrapuestas pero muy adecuadas al escritor que indagó, probó, demostró y volvió a empezar nuevamente entre testimonios históricos de personajes en conflicto con su medio, y sobre todo entre la gente de a pie, para quienes comer todos los días les obligaba a luchas denodadas nunca registradas en los libros de historia.
Pía Tedesco, compone personajes con un talento actoral imprescindible para interpretar estas canciones muy teatrales, con partitura atípica, imposible de encuadrar en ningún género, maravillosamente acompañada de contrabajo, batería, piano (y en un tema, acordeón): crea una atmósfera y luego otra y se lanza en bucle, y el drama se reviste de comedia, y la tragedia de esperanza, mucho del Brecht-Weill más femenino, rendidos ambos a los pies de Lotte Lenya, la esposa del segundo, quien estrenó el repertorio más importante de sus carreras. Pero Tedesco no canta en alemán, convierte las canciones a un castellano vibrante, que emociona mucho y divierte lo suyo, según toque, y alterna con un francés espléndido y un par de temas en inglés: idiomas ajenos con los que se toma la amable molestia de contarnos su contenido.
Los temas escogidos son historias de mujeres. El cabaret intelectual unido a la pasión y la vitalidad imprescindible para no morir de asco y desesperación dan pie a un espectáculo de interés creciente, con una primera parte de negro enfundada, rigurosa, dramática y sensual, y una segunda parte vestida de rojo-pasión para que la impudicia de alguna luna que se arrastra tras un ventanuco ilumine la memoria de estos poetas que dieron forma y teatralidad, canción y música atípicas a un abanico fascinante de personajes: la criada de un hotel que se impone una revolución a todo dar, cargada de justo resentimiento; una muchacha segura de sí misma que dijo «no» a los mejores hombres que intentaron llevársela al huerto, hasta decidirse por el peor de todos, del que está perdidamente enamorada («uno que ni siquiera en domingo huele bien»); la que se rinde a los pies del desorden y la indecencia de un garito de Bilbao, Bilbao, Bilbao; la que toma decisiones fatídicas desde los 3 años; la que se prostituye a los 17 años y acaba siendo una estrella del music-hall, el teatro, el cabaret… Y muchas más en un espectáculo total que acaba con una invitación a la felicidad que está al alcance de todos: la de cantar cuando se trabaja, «porque cantando se trabaja mejor».
Un mundo de mujeres en el que la voz y la capacidad teatral de Pía Tedesco le permiten ingresar en un ámbito nuevo, de madurez artística que muy pocas actrices-cantantes logran ante un antigénero como este: combinar el drama y la comedia como si formara parte de su respiración. Es fantástica cuando se comporta burlona y campechana, y resulta muy emocionante con los temas más emotivos y profundos, a la par de esas hermosas lágrimas que se deslizan por su cara cuando interpreta determinadas historias…
Sólo hasta el domingo 17 en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, un show que ningún amante de la canción teatral debe perderse, y muchísimo menos si le interesa acercarse a un grande como Bertolt Brecht que volverá en espectáculos sin canciones, valiosos por otros derroteros: Éxodo y Vida de Galileo.
En escena junto a Néstor Ballesteros (arreglos, dirección musical, piano y acordeón a piano), Gerardo Ramos (contrabajo), Ramón Mucci (batería y percusión).