Izal: “Nos hemos rascado el bolsillo para lograr un show diferente”
Por: Marisa Nocea
La banda madrileña Izal está en uno de sus mejores momentos. Tras publicar Agujeros de Gusano en 2013, el grupo no ha parado de multiplicar sus seguidores, gracias en parte al gran directo que demuestran tanto en sus conciertos como en los festivales del país. Ahora vuelven para presentar Copacabana: un disco que confirma el gran éxito de Izal no solo a nivel nacional, sino también al otro lado del charco.
Lleváis unos últimos años a tope: conciertos, festivales,… ¿Cómo se compagina todo esto con la composición y grabación de un disco?
Desde abril de este año tras el Palacio de los Deportes hasta octubre que empezamos la gira de Copacabana solo hemos tocado dos veces. Nos retiramos unos seis meses precisamente para dedicarle el cariño necesario. El disco ya estaba compuesto, porque para la composición no necesitamos parar una gira y hacerlo, sino que es un proceso que se puede hacer en conjunto. Normalmente entre semana estamos tranquilos y son los ratos que uso para componer, así que el disco ya estaba hecho en abril cuando acabamos la gira de Agujeros de Gusano. En enero empezamos a compaginar la gira con los ensayos del nuevo disco. Ya estábamos en el local de ensayo tocando temas de Copacabana, por eso cuando paramos solo teníamos que entrar al estudio a grabar.
Ya estáis confirmando fechas para 2016. ¿Tenéis pensado descansar luego o tenéis intención de seguir con este ritmo?
Depende un poco del ritmo del disco. Hemos sacado Copacabana y afortunadamente parece que la gente se interesa por él, luego hacemos la gira, después los festivales y ya si va bien y nos hemos dejado algunas ciudades, o si queremos repetir algunas porque hayan ido genial pues volveremos. Se irá decidiendo conforme avancemos.
Vais a llenar el Circo Price varios días, en vuestro concierto del Palacio de los Deportes estuvieron más de 12.000 personas… ¿Se os han quedado pequeñas las salas normales?
En Madrid hemos decidido pisar un Circo Price que no es una sala gigantesca porque tiene un aforo de 1.800. Es grande pero no es un Palacio de los Deportes. Intentamos hacer cosas que no hayamos hecho pero que tengan sentido, porque no podemos ir a una sala donde sabemos que la gente se va a quedar fuera. Nos apetecía ir a un Price, que al final se nos ha ido de las manos y serán tres o cuatro días, pero las salas pequeñas y medianas también nos atraen mucho. Cada recinto tiene unas características y la energía que se genera es de una forma. Por ejemplo la noche del Palacio de los Deportes fue increíble entre otras cosas porque se consiguió generar el ambiente de una sala pequeña en un sitio gigantesco. La demanda de público nos irá marcando las salas a las que iremos por tema de logística y público. Hemos tenido “benditos problemas” por cerrar algunas salas que pensábamos que nos iban a ser suficiente y al final se nos han quedado pequeñas, así que intentamos que no pase eso para que no se quede gente fuera. También en esta gira llevamos un show con muchas luces que requiere una escenografía que no puede hacerse en determinados escenarios pequeños. Nos hemos rascado el bolsillo para lograr un show diferente al de la gira anterior, con luces diseñadas para cada tema, elementos nuevos en el escenario… Es algo que no puedes llevar a todos los espacios.
Hablando de salas, hace un tiempo salió una entrevista que creó polémica a raíz de unas declaraciones vuestras. ¿Cómo ha quedado el tema con la Asociación Estatal de Salas de Música en Directo?
Es curioso cómo estamos aprendiendo poco a poco la importancia de lo que generas en comunicación. Eso fue un comentario aislado de una entrevista muy extensa en la que lo primero que dijimos en ese mismo párrafo era la importancia que tienen las salas pequeñas, algo que también decimos en los conciertos. Dentro de una pregunta donde precisamente decíamos que había que apoyarlas, salió un apunte de que la mayoría de salas tienen la pasión de llevar la música en directo a su local aunque no le gane dinero, pero que no todas son así, porque a veces te encuentras con condiciones para tocar que parece que hay que dar gracias porque te dejen hacer tu trabajo allí. Eso fue una matiz que dio lugar a un debate extenso donde opinaron muchos músicos afirmando que existe este segundo tipo de sala. El titular daba una sensación diferente a la que quiso transmitir el grupo, pero eso quedó ahí y al final ha sido positivo. Hablamos con la Asociación de Salas para explicarlo y lo que se vendió como una carta para Izal, realmente era un comunicado para el medio que había vendido el sensacionalismo. Hemos aprendido mucho de ese pequeño episodio.
Habéis estado en América Latina, donde la Rolling Stone de México ha hecho una buena reseña de vuestro disco. ¿Cómo ha sido la experiencia allí?
Fue muy bien. Ya habíamos estado en Argentina pero fue como una toma de contacto, que fue muy interesante. En México hemos estado con Terrícolas Imbéciles que nos han tratado genial . El público allí nos impactó porque a priori ya notamos feed-back en redes sociales. Fue increíble, la gente cantando mucho y animando bastante. Fueron tres conciertos mas promoción, el trato muy bueno, la gente muy educada, la comida muy picante…todo muy bien. Esperamos volver por allí porque vemos que este estilo encaja y es interesante. Nos valoraron más de lo que esperábamos así que volveremos. El compartir idioma tiene peso, y al ir a un territorio donde la gente entiende y empatiza con los que dices te abre más camino que si solo puedes mostrar una parte del contenido. Nos dio la sensación de que se entiende a la perfección lo que hacemos, así que fue todo muy positivo.
Volviendo a Europa, fuera de España también están funcionando bien las bandas en lugares como Reino Unido o Alemania. ¿Hay pensamiento de gira europea?
Algo sí que haremos. Hay algo apalabrado en el aire pero nada cerrado. En Londres tocamos y fue una experiencia, porque es curioso ir a un país donde se habla otro idioma y que la barrera del idioma no esté. También es cierto que había muchos españoles, pero aunque al principio sea así, hay que volver para poco a poco aumentar la asistencia de la gente local. Al igual que hemos hecho aquí en España, es empezar desde abajo para ir aumentando el público. Suelen ser viajes divertidos y diferentes porque hay poca presión y es como partir de cero.
Después de la cantidad de conciertos que lleváis, ¿hay alguno que recordéis con especial cariño?
Varios, aunque poco a poco vas aumentando. El Palacio de los Deportes es la última experiencia “loca”, pero también está la Plaza del Trigo de Sonorama; La Riviera y la Joy Eslava en su momento… También la presentación de Magia y Efectos Especiales en la Moby Dick. Siempre que llega una fecha y vas a tocar en una ciudad es increíble, pero luego llega un escalón superior y te impacta bastante. Por suerte vamos acumulando días inolvidables. En el Café La Palma en 2013 delante de 100 personas fue la primera vez que la gente cantó los temas, aunque fuera un concierto pequeño para nosotros era lo máximo. El Intro Music en Valladolid, también en 2013, estabamos ante unas 5000 personas que también comenzaron a cantar y nos quedamos alucinando, porque nunca habíamos tocado ante tanta gente y fue una pasada. Ahí fue cuando pensamos que algo estaba pasando porque la gente hacía suyas las canciones.
Habéis hecho el primero concierto silencioso con motivo del Día Europeo de la Música ¿Qué diferencia notasteis respecto a un concierto tradicional?
Es curioso cómo la energía de la gente se disipa con un cristal. Se nota mucho porque estás aislado y es una sensación rara. Había unas 1000 personas que estaban cantando pero aunque se intentara captar esa energía era como estar dentro una de pecera. Sí que la gente debió alucinar con el sonido, porque probamos los cascos por la mañana y era increíble. Nos hubiera gustado estar abajo y verlo, porque estaba todo muy bien montado. Cuando nos propusieron la iniciativa nos encantó, nos gusta mucho hacer ese tipo de cosas y ver qué ocurre.
Y para terminar, ¿cuáles son las próximas ciudades que vais a visitar con Copacabana?
El viernes día 11 vamos a Barcelona y el sábado a Huesca. Ya en enero vamos a Logroño, Alicante, Valencia, luego los tres días de Madrid… Es una gira en la que vamos trabajando y se va ampliando. No sabemos cuándo acabará.