Europa como eje artístico de la Fundación Miró: Prophetia
Por Carlos Toribio.
En la nueva propuesta de la Fundació Miró de Barcelona, se invita, bajo el título de Prophetia, a reflexionar sobre la evolución de la Unión Europea, una aproximación desde el arte y el pensamiento a la construcción de la Europa de nuestros días, reuniendo obra de más de veinte artistas de distintos países, generaciones, lenguajes y sensibilidades, todo comisariado por Imma Prieto. La exposición consta de dos elementos, la exposición, y una publicación en forma de libro, que se trata a partir de los conceptos del rapto, la correspondencia y la responsabilidad.
El rapto es una relación con la historia y el origen de Europa. Ella, una mujer fenicia de gran linaje fue seducida en la playa por un espectacular toro blanco. El toro era Zeus, que se la llevó por mar hasta Creta, lugar donde la violó. Por tanto, el nombre de Europa, el actual, tiene origen a partir de una violación. Este tumultuoso episodio mitológico se contrapone con la alegría que muchos países han tenido a lo largo de los años en ingresar dentro de la UE. Ahora bien, la pregunta en la actualidad, es saber cuál es la situación real del proyecto europeo, cómo se ha llegado al punto al que se ha llegado o si entre los gobernantes y sus ciudadanos existe sintonía o fractura. Y aquí es donde surge el concepto de considerar que el artista tiene el deber de usar su creatividad para generar estética, ya sea material o ideal, que incomode.
La muestra expositiva que estará abierta al público del 13 de marzo al 7 de junio, dio inicio con la performance Brindis de Luiz Simoes y Sabina Simon, que han estudiado la teoría del Big Bang, pero que aquí, con la interactuación del público del día de la inauguración, ponen de manifiesto la crisis del proyecto colectivo europeo, a la vez que lleva a cuestionar la conexión del mundo del arte con la realidad. La performance consistía en beber una copa de cava para posteriormente ser destruidas. A partir de aquí nos encontramos un recorrido que quiere asomarnos al abismo del momento en que se encuentra el proyecto europeo, donde democracia e ilusión ya no son sinónimos de Europa, todo relacionado con obras del pasado y otras de más recientes, siempre con el vínculo de la incertidumbre, pero con creaciones artísticas diversificadas, donde confluyen puntos de vista y sensibilidades muy diferentes. En la Fundació Miró, se podrán ver ocho obras realizadas expresamente para este proyecto de Prophetia y nueve se podrán ver por primera vez en España. En ella confluyen creaciones con diversos formatos, donde sobresale la instalación, la videoinstalación, la fotografía, escultura y dibujo, tratando problemas como la grave crisis económica, la crisis social, una sociedad sin valores éticos, el ciudadano se encuentra indefenso delante de cualquier tipo de poder y los problemas humanitarios vinculados y relacionados con la inmigración.
La primera pieza que encontrará el espectador es The History of Europe del estadounidense de origen cherokee Jimmie Durham, activista de los derechos civiles, que presenta una propuesta donde desafía los fundamentos y los sistemas jerárquicos del arte y del poder, poniendo en dialogo una piedra y una bala de la II Guerra Mundial, para comenzar a debatir sobre la identidad del continente europeo. Es un juego de piezas, poniendo en relación un arma del pasado, con una actual, del presente, ésta última aún utilizada en muchos conflictos armados, como es el caso bélico que se ha ido desarrollando en Ucrania en los últimos años.
De Durham a Anri Sala, y de la instalación al videoarte de un solo canal utilizado por el albanés. Actualmente, desde su atalaya parisina, Sala, sigue con atención los cambios políticos y sociales que se suceden en su Albania natal, base, junto a su propia experiencia y la perspectiva que le aporte la lejanía, de sus trabajos fílmicos. Aunque la maquinaria de la historia es pesada y compleja, Sala cree que hay espacio para la esperanza. La pieza fílmica de Prophetia se titula Dammi i colori del 2002, momento del estreno de la moneda única, elemento aún no introducido en Albania, que solicitó en el 2009 su ingreso a la UE. En este film se proyecta la renovación urbanística de Tirana, que consistía en colorear de forma artística las fachadas de los edificios de la ciudad.
La siguiente sala, tiene como elemento principal artístico, la instalación, comenzando por la sonora de A.K.Dolven, donde el visitante podrá escuchar el himno original de la Internacional Socialista, la visual de Eugenio Ampudia, desplegando una plaga de insectos por la pared que nos evoca a las cucarachas de Brossa, o la instalación de Pelayo Varela, colocando un reloj con diferentes escritos, como “toda persona tiene derecho a la libertad de expresión”. Son párrafos de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. Con el paso del tiempo, éstas se erosionan para transportarnos a lo que en su día se consensuó, pero que ha ido desapareciendo. Pero en esta sala sobresale la de Núria Güell, artista muy activa dentro del panorama actual del arte, nueva representa del arte emergente, donde su táctica principal es la cámara oculta para realizar y crear un arte político. Para ella, “el arte político es el que logra desarticular el discurso dominante que nos sujeta como sociedad, y esto sí pasa necesariamente por interpretar al espectador, afectarlo hasta obligarle a posicionarse”. En esta exposición, la artista de Vidreres, intenta obtener la condición de apátrida para liberarse de esta imposición. No obtiene resultado…
La instalación que tiene un peso principal en el recorrido, llega el momento de toparse con las ilustraciones caricaturescas políticas, al más puro estilo Daumier, de Peter Schrank. Se presentan ocho viñetas donde nos evoca una reflexión sobre el panorama europeo actual con el elemento grotesco. Bassanos en cambio, nos transporta con su obra al pasado clásico, ya que realiza una obra muy vinculada a los mosaicos romanos, pero en este caso, con unas teselas de mayores dimensiones, ya que son las 160 hojas que componen la Constitución griega. Es una reflexión directa sobre el actual papel de los marcos legislativos.
Una de las piezas más espectaculares de la exposición por su forma visual de creación, es la creada por Marco Fedele di Catrano, que a partir de escombros colocados uno encima de otro, ha realizado una columna, una metáfora directa de la fragilidad de las entidades financieras. La otra columna de la exposición es la del asturiano Avelino sala, titulada El arconte (2015), que construye a partir de libros revestidos con resina negra, para relacionarlo con el libro censurado y el negro de la cultura. Todo conjuntado con el grafiti Sapere aude.
Para finalizar con la muestra y Europa, donde el espectador se realiza un constante diálogo de preguntas y sus posibles respuestas, y donde se verá un contexto europeo con más sombras que luces, encontramos la instalación de Mateo Maté, recreando el perfil de las costas europeas del Mediterráneo y del Atlántico, a partir de cintas divisorias, evocando las limitaciones de la circulación de las personas en las fronteras externas a Europa. Jordi Colomer, uno de los máximos representes del videoarte en España, realiza una videoinstalación cogiendo como modelo la ciudad noruega de Trondheim, y Antoni Muntadas, uno de los pionero del arte conceptual, transporta su obra CEE de 1989, vinculando símbolo nacional con economía, a partir de una alfombra de la bandera europea, donde el espectador interactuará pisando la pieza.
¿Desde dónde se estructura nuestra identidad?