SanSan Festival ha llegado para quedarse
Por: Marisa Nocea
El pasado jueves 2 de abril me desplacé hasta Gandía durante el puente de Semana Santa. El motivo no era el de disfrutar de unos días de playa, que también, sino el de acudir al SanSan Festival y comenzar la temporada festivalera. Durante esos mismos días se celebraba en el Puerto de Sagunto, muy cerca del SanSan, la primera edición del MBC Fest. Ambos festivales han conseguido atraer a miles personas a sus recintos (más de40.000 en el caso del SanSan), lo que se traduce en una gran aumento del turismo en la costa valenciana movidos por la música en directo. Para el SanSan esta ya era su segunda edición, por lo que tuvo ventaja y pudo corregir alguno de los errores cometidos en su estreno el pasado año. La popularidad alcanzada en las redes sociales (fueron trending topic con el hashtag #yovoyalsansan) y los buenos pronósticos en cuanto al clima, unido a un estupendo cartel, habían provocado un gran movimiento pre-festival con muchas ganas de pasarlo bien.
En cuanto al alojamiento, las posibilidades eran múltiples y adaptadas a todo tipo de bolsillos: desde la acampada oficial del festival, situada cerca de la playa y a unos 3,5km del recinto de conciertos, hasta una habitación en el mismísimo Wonderwall Music Resort para no perderte ni un minuto del festival y disfrutar de las mejores prestaciones. Mi elección fue el Glamping, una empresa que alquila sus tiendas ya montadas en el mismo recinto de acampada, para así no tener que llevar tu propia tienda. Fue una buena decisión una vez visto que, tras algunos líos con la organización de tiendas normales, tuvieron que mover sus tiendas ya montadas hasta tres veces para finalmente conseguir la correcta colocación de todas ellas.
Al llegar al lugar de acampada lo primero que vi fue la cola que había para acceder, algo típico de los festivales. No era muy larga por lo que no me alarmé. La preocupación vino cuando tras una hora de espera sólo habíamos avanzado un par de metros. El motivo de la tardanza, además de la colocación de tiendas, era por un impreso que había que rellenar con los datos personales y demás antes de acceder a la acampada. Esto ralentizó la entrada y no fueron hasta las tres horas de espera cuando por fin pude entrar a soltar el equipaje. Seguramente fue este el momento de más estrés de todo el festival, puesto que ya habían dado las 20:15h cuando por fin entramos y a las 21:00h comenzaba en el recinto el concierto de uno de mis artistas favoritos, Nacho Vegas.
Había un autobús de línea con recorrido especial para la ocasión que hacía parada justo en el camping y llevaba hasta el recinto, pero de cuya periodicidad nadie decía saber nada. Tras esperar 30 minutos y seguir sin noticias del bus, se me ocurrió empezar a andar dirección al festival y parar algún taxi que pasara en esa dirección. No fue hasta pasados veinte minutos andando cuando un taxi sin luz verde encendida paró para llevarme. El buen samaritano comentaba que sólo había unos treinta taxis en total en la zona de Gandía, pero que habían pedido refuerzos (que posteriormente se notó bastante, además de una mayor fluidez de los buses lanzadera). Milagrosamente llegué para disfrutar de al menos cinco canciones del cantautor asturiano.
Dejando atrás las estresantes primeras horas de llegada, todo lo que quedaba por delante fue superando expectativas por momentos. El acceso al festival fue estupendo y no tuve que esperar largas colas para la entrada, algo típico de festivales. También es de agradecer la disposición y el número de WC’s que también evitaron las largas esperas. Además, el Wonderwall Music Resort, lugar escogido para el festival, es una localización de diez para este tipo de eventos. Allí se encontraba el Escenario Desperados (principal), rodeado de barras y taquillas para canjear dinero por Tokens, moneda del festival (de un acertado diseño que contaba con el nombre de algunos de los artistas que formaban el cartel en cada una de las fichas). A la derecha de este escenario se encontraba la zona VIP y el merendero, con puestos de pizza, kebabs, hamburguesa y demás.
Según dejaba atrás este escenario, podrías encontrar puestos de ropa, gafas y Rave Market. Tras estos puesto accedías al Escenario Master’s, donde también había puestos de merchandising y la zona más frecuentada durante las horas más altas de la noche: la cabina Rave Market 4×4, un lugar donde era imposible no pararse al pasar por los temazos que pinchaban los dj’s que se encontraban allí. Cerca estaba la piscina, abierta durante el día pero cerrada durante la noche para evitar percances.
La primera jornada prometía bastante: Nacho Vegas, Sidonie, Full, Jack Knife, Izal, Dinero, Amable, Rufus T.Firefly… El horario establecido por la organización permitía prácticamente ver casi todos los conciertos programados, algo difícil de cuadrar. Todos los días el horario de apertura de puertas era el mismo: las 16:00h. Los primeros en acceder al festival pudieron disfrutar de las actuaciones de Aqeelion, Belako, Nancys Rubias, la presentación del nuevo trabajo de Correos y los andaluces Delacruz o La Suite Bizarre. Los más nocturnos comenzaban a entrar alrededor de las 23:30h, y fue en la actuación deIzal, sobre la 1:15, cuando se notaron los cerca de 10.000 asistentes de esta primera jornada. La banda madrileña ofreció un espectáculo del nivel al que nos tienen acostumbrados, transmitiendo mucha energía al público y sin bajar de ritmo. Decían adiós con uno de sus temas mas populares y que suele ser el tema final de sus conciertos: La mujer de verde. Tras ellos, los chicos de Dinero trajeron más rock al escenario principal. La fiesta siguió hasta alrededor de las 06:00h de la mano de la música de Amable y Mendetz.
El traslado del recinto hasta el camping fue más organizado que a la ida, ya que justo en frente de la salida del festival había una cola hecha para coger los taxis que iban llegando (cada vez con más frecuencia), por unos siete euros el trayecto.
El segundo día de festival, el viernes 3, amaneció con un espléndido Sol, lo que se tradujo en playa. En la zona del Club Náutico ofrecían conciertos gratuitos, en el llamado Escenario Playa, donde desde las 11:00h hasta pasadas las 14:00h tocaban grupos como Morondo o Supermosca, los cuales iban calentando los motores de los “sanseritos” y paseantes de la zona. En la parte de la playa cercana al camping, uno de los chiringuitos ofrecía, en convenio con el festival, precios de lo más económico y música de fondo para amenizar la mañana como Supersubmarina, The Black Keys o Two Doors Cinema Club, entre otros.
Tras la apertura de puertas, la música de bienvenida venía del Escenario Master’s de manos de Mirrors Frequency. En el principal abrían la jornada los madrileños Sexy Zebras. Tras ellos tocaron Dorian, que celebraron su 10º aniversario con el disco Diez años y un día. Alrededor de las 21:15 daba comienzo una de las bandas que con más ganas esperaba, pues aunque no paro de escuchar sus canciones desde que los descubrí, no había tenido oportunidad de verlos en directo: L.A. El grupo mallorquín salió al escenario con un gran número de personas arropándolos desde abajo. Demostraron la gran calidad musical que tienen y la gran voz de Luis A. Segura, aunque eché en falta algo más de energía sobre el escenario y que esperaba en determinadas canciones como Stop the Clocks o Hands. Tras ellos, se volvió a subir al escenario Abraham Boba y compañía, que ya lo habían hecho el día anterior junto a Nacho Vegas, pero esta vez lo hacían como León Benavente y con un directo brutal. No había persona en el recinto que no cantara “Ánimo valiente” o que no bailara “Ser Brigada”. Neuman comenzaba en el escenario Master’s, sin duda otro plato fuerte del cartel de esta jornada, algo tenido en cuenta por parte de la organización porque no sería hasta una hora y cuarto más tarde cuando daría comienzo Supersubmarina en el principal. Los de Baeza consiguieron reunir un gran número de festivaleros en su show, llenando el espacio dedicado al público en ese escenario. Llegó El Columpio Asesino para hacernos bailar toda la noche y cerraban la jornada Elyella Dj’s y 8 y medio Dj’s.
El sábado, tercera jornada del festival, amanecía con nubes y temperaturas más bajas, lo que de entrada provocó un cambio de planes ya que pretendía pasar la tarde en la piscina del Wonderwall. Aún así, quise llegar pronto para ver el inicio de conciertos, y fue una buena decisión teniendo en cuenta que fue el día de mayor público, alrededor de unas 12.000 personas.
Los encargados de abrir la jornada en el Escenario Master’s fueron Flaco Favor, a las 16:30h, y Lucía Scansetti, a las 17:30h. Comenzó a llenarse el escenario principal a esperas de Carlos Sadness, que daría comienzo a las 18:00h. El que fuera Shinoflow presentaba su último trabajo “La idea salvaje” por primera vez en un festival, lo que incluía el directo del pegadizo tema Qué electricidad. No quise perderme este directo ya que, aunque llevo varios años siguiéndolo, nunca lo había visto en concierto. En todo momento estuvo al 100% sobre el escenario, pero tuve la extraña sensación no de reconocer su voz en toda la actuación. Antes de concluir su show subió al escenario Sansito, figura imprescindible durante todo el festival ya que animaba tanto paseándose entre el público como bailando junto a los artistas. Algo, o, mejor dicho, alguien, tan aclamado por el público como cualquier otro artista del cartel. Sin duda, una pieza clave de todas las jornadas fue el humor que aportaba su figura y su energía.
Posteriormente llegó otro concierto que tenía muchas ganas de ver, un grupo que se ha vuelto a reunir tras unos años separados: Elefantes. Comenzó alrededor de las 19:30h, hora en la cual todavía la mayoría de asistentes no han accedido al recinto. Por esto, pude disfrutar de esta magistral actuación desde muy cerca y con espacios libres. Desde el principio, el grupo barcelonés estuvo a tope, tocando temas pasados y temas de “Rinoceronte”, su último trabajo. La habilidad de Shuarma para transmitir sus canciones con su voz no fue lo único que quiso ofrecer, y estuvo transmitiendo con su cuerpo cada letra, además de interactuar con el público como si de un pequeño bar se tratase. Una pena que no pudieran completar el set list por falta de tiempo, pero tampoco les hacía falta más para meterse a todo el público en el bolsillo y repartir su magia entre los presentes.
Mientras en el Escenario Master’s tocaban Jero Romero y, posteriormente, Ángel Stanich, en el Escenario Desperados era el turno de La Habitación Roja, que repetían en el festival y llegaron con ganas de ofrecer su especial homenaje de 20º aniversario. En ese momento comenzó a llenarse el recinto. Annie B Sweet, uno de los pocos nombres femeninos del cartel, comenzaba su show en el Escenario Master’s. La cantante del reciente “Chasing Illusions” no parecía terminar de encontrarse cómoda: primero pedía más movimiento al público, luego comentaba “oigo más a Second que a mí misma”, en alusión a la banda que actuaba en el otro escenario. Después, subió a colaborar en un tema alguien a quien ya nos tiene acostumbrados, Noni de Lori Meyers, que poco después se subía al escenario principal para realizar un Especial Dj Show. De hecho, fue un tema muy comentado ya que mientras el Dj Show de Lori Meyers ocupaba el escenario principal, la actuación en directo de un gran grupo como Arizona Baby ocupaba el escenario más pequeño, pero pudo compensarse al día siguiente con la actuación de Corizonas en el principal.
Para hablar del siguiente grupo antes debo aclarar que el SanSan Festival es una cita para los grupos nacionales, es decir, un festival formado por artistas y bandas españolas, que son muchas y muy buenas. En esta edición introdujeron como novedad un artista internacional invitado: Kakkmaddafakka. Al considerarse (único) artista internacional invitado, es una buena idea y no deja de perder el propósito con el que se creó, algo que podría haber dado lugar a mayores dudas si fueran más los grupos internacionales incluidos en el cartel. La formación noruega trajo su particular “buenrollismo”, tan acorde al ambiente de este festival. De vez en cuando hacía algún guiño a nuestro idioma gritando al público “¡diversión!”, pero sin duda la gran sorpresa fue la versión del conocido tema “Bailando” de Paradisio.
El de esa noche fue uno de los finales más potentes, ofrecido de la mano de The Zombie Kids, artista invitado Desperados, y de la aclamada Vinila Von Bismark Dj.
Llegaba el último día de festival, domingo 5 de abril. El cansancio se iba notando pero el cartel era más que idóneo para dar las energías necesarias para una nueva jornada. Se notaron bajas tanto en el camping como en el recinto, puesto que muchos de los asistentes tenían que trabajar el lunes y las cifras así lo confirman: en total unas 7.200 personas. Aún así, este día apostaba por el mestizaje y para ello contaba con grandes grupos, y consiguió dar un plus al buen ambiente del festival. Los primeros en actuar en el escenario principal son dos grandes nombres veteranos del panorama nacional: Kiko Veneno, que nos trajo su arte y con el que no pudimos parar de bailar a ritmo de “Volando voy”, y Los Enemigos, quienes nos trajeron su rock para calentar motores. Sobre las 21:00h tocaba escuchar a los esperados Corizonas, banda formada por la unión de Los Coronas y Arizona Baby, que ya habían tocado el día anterior. El desparpajo de El Meister hace que todo el público se vuelque con ellos y crea un clima en el que disfrutar del show es la única opción. En el Escenario Master’s actuaba Miguel Campello (El Bicho para muchos), con su particular puesta en escena espectacular y su preciosa voz que se mete en los huesos. Una pena que los mayores problemas técnicos se dieran durante su actuación, pues el micrófono dejaba de funcionar constantemente, hasta el punto de poner bastante nervioso al artista. Suerte que Campello supo resolverlo con algunas improvisaciones y con bastante “arte”.
Llegaba la recta final del festival, las últimas horas de SanSan. Todo un acierto los grupos escogidos para cerrar esta edición, pues montaron una fiesta que dio energía a todo el público, a pesar de los cuatro días de conciertos a sus espaldas. El Puchero del Hortelano, We are Standard, La M.O.D.A o La Pegatina (una auténtica locura y derroche de entusiasmo que acabó con Sansito en una barca hinchable sobre el público, al más puro estilo Steve Aoki). Tampoco faltó la electrónica de manos de Ferdinand Dj, Eme Dj o Kostrok, quienes pusieron el broche final a esta jornada y a todo el festival.
La realidad es que con el cartel que contaba esta edición era difícil no tener éxito, pero realmente este festival a superado mis expectativas. No sólo en cuanto organización o calidad, sino por la conexión creada entre organizadores, público, artistas, prensa y cada uno de los presentes. Podías estar viendo una actuación junto a los componentes de otras bandas que no quieren perderse los directos de sus compañeros y merodean por el recinto como un asistente más. Toda una cita para los amantes de la buena música y, sobre todo, apreciadores de las grandes bandas tanto consolidadas como emergentes con las que contamos en nuestro país.
Dicen que ya han empezado a trabajar en la tercera edición que tendrá lugar en el 2016, pues puedo decir sin algún tipo de duda que allí pienso volver a estar.