Opus 91: una experiencia teatral al borde del vértigo
Por Horacio Otheguy Riveira
El vértigo asoma pero no se expande. Se contiene para dar mucho más de sí. Como la luz que genera energía pero no deslumbra. Opus 91 es el tercer espectáculo de la Compañía Impromptus dedicada a la investigación teatral: un gran acontecimiento felizmente compartido con el público.
Una investigación desde el dominio de técnicas escénicas; una entrega en cuerpo y alma de profesionales del teatro con una formación tan rica que les permite experimentar en plenitud de condiciones; capaces de moverse en un caos emocional que se rige por un preciso orden estético e ideológico: una armonía que invita a vivir una experiencia única.
Impromptus viene del nombre de nuestra primera pieza, Impromptus Op. 90, que a su vez tomaba el nombre de una composición de Schubert. Impromptus es ya para nosotros una forma de trabajar, a partir de inspiraciones e improvisaciones.
Un punto de partida musical para un teatro que quiere ser lo más despojado y creativo posible; despojado de atributos externos y creativo en la libertad de las ideas y los gestos. Y no es casual que se hayan inspirado en Franz Schubert (1797-1828), un creador olímpico que se introdujo en el vigoroso mundo del romanticismo para abrirse a otras tendencias rompedoras, igualmente libres de prejuicios.
Impromptus es una Compañía de investigación teatral que trabaja fuerte en sus necesidades más inmediatas, recuperando mucho de lo aprendido en las mejores escuelas de teatro de España. Aprovechan al máximo los rigurosos conocimientos académicos —y los de su propia experiencia en representaciones con otros conceptos escénicos— para reiniciar, cada vez, una fabulosa peripecia teatral.
A menudo damos rodeos, nos perdemos y llegamos a conclusiones milenarias, pero son nuestros descubrimientos, y nos gusta hacerlo así porque nos hace sentirnos cerca de las raíces del teatro.
Nos interesa descubrir y jugar con las posibilidades únicas del teatro, esas que lo diferencian de otras formas de expresión. Creemos que en la manera de contar la historia está la propia historia.
Desde la humildad del trabajo bien hecho, sin proclamas ni aspavientos, Opus 91 es una experiencia para ambas partes: para los intérpretes-creadores absolutos, y para el espectador. Una materia viva que respira diversos grados de emociones utilizando elementos del teatro, la danza y la performance.
Un ejercicio teatral que avanza de forma irresistible hacia zonas claras y oscuras de humanos comportamientos. Una representación de lo inapresable de la vida cotidiana, sin descuidar la cotidianidad bien adherida.
No tiene sentido contar aquí algunos episodios o detallar los vericuetos por donde Opus 91 destila sus emociones. La fascinación comienza en cuanto el espectador se acomoda en su butaca, bien dispuesto a dejarse llevar, y a poco de comenzar sentirse uno más de la aventura, como ya sucedió con Opus 90 o en el mágico y brevísimo Caballito de anís, también con Rodolfo Sacristán (Bodas de sangre, Los pícaros del corral, Proyecto Milgram) y Juan José Rodríguez (Antes del silencio, Las bizarrías de Belisa, El perro del hortelano…).